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Julián Chang también fue director de la Biblioteca del Centenario durante el año 2022, además es fundador del grupo de lectura Cazadores de Libros.
Julián Chang también fue director de la Biblioteca del Centenario durante el año 2022, además es fundador del grupo de lectura Cazadores de Libros. | Foto: Fotos Especiales para El País

Literatura

‘Los desterrados’, así es la nueva novela del escritor caleño Julián Chang

El escritor caleño Julián Chang presentará su nueva novela en la Biblioteca del Centenario.

18 de mayo de 2023 Por: El País

La nueva novela de Julián Chang es un calvario de almas en pena por las calles de Cali, almas de inmigrantes venezolanos que debido a la indiferencia se han convertido en parte del paisaje urbano. Pero en ‘Los desterrados’, el autor rompe el cristal y se interna en esta realidad marginada para poner a prueba sus prejuicios, y también su empatía.

Se trata de una short novel donde el escritor pasa con maestría de la autoficción a la crónica, logrando una narración fluida en un tono sensible, pero sin caer en la pornomiseria propia del tema escogido. Hay que reconocer, no obstante, el valor testimonial y el acercamiento que hace a un tema social que pocas veces salta del plano periodístico a la imaginación de un autor caleño.

El libro de Julián Chang fue publicado por Ediciones El Silencio (2023), presentado en la FILBo 2023.
El libro de Julián Chang fue publicado por Ediciones El Silencio (2023), presentado en la FILBo 2023. | Foto: Fotos Especiales para El País

Después de hacer el lanzamiento en la pasada FILBo 2023, el escritor caleño presentará su novela esta noche, a las 7:00 p.m. en la Biblioteca del Centenario (Calle 4 Oeste, No. 1-16). Entrada libre.

Esto fue lo que respondió Julián Chang al cuestionario de Gaceta.

¿Cómo describiría su novela?

Es una historia breve sobre los migrantes venezolanos, en una ciudad de inmigrantes, como lo es Cali. Por eso el título: ‘Los desterrados’.

¿Qué lo motivó a ser escritor?

Desde niño supe que mi gran vocación era literaria. Sin embargo estudié filosofía porque me pareció que ahí era más necesario tener una guía pedagógica, mientras que en la literatura me parecía más posible ir caminando solo.

¿Qué hecho desencadenó la escritura de este libro?

Hace un año, cuando estrenaba cargo en la dirección de la Biblioteca del Centenario, viví una experiencia en la calle con una mujer venezolana en situación de discapacidad. Me pidió ayuda, quería que la llevara a un baño. No fui capaz de seguir como si nada. Esa anécdota es el detonante de esa historia que escribí meses después, en la que incluí la llegada de los migrantes y cómo se adaptaron. Pero también tuve en cuenta mi visión actual de lo que significa esta ciudad: Cali es una ciudad de desterrados.

¿Para qué cree que sirve leer libros en estos tiempos?

Leer literatura es un buen antídoto para contrarrestar los fanatismos. Como escribió Umberto Eco, las personas que leen viven muchas vidas. Leer sobre la existencia de otros, sobre distintas maneras de percibir e interpretar, incrementa los niveles de empatía y tolerancia (un buen lector seguramente no hubiera empuñado un arma contra Salman Rushdie). Leer estimula la imaginación, enriquece los imaginarios y el vocabulario, brinda herramientas para lograr un pensamiento más complejo y razonamientos mejor fundamentados.

Después de hacer el lanzamiento en la pasada FILBo 2023, el escritor caleño presentará su novela el jueves 18 de mayo, a las 7:00 p.m. en la Biblioteca del Centenario (Calle 4 Oeste, No. 1-16). Entrada libre.
Después de hacer el lanzamiento en la pasada FILBo 2023, el escritor caleño presentará su novela el jueves 18 de mayo, a las 7:00 p.m. en la Biblioteca del Centenario (Calle 4 Oeste, No. 1-16). Entrada libre. | Foto: Fotos Especiales para El País

¿Son los libros un refugio?

Parafraseando a Pessoa, la lectura es una “manera de estar solo”. Es una forma de resistir, un acto de inconformismo frente a lo que nos dicta la realidad de todos los días.

¿Cuál fue el principal desafío para escribir este libro?

Si bien el narrador de la historia soy yo, porque me sucedió a mí la anécdota que detona la narración, quise mantener un balance entre mis puntos de vista como individuo, y lo que consideré importante a la hora de narrar. Hay pasajes en el que sale a relucir un poco el filósofo, o mis consideraciones de lo que en este momento significa la ciudad, en lo personal. Por otra parte, traté de obviar posiciones políticas; para mí era más importante centrarme en la dimensión humana del relato.

Publicado por Ediciones El Silencio (2023), presentado en la FILBo 2023.
Publicado por Ediciones El Silencio (2023), presentado en la FILBo 2023. | Foto: Fotos Especiales para El País

¿Cómo es su rutina de escritura?

Escribo varias horas al día. En promedio pueden ser seis horas, cinco o seis días a la semana. Siempre con un té o una aromática. Últimamente prefiero escribir en silencio. Para mí es importante escuchar la música de las palabras.

¿Qué opina de las IA? ¿Cómo podrían afectar la literatura y el arte en general?

Creo que van a reemplazar muchos puestos de trabajo. Los dilemas éticos ya están surgiendo: ¿paramos o seguimos alimentando el poder de las IA? Desde una perspectiva algo romántica, uno diría que jamás podrán alcanzar lo que escribió Proust o componer como Mozart. Pero, con unos algoritmos más sofisticados, capaces de generar asociaciones cada vez más complejas, no me parece un disparate. Para mí es un gran interrogante. ¿Será posible que en un futuro algunos escritores se valdrán de esta herramienta para escribir algún pasaje que les esté causando problemas? ¿La creación literaria podrá en un futuro nacer de una colaboración entre ser humano e inteligencia artificial?

¿Cuáles son los escritores que más valora?

De Colombia García Márquez, Germán Espinosa, el Fernando Vallejo de la primera etapa, Antonio Caballero, Zapata Olivella, en novela. En poesía: León de Greiff, José Asunción Silva. Me gusta María Mercedes Carranza. De los actuales están Tomás González, Evelio Rosero y Laura Restrepo.

Tengo un cierto fetiche, tal vez sea un defecto. Me tiene que interesar la persona, el autor en carne y hueso, para animarme a leerlo. A veces no me animo con ciertos autores porque su personalidad no me dice mayor cosa. Y no es una cuestión de decir cosas interesantes. Rulfo era muy discreto, tímido, pero su figura desprende la autenticidad que a mí me motiva a leerlo. Aparte de la genialidad de su obra. Entonces, a varios no los he leído por eso mismo.

¿Lo políticamente correcto influye en usted a la hora de escribir?

Dependiendo. Sin embargo, no me interesa adoptar un tremendismo en el lenguaje o en los temas para ganar lectores. Me parece que la narración, los personajes, la historia, deben tener la suficiente fuerza. Defenderse por sí mismos.

¿Cómo escritor cuál es su miedo más recurrente?

A veces me siento estancado. O siento que no estoy yendo por el camino correcto, o simplemente que ando extraviado en medio de tinieblas. En ese caso, mi mayor antídoto es seguir escribiendo, como un acto de fe. Seguir y seguir con la fe del carbonero.

¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado un libro, propio o de otro?

‘Cuando suena la brisa’, mi primera novela publicada, es un libro que tuvo muy buena recepción en general. Recibir mensajes de personas que no conozco, escuchar comentarios de lectores agradecidos, para mí ha sido muy satisfactorio. Me permitió conocer personas valiosas, llegar a espacios enriquecedores. Se abrió un club de lectura para estudiarla. Eso no tiene precio. Siento que con el tiempo esa novela puede crecer más, quedar como un referente de la literatura caleña. Con otra reimpresión, en otras condiciones.

¿Cómo lector qué detesta y aprecia más de un libro?

No me gusta que sea inverosímil o que lo encuentre muy pretencioso. Tampoco me gusta la literatura que apela a un lenguaje meramente funcional. Aprecio cuando se toman riesgos narrativos, cuando encuentro poesía en la prosa; cuando percibo una voz genuina, o un intento de tenerla, en el género que sea.

¿Algún género de literatura preferida?

Leo novelas en primer lugar, y siempre algo de poesía. Cuentos y a veces ensayos.

¿Qué opina del auge literario de Cali?

Una editorial como El Silencio viene haciendo una labor muy juiciosa. La Feria del Libro y el Festival ‘Oiga Mire Lea’ son espacios cada vez más consolidados. Las librerías independientes realizan una labor de gestión cultural muy importante. Luego de una brecha generacional, me parece que se asoma una camada interesante de escritores comprometidos con la escritura de su obra. Menciono algunos: Alejandra Lerma, los cuentos de Jenny Valencia, Andrés Rojas y Pablo Concha, las novelas de Juan Sebastián Rojas, las columnas y ensayos de Jaír Villano. También el periodismo cultural de L.C. Bermeo Gamboa desde El País, y su poesía.

Andrés Caicedo es un ícono, un referente que la mayoría de escritores locales valoramos mucho, pero es importante que la ciudad empiece a mirar a otros que merecen ser leídos. Trascender la obnubilación del mito, el símbolo pop que engalana afiches y camisetas, y cuya fama me atrevería a afirmar, es muy superior en relación con lo que se lee de su obra. El mejor homenaje y la mayor reverencia que se le puede hacer a un autor es leerlo.

¿Es de los que rayan los libros y escriben notas al margen, o de los que leen sin alterarlos?

Suelo no rayarlos. Tomo notas por aparte.

¿Qué libro le hubiera gustado escribir?

Algún cuento de Borges, algún cuento de Rulfo. Cualquier poema de César Vallejo. Son puntos muy altos en nuestra literatura en español. ‘El libro del desasosiego’, de Fernando Pessoa, porque cualquier fragmento invita a la reflexión. Es un texto difícil de clasificar. ‘El mundo como voluntad y representación’, de Arthur Schopenhauer, en el que presenta su sistema filosófico. Schopenhauer es un prosista exquisito, aun escribiendo filosofía pura. Ese libro puede verse también como una novela total: es una explicación del universo discutible en términos científicos, pero hermosamente literaria.

¿Cuál es el autor que más relee?

Tal vez a Rulfo.

Su cita preferida de ese autor…

Más que una cita, lo que nos dio fue una lección de silencio literario y personal.

¿Cuál es el libro que recomendaría leer lo antes posible si no lo han hecho?

La Biblia. Ahí está todo: narrativa, alta poesía, filosofía, mitología, lecciones de ética.

¿Ahora mismo qué autor de su país recomendaría?

Pablo Montoya, por nombrar a otro. Una novela de un escritor vallecaucano que me gustó mucho: ‘El demonio en la proa’, de Edgard Collazos.

¿Quién es su héroe favorito en la ficción?

Ignatius Reilly de ‘La conjura de los necios’. Es el perdedor por antonomasia, aunque a mí me arrancó carcajadas y uno que otro sentimiento de ternura. En un mundo ávido de triunfadores, el perder también puede ser una estética. Sólo a partir allí, las contadas victorias cobran sentido.

¿Y en la vida real?

Lo fue mi padre, y lo sigue siendo, así ya no esté en este plano hace más de veinte años.

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