El pais
SUSCRÍBETE

Hoy llega a las pantallas de cine el filme caleño 'Petecuy'

Conozca cómo les ha cambiado la vida a sus protagonistas.

11 de diciembre de 2014 Por: Redacción de El País

Conozca cómo les ha cambiado la vida a sus protagonistas.

Dos protagonistas muertos por cuenta de la violencia en las calles, dificultades a granel y años de espera, fueron parte del Vía Crucis que vivió el realizador caleño Óscar Hincapié antes de cumplir su sueño: el estreno de ‘Petecuy, la película’. Hincapié reconoce que, al principio, quería mostrar como periodista un proceso: “Había dos pandillas que buscaban el control del barrio y llegó al lugar un cura poco convencional: de gomina en el pelo, cara de bandido y que andaba con chaleco antibalas. El cura nos abrió la puerta y entramos en el barrio. No teníamos intención de hacer una película y al encontrarnos con tantos personajes empezó todo”. Así el cura y los muchachos del barrio, en medio de los conflictos de las pandillas se hicieron actores. Hoy, la gente del barrio cruza los dedos para que la taquilla no sea un verdugo del sueño de estar en pantalla gigante. ¿Después de siete años de insistir, ‘Petecuy, la película’ en qué se convirtió: en obsesión o en necesidad?Se convirtió en una responsabilidad. Cuando vimos la transformación de vidas de la gente que había estado en el proyecto, generó la responsabilidad de seguir y apostar por el cine social. Hacer el corto 'Ojo Salomé' para conseguir recursos, ¿fue buen negocio?Total. Con él participamos en festivales. Y una de la cosas bonitas es que a uno de los actores, a Héctor Lucumí, lo vieron en Rusia y lo llamaron para una película de acción. En Rusia se conoció con la maquilladora y sin hablar ni jota de ruso, se entendieron y hoy viven felices en La Calera. Tienen un 'rusito'. ¿Y qué otras vidas han cambiado gracias a esta producción?En ‘Petecuy’ han participado cerca de 80 personas. La violencia nos ha arrebatado a muchas personas, pero nosotros le hemos arrebatado a la violencia una buena cantidad. Los casos de éxito, por citar algunos son Abraham Villada 'Caremuñeca', que vivía en la calle y hoy es un actor que ha participado en películas como 'Perro come perro', 'El cartel de los sapos', 'Amores peligrosos', entre otros. Y con el estreno, todos quieren fotos con él, es un divo. También está James Mina, él hizo la banda sonora con César Mora; y ahora es un cantante con presentaciones en todo el país; o Steven Quiñónez, a quien le pagamos un curso de escolta, pero se aburrió y ahora estudia para ser chef. ¿En verdad, a usted sí lo amenazaron de muerte?Sí. Cuando matan al protagonista ‘Gordualex’ llega 'Marlon', el nuevo líder y le digo que no hay película porque no había protagonista. Y él me dijo: “Hay película porque hice un pacto con 'Gordualex' y ese pacto es sagrado. Si usted deja el barrio tirado y la película, yo lo pelo”. Me decían que yo tenía la responsabilidad de seguir. “Aquí las vainas son serias y tiene que cumplir”, recalcaban. Así que seguí con la película casi que obligado. Además, de ser fiel a la palabra, ¿qué más ha aprendido en Petecuy?De todo. He aprendido lealtad, amistad, el valor de la alegría y del arte. ¿Y qué lecciones nos quiere dejar a los espectadores?Mostrar que el arte y ‘Petecuy, la película’ es una experiencia exitosa de resocialización. Y que es susceptible de réplica en otras comunidades. ¿Con su película quiere poner el dedo en la llaga del problema social que hay en varios sectores de Cali? Llego a poner ‘mertiolate’ en la llaga, a descontaminar, desinfectar y sanar. Creo que 'Petecuy' es una ilusión para la gente. Tenemos grandes problemas sociales en el país pero también tenemos la capacidad de recuperarnos y de hacer las cosas bien. Debemos dejar de darle toda la responsabilidad al gobierno y mirar que desde nuestras acciones individuales podemos construir paz.

AHORA EN Entretenimiento