La otra, la querida, la moza, así la llaman. Conozca el perfil sicológico de la amante, el listado de las tristemente célebres y el drama al que se someten.
Adalia Briñez salió del anonimato a los memes, al protagonizar un escándalo en la vía pública y un video en las redes sociales. Allí increpa a su marido Luis Alberto Díaz, al encontrarlo en un vehículo de su propiedad con la amante: Baja a esa vagabunda de mi carro, le dice, mientras forma un trancón en una calle del centro de Ibagué, Tolima.
Los conductores que en un principio se quejan a bocinazos por el suceso y los transeúntes, al conocer las razones de Adalia, se solidarizan con ella al punto de vitorearla y animarla a romper el parabrisas del auto, incluso le pasan un rodillo. La tercera en discordia tuvo que ser retirada del lugar por agentes de la policía.
No es un caso de ficción, pero sí parece propio del programa Laura en América, solo falta que Laura Bozzo anuncie ¡Que pase la amante!. Y seguramente la conductora del talk show preguntaría: ¿Por qué una mujer joven y bella, sabiendo a lo que se expone y pudiendo aspirar a más, se arriesga a ser la otra, la suplente, la moza?
Aunque para la sociedad sean las malas, las quita maridos, las queridas, entre otros adjetivos despectivos, lo que muchos no saben es que estas mujeres experimentan, en su papel de amantes, una historia muy dura para afrontar. La inmensa mayoría de ellas tiene problemas de muy baja autoestima, y les permiten a los hombres tenerlas como segunda opción por temor a no merecer nada mejor, expresa Gina Ardila, entrenadora de vidas.
¿Qué motivaciones puede tener una mujer para entrar a una relación en calidad de amante? Para el sacerdote Alberto Linero, autor del libro ¿Qué tiene ella que no tenga yo?, hay muchas situaciones que entran en juego. Una de ellas es la necesidad de algunas mujeres, que han sido muy controladas, de ir en contra de lo establecido. Ellas reconocen y están dispuestas a sufrir y a vivir lo que se venga. La mujer que acepta estar con un hombre casado tiene conciencia de que no tendrá una relación funcional, sana y equilibrada; sabe que va a ser rechazada y criticada. Sin embargo, cree estar haciendo lo que muchas quisieran hacer.
Y aunque algunos piensen que el factor económico prima en las motivaciones de una mujer para aceptar ser la otra, el psicoterapeuta y máster en psicoanálisis Lucio David González considera que lo que prima es la creencia de la existencia de hombres perfectos. Busca llenar su vacío existencial con alguien que le brinda un goce prohibido, cuya verdad se filtrará en la familia, generando una soledad hacia sus seres más queridos y viviendo una agonía familiar.
Según González, una mujer que acepta la condición de amante, se expone a que su hijos sigan un modelo en su adultez que repite la historia.
La mujer desde niña carga un vacío de amor de la madre, ya que la madre inconscientemente está más pendiente del varón. Esta niña busca al padre, pero él no está en casa (está buscando llenar su vacío con múltiples trabajos u otras mujeres), ella crecerá y buscará al hombre que nunca tuvo y descubrirá que ese hombre, en el que confió que la llenaría, está más vacío que ella. Y surge la soledad, añade González.
Las canciones para la otra Amigos con derechos. Jhon Alex Castaño. A esa. Pimpinela. La Moza. Silvestre Dangond. Si te vas. Shakira. Esposa y una querida. Hermanos Lebrón.Caricias prohibidas. Frankie Ruiz.Vete con ella. Marisela. Amada amante. Roberto Carlos. Tarde lo conocí. Patricia Teherán. Bandida. Charrito Negro. El amante. Daddy Yankee ft. J Álvarez.Infieles bajo la luna. Don Omar. De profesión, tu amante. Eddie Santiago.
Llenando vacíos
¿Y cómo manejan la soledad algunas mujeres?, continúa el psiquiatra, antiguamente algunas se llenaban de hijos, ahora se llenan de títulos, una carrera, una especialización, luego una maestría, o cambia de hombre. Va con uno y otro, y otro, y no encuentra lo que busca. Es una vía que la puede llevar a ser la amante, creyendo que allí está el camino, pero lo que se encuentra es un goce fantasmagórico, condenado a sucumbir, pues el hombre la dejará y continuará con su esposa, en la inmensa mayoría de los casos.
Con contadas excepciones, como Camila Parker y el Príncipe Carlos, Isabel Presley y Mario Vargas Llosa, Angelina Jolie y Brad Pitt, el final feliz entre la amante y su objeto del deseo es poco frecuente.
Cuando las personas tienen capacidades para salir de las crisis (resiliencia), pueden reorganizar su vida, explica González, especialista adscrito a Coomeva. Y agrega: Puede ser que la misma amante renuncie a este triángulo amoroso al percatarse de las incompletudes que nunca se llenarán.
Es que los efectos de ser la otra van más allá del señalamiento público, en opinión de la sicóloga Frauky Jiménez.
Ella sufre ansiedad, depresión, ira contra sí misma. Está acostumbrada a ser irrespetada y tratada como objeto sexual, y a veces debe resignarse a envejecer sola o infeliz.
Para la sicóloga Jiménez se debe mirar la historia de mujeres que provienen de hogares con padres machistas, dominantes y violentos a nivel físico con sus mamás, por eso ellas al salir de sus casas aceptan cualquier relación, así sea dañina, pues fue el ejemplo que se les dio.
Otras, argumenta la especialista en parejas, tienen una autoestima tan lastimada que se justifican pensando: Soy mejor que su esposa, yo sí le sé dar amor, yo sí lo hago feliz, y esto las convierte en amantes obsesivas, que quieren quedarse con un hombre a costa, incluso, de los hijos de este. Son mujeres que no soportan las pérdidas afectivas, probablemente las vivieron en la infancia al tener un padre que prefería a la mamá o a sus hermanas.
También hay quienes deciden ser la amante porque solo les interesa tener aventuras y no compromisos serios con un hombre, les gusta sentir la adrenalina y la pasión de lo prohibido. Pero cuando la relación con su amante deja de ser interesante, lo dejan.
Si bien hay quienes le sacan el mayor gusto a esta condición, otras antes que gozar sufren. No se sufre por otro, se sufre por lo que uno mismo le está permitiendo al otro hacer con uno. Muchas veces deseamos que ese otro nos dé un lugar en su vida, pero nadie le da a uno un lugar, es uno mismo quien se lo da, concluye Gina Ardila.
Amantes de ficciónEn la literatura está Anna Karenina, el personaje inmortalizado por León Tolstoi, que en el siglo XIX halla la desdicha por cuenta de haberse convertido en amante de un hombre joven, mientras ella aún estaba casada.Jennifer Aniston, en Sin Control, es la amante, el infiel es Clive Owen y la engañada es Melissa George.En Atracción Fatal Glenn Close es la amante, Michael Douglas el esposo infiel y Anne Archer, la esposa.Scarlett Johansson fue la otra en Match Point, Johnathan Rhys-Meyers le era infiel a Emily Mortimer. Otra amante recordada es Sharon Stone en Diabólicas, donde el infiel es Chazz Palmineteri y la esposa, Isabelle Adjani.