El caleño Andrés Baiz habló sobre su tercera película, ‘Roa’

La película está basada en la historia de Juan Roa Sierra, supuesto asesino de Jorge Eliécer Gaitán, protagonizada por Catalina Sandino, y en la cual actúa el caleño Santiago Rodríguez.

Andrés Baiz va y viene. Primero rueda ‘Satanás’ en la capital colombiana, luego ‘La cara oculta’ en España, asiste a festivales de cine del mundo como Montecarlo, San Sebastián y Cannes, visita frecuentemente a Cali, y regresa a Bogotá para recrear ‘Roa’. Es la historia de Juan Roa Sierra, el supuesto asesino de Jorge Eliécer Gaitán, su tercera película con la que inaugura el Festival de Cine de Cartagena, el 21 de febrero. ¿Por qué se interesó por la historia de Juan Roa Sierra?Al leer ‘El crimen del siglo’, de Miguel Torres, lo que más me llamó la atención no fue la mirada de Jorge Eliécer Gaitán, que ya conocemos, que está en el billete de mil pesos y es una de las personas más importantes de nuestra historia, si no la mirada anónima de Juan Roa Sierra, del supuesto asesino. Un personaje complejo.Antes se interesó por Campo Elías Delgado, ahora por Roa Sierra y la Cara Oculta tuvo mucho de siniestra, ¿siente predilección por los personajes oscuros?Me interesan los personajes moralmente complejos. Aunque Roa es un supuesto asesino, a diferencia de Eliseo en ‘Satanás’, que es basado en Campo Elías, es noble, no lleva la guerra por dentro.¿Qué tanto de ficción hay en ‘Roa’?Está en un término medio entre la realidad y la ficción. Nadie sabe con certeza qué hechos tuvieron lugar el 9 de abril, hay una especie de canvas en blanco para cualquier artista discernir la historia y en qué cambió el curso de nuestro país. Es ficción desde su origen, porque hay mil versiones de lo que ocurrió. Eso se lleva al libro y luego al cine donde se ficcionaliza más. Esta es una película, no un documental.¿Pero los datos sobre Roa son reales?Sí, muchos aspectos de su personalidad, de su familia, de su vida son ciertos. Los directores de arte, fotografía y yo no tratamos de ser realistas ni naturalistas,recreamos un universo propio, auténtico, lúdico, ingenuo, fantasioso. Vamos a ver una Bogotá muy bella de 1948. ¿Por qué escogió a Mauricio Puentes como protagonista, una cara anónima?Yo había trabajado con él en ‘Satanás’ y en un corto, hizo papeles muy pequeñitos, pero siempre me llamó la atención su mirada y tiene un histrionismo único. Yo estaba buscando un Roa que me recordara a ‘Buster’ Keaton, un actor y director de cine mudo, contemporáneo de Charles Chaplin. Hice un casting de más de 60 actores y Mauricio me entregó lo que yo estaba buscando. Es una persona muy fácil, con la que uno puede trabajar. Quería para este papel una persona anónima, como Roa Sierra, no una cara famosa.¿Cómo es el perfil psicológico de Roa?Es un optimista con ínfulas de grandeza, enamorado de su familia, pero convencido de que es la reencarnación del General Santander. No quiere seguir el rumbo normal de las cosas, quiere desviarse y ser grande de la noche a la mañana. Desafía a los dioses, que le dicen: ‘Consiga un trabajo de obrero, de mecánico’ y él, ‘Yo nací para otras cosas’ y los dioses lo castigan.¿Por qué para el rol de esposa de Roa sí optó por la reconocida Catalina Sandino?Yo trabajé en ‘María llena eres de gracia’ buscando locaciones, la conozco desde entonces, la admiro profundamente y quería trabajar con ella porque es de las actrices con mayor recorrido de nuestro país, era alguien a quien yo iba a aprenderle como director. La mayoría de colombianos no conoce su obra, solo ‘María llena eres de Gracia’ y ‘El amor en los tiempos del cólera’, pero ella ha hecho una cantidad de películas independientes con muy buenos directores y ha trabajado en las tablas de Nueva York con genios de la actuación.¿Qué vio en el caleño Santiago Rodríguez para el papel de Jorge Eliécer Gaitán?Fue la decisión más arriesgada que tomé en términos de elenco (él viene de la comedia), pero de las más acertadas. Hace un Gaitán maravilloso, diferente al que nos imaginamos, con un carisma y una presencia que yo quería para el personaje.¿Cuál fue la escena más compleja?Una que rodamos en el Salto de Tequendama, en plena cascada, un lugar peligroso, incómodo y pequeño, y teníamos muchos equipos y mucha gente. Y la de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, porque había muchos extras, mucha coreografía y es el clímax de la historia.¿Cómo fue la escritura del guión a dos manos con su exnovia Patricia Castañeda? El trabajo duró un año y medio y nos divertimos muchísimo. Leímos el libro varias veces y sacamos lo que nos interesaba contar. Ella escribía unas escenas, yo otras. Después nos sentábamos a escribir juntos, nos olvidamos del libro y la historia se volvió nuestra. Nos reíamos, peleábamos, pero todo con muy buena energía. Fue uno de los procesos creativos más bonitos que he vivido en mi carrera. Fue nuestro hijo creativo.