El pais
SUSCRÍBETE

La Sirga, del caleño William Vega, llega a las salas de cine

La ópera prima del director caleño Wílliam Vega, ‘La Sirga’, llega a las salas de cine después de presentarse en varios festivales de cine del mundo, entre ellos Cannes.

8 de agosto de 2012 Por: Alberto Posso Gómez. Especial para El País

La ópera prima del director caleño Wílliam Vega, ‘La Sirga’, llega a las salas de cine después de presentarse en varios festivales de cine del mundo, entre ellos Cannes.

En el rostro de Alicia ya no hay cabida para las lágrimas. Un extraño rictus de asombro se advierte en sus pequeños ojos negros. En lugar de fiesta de quince, la adolescencia la recibe con la matanza de su familia. Ella huye despavorida por el páramo de Quisinmayaco en medio de temperaturas heladas y terrenos fangosos, con un saco de lana y unas botas pantaneras como único equipaje.Va en busca de la única familia que le queda, su tío y su primo. Espera hallar un rinconcito en el derruído hostal que ellos poseen en las orillas de la Laguna de la Cocha y que algún día estuvo asediado de turistas que querían llevarse todas las fotos y recuerdos. A lo mejor, si Alicia le impregna esa energía positiva a su tío, los tiempos de fortuna y dinero vuelvan a verse por estos lados. No será tan fácil como lo pintan los sueños de una niña que se convierte en mujer entre la zozobra y el dolor de la guerra. Se agarra a una esperanza para suponer que su vida cambiará. Pero el odio humano sigue interponiéndose entre sus ilusiones y la realidad.‘La Sirga’, pieza de culto, cuyo tono naturalista llega al extremo de parecer un docu-drama, constituye el debut como director del caleño Wílliam Vega, quien ingresó al cine como asistente de dirección de Óscar Ruiz Navia en ‘El vuelco del cangrejo’.Graduado de la Universidad del Valle y especializado en Guión para Cine y Televisión en la Escuela Superior de Artes y Espectáculos de Madrid, Vega se encontró con la Laguna de la Cocha y su ancestral magia, debido a su trabajo en la televisión estatal. De la conexión física y mental con este inmenso humedal (el segundo más grande del país, después de La Tota), surgió el aplaudido cortometraje ‘Simiente’, que obtuvo el premio a mejor fotografía en el Festival In Vitro Visual 2011, y se convirtió en plataforma para la realización de ‘La Sirga’.“Recuerdo leyendas de pueblos, dioses, héroes y mártires indígenas alrededor de las lagunas, lugares de Los Andes por siglos epicentros de sabiduría, conservadas gracias a la tradición oral. Es el punto de partida para crear mi propia leyenda”, apunta el realizador caleño.Su película, en lenguaje contemplativo y centrada visualmente en un panorama hermoso, pero rígido y triste, resulta ideal para la carga de sombría emotividad del relato, convirtiendo la obra en una ‘rareza’ de gran personalidad artística y sociopolítica, pero poca atractiva para el público popular. ‘La Sirga’ es una cinta del “cine militante”, un grito de angustia del realizador en torno a la pesadilla que viven diariamente miles de colombianos. O como él bien lo define: “Más allá del espacio, es la manifestación de asombro por la gente del lugar”. “Campesinos con un legado indígena que hoy resisten ideológicamente para que sus tradiciones existan y sigan existiendo, para que la relación con la tierra y con el hermano sea limpia, pura y se extienda así por todos los tiempos y todos los espacios. Una comunidad con una propuesta de transformación del pensamiento y las relaciones, que otros hermanos desconocen. Hermanos que hieren la tierra y la desangran”, puntualiza Wílliam Vega.La historiaAlicia está desamparada. El recuerdo de la guerra llega a su mente como amenazantes truenos. Desterrada por el conflicto armado intenta rehacer su existencia en La Sirga, un hostal decadente a orillas de una gran laguna en lo alto de Los Andes, que pertenece a Óscar, el único familiar que conserva con vida, un viejo huraño y solitario. Ahí en una playa fangosa e inestable buscará echar raíces hasta que sus miedos y la amenaza de la guerra reaparezcan de nuevo. En medio del panorama gris de la Laguna de la Cocha, en el departamento de Nariño, se cuenta una vívida e íntima historia lacustre enmarcada en el devastador conflicto bélico colombiano.

AHORA EN Entretenimiento