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El director artístico del Grupo Niche, José Aguirre, recibió el título honoris causa de maestro en música, otorgado por la Icesi

Durante la ceremonia, el Maestro Aguirre contó cómo su vida y su carrera no fueron fáciles, y envío un mensaje a sus compañeros de grado, reunidos en el Centro de Eventos Valle del Pacífico.

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José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI.
José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI. | Foto: Bernardo Peña/El País

7 de ago de 2025, 11:41 a. m.

Actualizado el 7 de ago de 2025, 11:41 a. m.

Nervioso y con la mente puesta en su mamá, Alba Ocampo, viuda de Aguirre, conmovido y exultante de alegría, el maestro José Aguirre, a sus 55 años, recibió el título Honoris Causa como maestro en música, de la Universidad Icesi, ayer en una emotiva ceremonia, en el Centro de Eventos Valle del Pacífico.

El director artístico, productor, arreglista del Grupo Niche y trompetista, llegó de birrete, saco, pantalón y tenis, acompañado de sus hijos, el músico del Berkeley College, Juan José, y Christian, ya graduado de ‘high school’, y de su esposa, la cantante y gestora cultural, Adriana Chamorro.

En el que describió como “un momento muy bonito y uno de los más felices de mi vida”, el maestro le agradeció a su mamá este nuevo logro en su carrera artística, el más importante para él: “Mi madre es una santa, yo estudié por ella, ella fue la que me dijo: ‘tiene que estudiar’. Esa niñez nuestra, de vereda en vereda cuando éramos campesinos, fue muy difícil, muy fuerte, hasta que a los 10 años me encuentro, por primera vez, la música de frente. Mi padre, cuando le dije que iba a ser músico, me dijo que ‘cogiera oficio’ que eso no era carrera y que me pusiera a trabajar en otra cosa. Pero mi madre siempre estuvo allí”.

José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI.
José Islen Aguirre Ocampo nació en Pereira el 16 de agosto de 1970, pero se considera caleño y quiso que sus hijos nacieran en esta ciudad que lo vio nacer y crecer como músico: la capital mundial de la salsa, el género del cual ha sido un gran abanderado. | Foto: Bernardo Peña/El País

“Cuando me fui a vivir a Cali, mi mamá me apoyó, es un bastión muy importante, le pido a Dios, me le dé muchos años para amarla y honrarla como se lo merece, tiene 79 añitos, vive en Pereira, la operaron de un ojito y no pudo estar aquí, pero está muy contenta sabiendo lo que está pasando”.

Aguirre, en su discurso de graduación, dirigió unas palabras, que como dice su éxito con el Grupo Niche, fue algo que se quedó para siempre grabado en el corazón de los graduados y en sus celulares.

Habló de las primeras veces, como esta, su primera vez en un escenario académico: “Me encantan las primeras veces y hoy es mi primera vez en un escenario en este contexto. Yo soy fruto del sistema de Bandas Juveniles del departamento de Caldas, que crearon en los años 80”, dijo mientras recordó a su maestro Alonso Quintero, profesor de música de la banda sinfónica del colegio. “Pasó por el salón diciendo: ‘Soy el profesor de música y quienes quieran estudiar conmigo lo van a hacer en las clases de dibujo técnico y manualidades. Yo bien malo para todo lo que requerían aquellas cátedras, vi la oportunidad para eludirlas y dije: ‘¡Música! debe ser mejor que eso’ y levanté la mano”, rememora.

Fue así como conoció los instrumentos: trompetas, trombones, clarinetes, saxofones, bombardinos, tubas, flautas, la dotación de una banda sinfónica, y empezó a recibir las clases. “Es ahí cuando se me parte la niñez. Tenía 10 años y cursaba primero de bachillerato.Desde ahí no fui el mismo nunca, la música se convirtió en mi todo, la mejor manera de escapar a muchas cosas: una difícil situación en casa, de maltrato familiar hacia mi madre, mis hermanos y yo, y una pobreza absoluta. De pequeño, me orinaba en la cama por el frío que pasaba en las noches, eso sucedió casi hasta los 12 años, pero empecé a estudiar. Salía del colegio a la una de la tarde y me iba a casa a seguir pensando en lo que me enseñó el profe de música, a recordar, porque no tenía un instrumento para practicar. Pensar en comprarlo era como querer hoy en día, ir a la luna en un cohete de Elon Musk a dar un borondo” (los graduados y profesorado ríen).

José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI.
José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI. | Foto: Bernardo Peña/El País

Contó que por las noches, ensayaba la banda en el colegio, “me iba a verlos ensayar y a soñar con el día en que me llamarían a ser parte de esa élite de estudiantes. Mi profesor, viendo esas penurias y entendiendo mi fiebre por la música, me ofreció sacar una trompeta como si él la fuera a usar para poder practicar durante el fin de semana. Esto, a la postre, hizo que yo rápidamente escalara y me convirtiera en un aventajado estudiante”.

En menos de seis meses, confiesa Jose, “estudié como si fuera un náufrago pegado a su tabla de salvación. Entré a la banda y empecé a progresar, llegando rápidamente a la posición de primera trompeta, que en las bandas es el instrumento principal. Mi profesor cada vez más entendió y me ayudó, empecé a ver clases de armonía, orquestación, arreglos de música tradicional, porros, cumbias, gaitas, pasillos, bambucos, torbellinos... y empecé a hacer mis primeros trazos a los 12 años”.

Empezó haciendo arreglos que su maestro le encomendaba para los festivales de bandas en Caldas. Gracias a esto, su sueño empezó a tomar forma, el colegio lo becó y con sus ganancias empezó a pagar la renta de su casa, para ayudar a sus padres.

El día que José Aguirre se graduó como maestro en música  en la Universidad Icesi | El País Cali

A los 13 años, formó con sus amigos un conjunto para tocar música tropical, tocaban música de Pastor López, Lisandro Mesa, Joe Arroyo, Fruko y sus Tesos, y los contrataron en un sitio los viernes y sábados, “nos dijeron: ‘Pelados, aquí pueden tocar, para que se fogueen, pero no hay billete. Y aceptamos”. Esa fue su incursión en mundo tropical bailable y ahí llegaron las primeras fans.

En busca de otros rumbos, se fue a Pereira donde la noticia de “un pelado que toca y que escribe bien” hizo eco.

“Tocaba cada vez con mejores grupos, tomaba clases privadas con profesores amigos y gente que yo admiraba, les pagaba por la clase, hoy en día muchos de ellos son mis mejores amigos. “Aunque veía por mis padres, no me sentía pleno, sabía que necesitaba una capital más grande para desarrollar la carrera que soñaba. Y entre Bogotá, Medellín y Cali, escogió a la Capital Mundial de la Salsa, “tenía la música y los artistas que más me gustaban y que yo ya seguía desde lejos con los discos que podía conseguir con mis amigos. Cali tenía lo que me vibraba el alma: la salsa y la música del Pacífico”.

José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI.
El maestro José Aguirre estuvo acompañado por su esposa Adriana Chamorro y sus hijos Juan José y Christian. | Foto: Bernardo Peña/El País

Una vez en Cali, sin conocer a nadie, audicionó para la orquesta Caney, de son cubano, que giraba por el mundo, y pasó. “Desde que llegué, la luz de papá Dios me iluminó. El director, Jorge Huerta, me ofreció su apartamento. Ensayábamos en un garaje en la Campiña. Un día estábamos en la Sexta tomando un refresco y pasó un Mercedes Benz volado. Yo le había dicho que mi sueño era conocer a don Jairo Varela y me dijo: ‘Vé, ese es Jairo, ahí va en su carro’. Un par de meses más tarde, estaba en Europa con los del Caney: Milán, Londres, Barcelona, Bruselas, la primera vez que salí del país, fue como tocar el cielo con las manos”.

La otra primera vez que destacó Aguirre fue cuando le habló don Jairo Varela: “Un hombre de carácter fuerte y de personalidad temeraria — como me lo habían dicho tantos músicos—. Eso hizo que lo viera como un personaje imposible de acceder, sin saber que en poco tiempo se convertiría en su transcriptor, arreglista coproductor, trompetista y director de su grupo Niche, su amigo y confidente, y en quien descansó su mano en los más difíciles momentos de su vida.

En 1992 comenzó a hacer parte de esa historia: hizo con Varela alrededor de 11 álbumes. En 2002 pese a que se retiró de Niche y montó su propio estudio de producción, y estuvo más de 10 años fuera, siguió trabajando con él (Varela) en grabaciones. Llegó el 2012 y ocurrió lo que parecía lejano, murió el maestro Jairo.

En 2015, Yanila Varela, la hija del fundador del Grupo Niche, le propuso a Jose tomar la dirección artística de este.

Para los 40 años de la agrupación, él se dedicó a componer y a grabar: “Siempre escribí canciones, algunas las escuchó Jairo y le gustaron, pero no perdí mi tiempo mostrándole más. Todos sabemos que él era el mejor, era el papá de los pollitos”.

Así, el maestro Aguirre escribió el álbum ‘40’, hizo arreglos, produjo y tocó varios instrumentos, y con Algo que se Quede —un título que fue premonitorio, dice el maestro— se quedó para siempre en el corazón de los ‘nichistas’.

José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI.
José Aguirre recibió el título de maestro en música Honoris Causa por parte de la universidad ICESI. | Foto: Bernardo Peña/El País

Lo que pasó después, ya es historia: primer Latin Grammy para el grupo Niche, primer Latin Grammy para Aguirre como arreglista, productor, compositor y músico.

Y aunque ya había ganado Grammys con artistas como Marc Anthony, Diego El Cigala, Jennifer López, Thalía, Andrés Cepeda, Luis Enrique, La India, Tito Nieves, Cesaria Évora y varios más, se enorgullece en haber ganado el primer Latin Grammy para la salsa colombiana. Y con el mismo álbum, ‘40’, llega el Grammy anglo-americano.

Hoy el Grupo Niche, con la batuta de José Aguirre, hace las mejores arenas y salas míticas del mundo y participa en festivales de World Music, de jazz y de grandes exponentes.

Con Niche Sinfónico se repitió la historia: otro Latin Grammy para Grupo Niche y la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, escrito, arreglado y producido por José y su hijo: Juan José Aguirre, quien ahora es maestro de Berklee College of Music, de Boston, Massachusetts. Tanto a su hijos, como a los recién graduados en música y producción musical, de Icesi, les dejó un mensaje: “Las primeras veces no son perfectas, nos hacen dudar, tropezar, querer rendirnos, pero también nos enseñan que podemos, que vale la pena intentarlo, aún sin garantías, porque detrás de cada primer paso está la semilla de algo más grande, el cambio, el aprendizaje, la vida misma. Así que l cuando enfrenten una primera vez, no le teman, abrácenla porque es el inicio de algo que aunque no conocen, podría cambiarlo todo”.

Isabel Peláez. Escribo, luego existo. Relatora de historias, sueños y personajes. Editora de cultura, entretenimiento y edición de contenidos digitales.

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