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Julio Sabala, el cuarto en discordia en 'Yo me llamo'

El imitador Julio Sabala será jurado en las convocatorias de ‘Yo me Llamo’. Mientras Amparo Grisales y Jairo Martínez se dan una tregua, él será la ‘piedra en el zapato’. El programa se estrena hoy.

10 de febrero de 2014 Por: Isabel Peláez | Reportera de El País.

El imitador Julio Sabala será jurado en las convocatorias de ‘Yo me Llamo’. Mientras Amparo Grisales y Jairo Martínez se dan una tregua, él será la ‘piedra en el zapato’. El programa se estrena hoy.

Julio Sabala, en palabras de Ernesto Calzadilla, “le va a poner muchos ingredientes a la tercera temporada de ‘Yo me llamo’: su experiencia, es el hombre de las mil voces y las mil caras, es reconocido en el mundo como el mejor imitador, tiene una rapidez mental increíble, un sentido del humor maravilloso, muy querido, es gente”.El País habló con el imitador dominicano, quien será jurado en la primera parte del programa: las convocatorias.¿Cuál será su papel en el programa?Seré como soy yo, pícaro, irónico, cualquier cosa la contesto con guante blanco, no me gusta perder la elegancia ni los papeles. En este negocio el que se enfada pierde. Soy vertical y piso con firmeza, porque después de 25 años, lo que hago y lo que tengo no es por casualidad, sino producto de una disciplina, un talento y unos conocimientos que se han cultivado con el tiempo. ¿Qué trae de nuevo para ‘Yo me llamo’?Vine como el cuarto en discordia o en concordia. Y reconozco que me he divertido sembrando la cizaña, hacía falta para que el programa no fuera lineal. ¿Ha sufrido imitando a un personaje?He sufrido al lado de Amparo Grisales.¿Por qué? ¿Pelearon?Tuvimos una pequeña bronquilla que no se vio en cámara. Es que está mal acostumbrada a tener un rol y a llevárselo a casa. Con mi criterio y con mi autoridad en la materia no puedo pasar en alto muchas cosas en donde mis conocimientos técnicos son de eficacia aprobada. Yo he venido a aportar esa concordia a través de la discordia y no a robar protagonismo. No tengo esos problemas de colgarme de nadie, porque mi protagonismo está asegurado con el peso de mi trabajo. Ella es así, ese es su personaje, se lo respeto, le ha funcionado, pero Julio Sabala también tiene sus parámetros y no puede permitir ninguna irreverencia por dama que sea, porque no hay caballero sin dama.Ella lo acusa de tener un humor muy negro...Yo tengo de todo tipo de matices y el humor negro lo sé dar con guante blanco, que es lo que a ella la saca más de quicio.Entonces se sacan de quicio mutuamente...Yo intento ser lo más caballero, lo más educado, lo más diplomático posible. Eso verán en el formato. Posiblemente le haya aportado a doña Amparo Grisales corregirle reiteradamente que muchas veces nuestros errores son nuestras virtudes llevadas al extremo. La sinceridad es una virtud, pero llevada en un extremo de manera agresiva es falta a la caridad y lastima. Yo tengo principios muy claros, que cuando no están acordes me salta el fusible. Y mi mensaje a Amparo es que sepa administrar sus virtudes, porque todo en la vida se puede hacer y decir, pero depende la forma cómo lo diga. Ella es un ingrediente del programa, pero si abusa de eso o se lleva el personaje a casa... No se puede vivir del personaje permanentemente y en guerra con el mundo. Ella lo ha aprendido: subió el nivel de ironía, inclusive en mis discusiones con ella me ha saltado con unas genialidades dignas de aplaudir y le he dicho: “En esos términos dialécticos es que quiero discutir contigo”.Cuéntenos una de esas genialidades ...Tuvimos un encontronazo y yo le dije “amor, yo no soy un adversario, soy un cómplice tuyo y un admirador de tus encantos”, pero como yo antes me había acalorado en un chat, ella me dijo: “Señor Sabala, me pide que baje el hacha, pero usted también tiene que revisar la suya, porque cuando la levanta tiene más peligro que Jack Nicholson en ‘El Resplandor’”. Yo le dije, “qué hermoso es que el que ande con cojo, al año cojee. El nivel de ironía se disfruta más que lo evidentemente agresivo, facilón y panfletario”.¿Y cómo es su relación con Jairo y con Luz Amparo?Le tengo que pedir disculpas a Jairo, porque puse unas piedritas para que se formara el m... pero eso forma parte de mi misión de poner la sal y la pimienta, debo respetar los parámetros de mi personalidad, una monja no soy y las grandes cadenas me han contratado para que aporte mi ironía y mi capacidad de sátira. Y a Luz Amparo la adoro, es como mi hermanita hermosa, entre ella y yo tenemos los sentimientos más lindos de admiración y respeto. Y Calzadilla es un amor, soy su hermano de color, es cariñoso, espontáneo, bromista, tolerante, caballero.¿Cuál ha sido el personaje más difícil de imitar? He tenido varios obstáculos... Ser alto como Juan Luis Guerra, bajito como Sammy Davis, blanco como Michael Jackson, guapo como Ricky Martin y gordo como Pavarotti.¿A qué personajes está en deuda por imitar?Hay dos, que me lo han exigido, Camilo Sesto y Ricardo Montaner. Camilo me lo puso como reto: “A todos los imitas menos a mí” y dijo como Amparo Grisales: “¡Ja!” (levanta la cabeza, como la diva).¿Con quién le gustaría tomar un café?Con Amparo Grisales, porque estábamos tan amigos y terminamos enemistados casi, o ella enemistada conmigo. Yo le diría, “como la última bronca nuestra está grabada, revísala, mira la secuencia y busca lo que te dije que yo dije que no dije”, que la mire.

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