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Expertos le entregan 10 consejos que puede poner en práctica en un momento de ira. Manejar el enfado le evitará decir o hacer cosas de las que luego se puede arrepentir. | Foto: Pexels

SALUD

¿Loco de ira?, 10 consejos para no dejarse llevar del 'mal genio'

Expertos le entregan 10 consejos que puede poner en práctica en un momento de ira. Manejar el enfado le evitará decir o hacer cosas de las que luego se puede arrepentir.

26 de octubre de 2017 Por: Redacción de El País

La ira es un sentimiento común a todos los seres humanos. De hecho, todas las personas se han enojado alguna vez por una situación en particular.

Sin embargo, lo que no es normal es que fruto de esa rabia se digan o hagan cosas que con frecuencia causan culpa o arrepentimiento, porque hieren o lastiman a los demás. Y es que, además de afectar las relaciones interpersonales, el mal carácter puede terminar por afectar la salud.

Expertos como la orientadora social y psicoterapeuta Martha Elena Osorio Tamayo, aconsejan que en momentos de enfado una opción es “ponerse en el lugar del otro es una herramienta valiosa, como también  reconocer que tenemos una situación por mejorar”.

También recomienda socializar con personas “que tengan un peor carácter para mirarse en ellas a manera de espejo. Otra forma de identificar soluciones para mejorar en este aspecto es someterse a un test de personalidad”.

Por su parte, la psicóloga Mabel Rojas Vélez, de la empresa Enlace Corporativo, aconseja que una de las claves para ganarle la batalla al mal genio es trabajar en el amor propio. “Cuando una persona reconoce sus propias fortalezas y debilidades, se le facilitará empoderarse de su crecimiento personal, será mas asertiva y por tanto, disfrutará más la vida. Esto se conoce como autoestima”, explica. De hecho, las personas con amor propio son aquellas que han podido controlar su carácter y esto los hace individuos idóneos en los diferentes  escenarios de su vida, a saber, la familia, el trabajo y la sociedad. Además, debe hacerse consciente de sus emociones para saber cómo afectan su cotidianidad, complementa Rojas.

No saber controlar las emociones conduce a problemas constantes con la pareja, la familia y los compañeros de trabajo, que afectan gravemente las relaciones interpersonales.

Diez consejos:

*Piense antes de hablar En el calor del momento es fácil decir algo de lo que más tarde se arrepentirá. Tómese unos momentos para ordenar sus pensamientos antes de decir cualquier cosa y permita que el resto de las personas implicadas en la situación hagan lo mismo.

*Una vez calmado, exprese su enfado Apenas empiece a pensar con claridad, exprese su frustración de manera firme, pero sin confrontaciones. Explique cuáles son sus preocupaciones y necesidades de manera clara y directa, sin herir a los demás ni intentar controlarlos.

*Haga ejercicio La actividad física puede ayudarle a reducir el estrés y controlar la irritabilidad. Si siente que alguna situación le molesta demasiado, salga a dar una caminata enérgica, a correr, o póngase a practicar cualquier otra actividad física que disfrute.

* Aíslese un rato La técnica del aislamiento temporal no es solo para los niños. Tome descansos cortos durante los momentos del día que suelen ser estresantes para usted. Pasar un rato en calma puede hacer que se sienta mejor preparado y maneje lo que tiene pendiente, sin irritarse ni enfadarse.

* Identifique soluciones En lugar de centrarse en lo que le enfadó, esfuércese por resolver el problema al que se enfrenta ¿Le enloquece el desorden en la habitación de su hijo? Cierre la puerta. ¿Su pareja llega todas las noches tarde a cenar? Fije la hora de la cena más tarde o llegue a un acuerdo en el que comerán juntos solo algunas veces por semana.
Recuerde que el enfado no arreglará nada y podría empeorar la situación.

*Hable en primera persona Para evitar criticar o culpar (esto posiblemente solo aumenta la tensión), hable en primera persona cuando explique el problema. Sea respetuoso y específico. Por ejemplo, diga: "yo estoy enfadado porque te levantaste de la mesa sin ofrecerte a ayudar con los platos", en lugar de decir "tú nunca haces nada en la casa".

* No guarde resentimiento El perdón es algo muy poderoso. Si deja que la ira u otros sentimientos negativos desplacen a los positivos, puede verse absorbido por su propia amargura o por una sensación de injusticia. Pero si puede perdonar a quien le hizo enfadar, quizás ambos aprendan algo de la situación. No espere que todo el mundo reaccione o piense exactamente como usted quiere.

*Use el humor Restarle seriedad al asunto puede ayudar a dispersar la tensión. Deje que su sentido del humor le ayude a enfrentar lo que le está enojando y, posiblemente, cualquier expectativa no realista que tenga de cómo deberían ir las cosas. Sin embargo, evite el sarcasmo, porque podría herir los sentimientos y empeorar las cosas.

*.Practique técnicas de relajación Practique ejercicios de respiración profunda, imagine una escena relajante y repita alguna palabra o frase tranquilizante, como "tómalo con calma". También podría escuchar música, escribir un diario o hacer un poco de yoga.

*Busque ayuda Considere la ayuda profesional, si ante algún problema le parece que su carácter se descontrola, le mueve a hacer cosas de las que se arrepiente o hiere a quienes le rodean.

Temperamento y carácter

“Entender estos dos términos es de vital importancia para lograr hacer cambios significativos a la hora de mejorar o trascender como personas. En otra palabras, para madurar. Así lo afirma la psicóloga Mabel Rojas Vélez.

El temperamento es biológico. Está inmerso en nuestro ADN y es el que nos impulsa de manera innata a actuar o responder ante un estímulo, en este caso, a un hecho que nos produce ira.

“El carácter, por su parte, también nos lleva a reaccionar, pero este va ligado a vivencias desde la niñez (desarrollo psicológico). Se construye en nuestro psiquismo de acuerdo a las experiencias de vida; entonces, una persona que tenga muchos vacíos puede tener carácter débil, porque se deja dominar de la emoción”, puntualiza la profesional. El carácter fuerte es la capacidad de dominarse o autorregular las emociones. De esta manera, el temperamento será dominado por el carácter (fuerte o débil) y ello mostrará nuestra personalidad.

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