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Su estilo lo ha llevado a tener fuertes enfrentamientos con otros periodistas deportivos y con dirigentes de fútbol como Álvaro Gómez Alzate, de quien Mejía ha cuestionado sus procederes. | Foto: Foto: Archivo de El País

DEPORTES

Iván Mejía confiesa por qué se retira de la radio en su "mejor momento"

El periodista Iván Mejía se retira “en su mejor momento” después de 50 años de carrera para tomarse un año sabático.

30 de diciembre de 2018 Por: Redacción de El País

Fueron 50 años de carrera en los que el periodista caleño Iván Mejía Álvarez estuvo en los medios de comunicación donde logró fidelizar una audiencia que lo convirtió en uno de los periodistas deportivos más escuchados del país.

Sus seguidores lo admiran porque en diferentes oportunidades dijo, de manera directa, las verdades que algunos no quieren oir, y sus críticos rechazan la forma en que manifiesta sus opiniones. De odios y amores, así ha sido Iván Mejía durante sus 50 años de carrera, la cual llegó a su final hace dos semanas cuando anunció de manera definitiva que se tomaría un año sabático y se alejaría de los medios de comunicación.

“Me voy por un año sabático, si en octubre o noviembre del 2019 veo que esto es una enfermedad, un vicio, pues vuelvo”, dijo el periodista, hincha del América de Cali, en los micrófonos de Caracol Radio.

En entrevista con El País, Iván confesó los motivos de su retiro, explica por qué se ganó el respeto del periodismo colombiano, habla de sus nietas y recuerda algunos de sus mejores momentos en los nueve Mundiales de Fútbol que cubrió.

¿Por qué dice que se retira en su mejor momento?

Porque me voy con un programa absolutamente líder con un registro de 594 mil oyentes, lo que lo hace el programa número uno del país. Me voy por gusto, no porque me esté yendo mal. Tomé la decisión con mi familia, decidí darme un año sabático porque quiero descansar. Estoy un poco saturado y quiero ver otras alternativas.

También dijo que quiere compartir con sus nietos, ¿qué tanto pesa esa ausencia en la familia?

Pesa demasiado, sobre todo al final cuando te das cuenta que pasó la vida y nunca saliste con tus hijos. En 50 años de periodismo, mínimo 40 sábados más domingos y festivos cada año estuve dedicado a trabajar. Recuerdo que no pude estar con ellos en su infancia.

Es por eso que quiero disfrutar más a mis nietos porque ellos son mi alegría. Quien trabaja sábados y domingos sabe lo que he dejado y he perdido en la vida. Hoy soy un abuelo enfermizo, adicto a los nietos.

¿Había pensado retirarse antes?

Sí, lo había pensado hace dos o tres años. Le alcancé a contar a mi esposa y ella me dijo “todavía no es hora”. En diciembre pasado, en plenas fiestas de Navidad, les dije que me iba a retirar y me dijeron que era perfecto. Ahora estoy cumpliendo lo que anuncié en enero.

¿Qué le han dicho sus compañeros?

Cada uno tendrá su visión del retiro. Unos dicen que es muy temprano, otros que esta bien. Lo que opinen es lo que menos me importa.

¿En el año sabático a qué se va a dedicar? ¿Qué extrañará?

Voy a extrañar todo porque retirarse después de 50 años de trabajar no es fácil. Me costará mucho ver partidos y no comentar, opinar y pasar a ser un ciudadano anónimo. Tendré que enseñarme a que mi opinión no cuenta.

No volveré a opinar pero seguiré viendo fútbol, leyendo cosas de fútbol, porque eso es lo que me gusta.

¿Qué siente al repasar todo lo que hizo durante su carrera?

Satisfacción del deber cumplido, de irme siendo un profesional en lo que hago. Me voy enteramente feliz de lo que he hecho.

¿Se queda con la televisión o la radio?

Me quedo con la prensa. Lo que más me gusta es escribir. Mi primer oficio en los medios fue ese. Me metí como corresponsal en La Patria y luego en La República. Escribir es lo que más me gusta y lo que actualmente menos hago.

¿Por qué cree que se ganó el respeto del periodismo en Colombia?

Porque las personas contestatarias, sin pelos en la lengua, que son capaces de decir lo que piensan, que no tienen compromisos comerciales ni complejos mentales cuando deciden decir las cosas terminan ganando. A mí el periodismo arrodillado no me gusta.

¿Cuál es el momento que más recuerda de los mundiales que cubrió?

No puedo con uno solo. Son 50 años con muchas alegrías, nueves mundiales y muchas Copas América. También muchas derrotas y decepciones.

De esos nueve mundiales, ¿recuerda alguno en particular?

Recuerdo dos episodios: El gol de Freddy Rincón en el estadio San Siro. Ese día me quería morir y se cayó la silla donde yo estaba porque salté encima de ella con Fabio Poveda. El segundo momento que más recuerdo fue el gol de James Rodríguez que me hizo llorar en la cabina del Maracaná, en el Mundial de Fútbol de Brasil 2014.

Usted nunca tragó entero, ¿quién le enseñó a ser así?

Leer, leer y leer me hizo entender que el mundo no es lo que los demás quieren que uno crea, sino lo que uno cree que es.

¿En su familia también es así?

Siempre, no creo en versiones oficiales. No digo que soy mal pensado, pero creo que siempre hay que analizar. Soy absolutamente desconfiado.

¿Qué le dice a sus oyentes, televidentes y lectores?

Que mil gracias por acompañarme en este recorrido. Son muy generosos, son 50 años de trasegar periodístico, a los que les ha dolido, lástima. Y a los que les alegra, que se queden tranquilos, que me voy sin rencores ni tiempo para amarguras.

Y a la nueva generación de periodistas...

Que hay que cambiar el chip. Lo correcto no es lo que están haciendo ahora.

Los programas de espectáculo, de gritería y de camisas chillonas no representan el fútbol. Hay que pensar, razonar y analizar. Hay que creer menos en Google como medio de información y volver a las fuentes, volver a hablar con los personajes. Hoy cualquiera que lee Google se cree periodista y eso no es.

¿Seguirá viendo los partidos en mute?

Sí, por supuesto, ahora más que nunca. Además ya es una costumbre instaurada.

De vez en cuando hay unas personas que me gustan y las veo. Yo ya no necesito que nadie me diga qué está pasando en la cancha y menos ahora que no quiero la información porque voy a estar más desconectado de todo lo que pase. Eso sí, voy a seguir viendo fútbol, pero voy a seleccionar más los partidos que vea.

Sus amigos

Muchos fueron los periodistas que compartieron cabina o set al lado de Iván Mejía. Uno de ellos es Hernán Peláez, con quien realizó durante una década y media el programa ‘El Pulso del Fútbol’ por la señal de Caracol Radio.

“Es probable que Iván Mejía crea que ha cumplido un ciclo. Yo particularmente creo que no porque este es un vicio, más que un oficio y él estuvo siempre detrás de un micrófono con su estilo y su lenguaje propio. Yo sé que la familia y los nietos llaman, pero también creo que la nostalgia lo atrapará en algún momento y regresará para el bien de sus oyentes”, fueron las palabras de su compañero y amigo Hernán Peláez cuando conoció la noticia de que Iván se retiraba.

Otro compañero de mil batallas de este caleño, nacido en septiembre de 1950, fue el periodista César Augusto Londoño, con quien trabajó en Caracol Radio y en el canal deportivo Win Sports. “Te he aguantado durante muchos años y he sido testigo de la manera en que tu genio ha cambiado para bien. Espero que en este retiro disfrutes, te goces la vida.

Te vamos a extrañar porque te queremos y hemos aprendido mucho de tu periodismo. Solo los toreros, los circos y los periodistas se van pero vuelven. Ojalá regreses algún día”, fue el mensaje de César Augusto en sus redes sociales.

“Iván Mejía es un periodista único en su estilo. Nos dejó enseñanzas como dar la alineación siempre de derecha a izquierda para orientar al oyente, o las voces del domingo cuando se jugaba únicamente los partidos de fútbol el fin de semana. También le aprendí que siempre hay que confirmar la noticia pero no convertirse en un vocero o en un periodista solo de fuentes oficiales”, fueron las palabras de Diego Rueda, periodista de Caracol Radio.

Las polémicas

Quizá la más famosa fue esa que pronuncio sobre Falcao: “ese muchacho es un exjugador, que se retire ya”, dijo Iván Mejía de Radamel Falcao García en octubre de 2015, cuando del mayor goleador de la Selección Colombia atravesaba una de sus más duras rachas profesionales con el Chelsea de Inglaterra.

Así lo dijo: “un exjugador”. Como ha sucedido siempre con aquellas cosas que Mejía dice, hay aplausos de un lado y vituperios del otro. Para el caso particular de Falcao, menos de un año después ‘El Tigre’ sería de nuevo goleador de la Liga Francesa y llevaría a su equipo, el Monaco, a Cuartos de Final de la Champions League.

Habrá que suponer que Mejía tiene derecho, como los mortales a su alrededor, a equivocarse.

En todo caso, Iván Mejía es un tipo que ha hecho de la polémica una casi filosofía. Son muchas, demasiadas, las frases que ha pronunciado con cierta impunidad a lo largo de su carrera y que luego han resonando en portales web, en cadenas de radio, en conversaciones entre amigos que lidian con esos insolubles problemas de determinar quién es mejor, si Messi o Ronaldo, y terminan por hablar de la última frase de Mejía.

El más reciente de sus pronunciamientos estuvo refererido a Jeison Murillo, el jugador caleño que hace menos de dos semanas llegó al Barcelona. “Murillo no tiene ropita para estar en el Barcelona”, dijo Iván, en una sentencia en la que lo más claro era la descalificación que el periodista hizo del jugador de fútbol, pero en la que no resultó del todo comprensible esa referencia a “no tener ropita”.

¿Acaso se trató de alguna alusión de naturaleza clasista al origen humilde de Murillo? ¿Una metáfora demasiado oscura que realmente se refería a lo que él consideraría la incapacidad futbolística del defensa para militar en el Barcelona?

En Twitter miles de usuarios salieron a desaprobar sus palabras, otros tantos a reír y otros a manifestarle su admiración.

Es lo que sucede cada vez que publica cualquiera de sus opiniones en sus redes sociales o cada vez que entrega un dato que - dice él - ningún otro periodista en el país tiene: recibe miles de ‘likes’, de retweets, de compartidos, de comentarios.

Y tal vez en eso resida la razón de su inmensa popularidad entre los aficionados al fútbol en todo el país. Porque las polémicas son muchas, y se suceden con tanta naturalidad y frecuencia, que no es improbable que sus oyentes y televidentes y seguidores estén siempre a la espera del escándalo de turno.

En 2015 estuvo a punto de irse a las manos durante la emisión de su programa televisión - que se llama ‘La polémica’ - con el extécnico Hugo Gallego solo por un desacuerdo en sus opiniones respecto a la Selección Colombia.

En septiembre de 2017 discutiendo sobre quién debería ser el capitán de la Selección, se burló del problema de tartamudez de James Rodríguez. Hace menos de dos meses, en su popular programa ‘El pulso del fútbol’, comentó a propósito de la transexual de 25 años que representó a Mongolia en Miss Universo: “¿Usted sabe cuáles son las medidas de la reina de Mongolia? 91, 60, 92 y 17 centímetros”, y durante el 2018, refiriéndose a un programa de la competencia televisiva en el que participaba Hernán Peláez, dijo que se trataba de “otro de los fracasos del mundial”.

Las controversias son muchas, demasidas.

Una búsqueda simple en internet puede arrojar resultados como “Las frases más polémicas de Iván Mejía” o “Las peores frases que Iván Mejía ha dicho contra James Rodríguez” o “Iván Mejía le da con todo a...”, y aparecen nombres diversos de jugadores, técnicos, árbitros, dirigentes de fútbol.

Es su naturaleza, la de provocador. Eso es lo que se ausenta del periodismo deportivo colombiano con el retiro de Mejía. Es el retiro de un hombre que nunca se agotó de dar polémicas.

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