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¿Dejar de ser gay es posible? hablan los expertos

Mientras que para algunos especialistas sí se puede revertir el homosexualismo, para otros, esta posibilidad es inexistente.

15 de noviembre de 2014 Por: Meryt Montiel Lugo, editora Equipo de Domingo / El País

Mientras que para algunos especialistas sí se puede revertir el homosexualismo, para otros, esta posibilidad es inexistente.

Las recientes declaraciones del coreógrafo y bailarín Nerú, recordado por ser jurado en el reality ‘Bailando por un sueño’, en el sentido de que se había sanado de su condición homosexual y hoy es un hombre heterosexual, despertaron polémica y un debate entre muchos colombianos: ¿Es posible dejar de ser gay?El cartagenero, excoreógrafo de Shakira y de otros artistas como Iván y sus Bam Band, Yolanda Rayo y Aura Cristina Geithner, declaró a diversos medios que su conversión se dio gracias al poder de Dios, en un proceso en el que lleva cinco años. Con el estudio de la Biblia y ayuda de pastores y sicólogos, dice, pudo comprender que a raíz de un abuso sexual que sufrió muy niño, siguió un patrón que le hizo vivir una vida que no era la suya, pero que hoy es un hombre nuevo, que desea, si Dios así lo quiere, tener una esposa y un hogar. ¿Cuál fue su objetivo al conceder la entrevista en la que reveló que ya no se sentía homosexual?Afianzar los lazos de las familias, que los padres estuvieran  más pendientes de sus niños o de menores de los que son tutores para que no se cometan abusos con ellos. Que les puedan hablar de la sexualidad tal como es, sin tapujos, sin adornar las palabras, con una educación sexual específica y contundente, para que ellos en el futuro no tengan problemas.  Que no se dejen tocar sus partes íntimas y que puedan salir de este mundo homosexual, que es una opción de vida también. ¿Por qué la comunidad LGBTI rechazó sus declaraciones?Porque dije que me había sanado de mi experiencia homosexual y miembros de la  Comunidad LGBTI lo tomaron como si yo estuviera agrediéndolos y de ninguna manera, yo vengo de esa vida, la viví en carne propia, yo no puedo atacar ni señalar a nadie, simplemente estoy contando lo que me pasó a mí, puede ser una opción para personas que se encuentran en mi situación, no es más. ¿Está convencido de que se puede cambiar la orientación sexual desde la fe en Cristo?Sí, sí, absolutamente.  El poder de Él es infinitamente poderoso. Él todo lo puede, Él nos ha creado a todos, cómo no va a poder tener el poder de decidir sobre nuestras vidas. ¿Por qué buscó el cambio? ¿Se sentía mal siendo homosexual?Yo todo el tiempo me sentía incómodo. Como lo expresé, fui abusado sexualmente desde pequeño y seguí ese patrón, después por los primos, por los vecinos, en fin, seguí ese patrón de la homosexualidad que fue la que conocí, pero cada vez que yo tenía una relación ‘homo’ me sentía incómodo, sentía que me tenía que ocultar,  no me sentía bien. Yo tenía relaciones y enseguida me iba a duchar, y eso eran horas  duchándome, a la persona la alejaba de una vez que pasaba el acto, yo la retiraba, tú por tu lado y yo por el mío, viví en esa vida muchos años, en la que no me sentía plenamente: mis relaciones, mis negocios no fluían,  mi profesión era de picos, unos momentos altos, en otros bajos, quebrado totalmente, volvía me recuperaba y otra vez la misma cosa. Las relaciones no eran buenas, eran tormentosas. Aparte de todo, me atracaban, me robaban a veces todas mis cosas. Mis experiencias eran bastante fuertes. Hasta que me puse a los pies de Jesús, le dije, yo no aguanto más esto, yo no quiero seguir viviendo así, quiero ser una persona con los principios que me criaron, una persona de familia, de hogar, y Jesús me perdonó mis pecados, el Espíritu Santo me tocó y ahora estoy en la gracia de Dios y en la vida de Jesús. Mi experiencia de vida homosexual no era grata y ahora tengo una opción de vida diferente. ¿Fue abusado por alguien muy cercano?Fue un familiar, no de mi familia: papá, mamá,  hermanos, no. Fue un familiar.  Ahorita hay cámaras, tecnología, que los padres estén pendientes, deben hablarles a los adolescentes que se cuiden, que hay muchas enfermedades, que hay mucha droga. Hablarles de la sexualidad en forma clara, específica, precisa,  decir lo que es. Si le tocaron sus partes íntimas que señalen, a veces empiezan a ponerle dibujito, otros nombres, no, hay que corregir muchas cosas. ¿Desde cuándo buscó el cambio?Desde hace cinco años vengo buscando a Dios, porque Él era el único que podía transformar mi vida y hace cinco meses empezó el proceso final digámoslo así, aunque todavía me falta mucho, pero, para mí, lo final es que me dejó listo para seguir adelante. ¿A qué se debió someter?Lo primero fue tener voluntad, cuando uno quiere las cosas a uno le llegan y yo siempre he sido un hombre muy radical y muy contundente cuando tomo decisiones, cuando digo, esto es así, es así  y tiene que ser así, me he caracterizado así toda la vida. Y salí de la pornografía por internet, fui depurando  cada cosa, salí de visitar sitios donde no me sentía bien, fue un proceso bastante largo hasta que lo pude lograr y ya estoy en la vida de Cristo Jesús, contento, feliz, todo se puede. ¿No llevar el cabello largo, no usar lentes de contacto, hablar con voz más varonil, fueron consejos de quienes lo asesoraron en este proceso?No, no, eso fue realmente mío. Porque yo sentía realmente que estaba utilizando una máscara. Y opté por quitármela. Tenía que empezar por quitarme todas las excentricidades por las cuales la gente me conocía: colores fuertes, mallas pegadas al cuerpo, en fin,  quise cambiar de vida y la vida me dio la opción de salir de lo que venía haciendo. Ya la gente está mirando mis ojos, lo que yo soy internamente. Con los lentes, ven el color no más.  Y el cabello  lo tengo al natural, me quitó un peso de encima quitarme toda esa máscara, esas excentricidades con las que yo andaba. ¿Se ha puesto a pensar que usted no era gay realmente?Muy buena pregunta, nadie me la había hecho.  Eso es lo que yo ahorita estoy creyendo, que yo estaba en una vida que no era la mía, que seguí un patrón que no era el mío. Que mi patrón era ser un hombre común y silvestre y  ahorita es que me doy cuenta de eso. El poder de Dios me quitó la venda y me dice, esa no es tu vida, tu vida es esta, pero no es tarde para empezar. Igual todo lo que me ha pasado tenía que vivirlo para llegar  a este momento. Esto se ha vuelto un testimonio bastante fuerte porque muchos no creen que se pueda salir de esa vida, pero el que quiera salir sí puede, todo se puede. Y  hay que estar rodeados de sicólogos, pastores, de la parte religiosa, ese fue mi proceso y estoy feliz y contento, voy por mi objetivo.  Si Dios me dice más adelante que puedo formar una familia lo haré o si me dice que solamente necesita la experiencia de mi palabra eso  haré, ese fue mi llamado, mi revelación, que tenía que seguir y aquí estoy en mi proceso, estudiando. ¿Pero a usted cuando era adolescente le llamaban la atención las mujeres?Igual tuve novias mujeres también, quería experimentar con mujeres porque a mí me llamaban también la atención las mujeres, entonces en un momento dado cambié. En años anteriores quise ordenar mi vida en esa parte, pero nada,  no me funcionó, lo otro me jalaba más fuerte. ¿Cuándo se convence de que era gay y su camino era el homosexualismo?Fui conducido por el patrón por el que me llevaron desde pequeño, por el abuso, me fui guiando por eso, eso fue lo que yo conocí, siempre me jalaban por ese lado. Entonces eso fue realmente  lo que me marcó de inmediato, el abuso, empezó de ahí, porque yo era un niño normal, yo iba a fiestas antes de los 7 años y mi mamá me cuenta y lo que yo medio recuerdo  es que  a mí me gustaban las niñas. Mi mamá me decía: ‘tienes que bailar con todas las niñas’ y yo le respondía, ‘no, solamente con las niñas bonitas’ (risas). Entonces mi mamá  me regañaba, ‘tienes que bailar con todas, no solo con las más lindas’.  Pero a partir del abuso seguí un patrón que no era el mío. ¿Usted de adulto no tuvo relaciones con mujeres?Claro, mis relaciones con mujeres las tuve más tarde porque quería corregir lo que venía, pero la vida que  llevaba me jalaba más fuerte.   ¿Se sentía homosexual, bisexual o realmente no era gay? ¿A qué edad es consciente de su orientación sexual?No sabría explicarte de manera clara, tendría que ser un sicólogo el que te explique con las palabras y los problemas que son, porque cada uno tiene un nombre científico.  Pero te explico: yo viví una vida de todo, de todo un poquito. Pero me jalaba mucho más la homosexualidad, pese a que me sentía incómodo, seguía ese patrón. Se hacen comentarios ahora como decirle a un gay: ‘cuidado vas a tener el síndrome de Nerú’, en forma irónica o burlesca. ¿Qué siente al escuchar o leer este tipo de frases?Nada, pues yo estoy tranquilo con mi vida, como es. Yo no estoy hablando de un colectivo ni atacando ni señalando a nadie. Yo estoy hablando de Nerú, de lo que me está pasando a mí. Si algunas personas se identifican conmigo con esto para mejorar, para pensar, cada quien toma su decisión, no estoy diciendo que todo el mundo me siga, no.  Estoy hablando de mi vida, de mi experiencia y cada quien toma su decisión,  porque eso es de la vida de cada quien. Cada quien defiende su felicidad. Ahora dice que anhela formar un hogar. ¿Antes había tratado de formarlo?Toda la vida. De hecho, el objetivo de mis experiencias con las personas que  tuve era formar un hogar. Tener una estabilidad emocional, que fuera duradera, pero desafortunadamente viví una vida prácticamente de promiscuidad, de engaños e infidelidades todo el tiempo y no se daban las cosas. No era lo que esperaba. Porque yo fui criado para ser fiel. Cuando yo era soltero yo acababa con el mundo entero, no lo voy a negar, pero cuando tenía pareja me dedicaba a mi pareja, siempre la cuidaba, la respetaba, siempre tenía la firmeza de tener mi hogar con una persona, desafortunadamente siempre cogía a las personas como decimos, pillados. Todas las experiencias que tuve siempre terminaron fue por infidelidad de mis parejas, no mías, porque yo siempre he sido una  persona muy correcta en mi vida en ese sentido.En las parejas heterosexuales hay un poco más de comprensión, la mujer es más comprensiva, dedicada, lo piensa, perdona, pero nosotros los hombres somos más contundentes.Las mujeres   son más comprensibles para perdonar a los hombres  y muchas veces, nosotros los hombres casi no perdonamos a las mujeres.  Por eso admiro mucho a las mujeres, las tengo en un altar de las que no las bajo nunca. ¿Se ha enamorado en este tiempo de alguna mujer?Sí, de hecho yo tuve una novia aquí en Colombia y la otra la tuve en Italia, tuvimos una muy buena relación. ¿Pero  fue en este tiempo del proceso que está viviendo?No. Lo que pasa es que anteriormente yo tuve unos altibajos, intenté parar para corregir, pero lo otro me jalaba. ¿Ahora qué está buscando?Ahora es radical y contundente mi decisión. Pero más adelante buscaré, porque aún estoy en el proceso de recuperarme de muchas cosas.  Es un proceso que no sé cuándo terminará, pero ya tengo la presencia de Jesús en mi corazón, Dios me está protegiendo y el Espíritu Santo  me ha ungido y voy a obedecer la Biblia, su mandato y en eso estoy.Más adelantico, yo anhelo una familia y de hecho, por las redes sociales, hay muchas chicas que me están escribiendo: ‘yo quiero ser tu mujer’, y yo digo, ¡ay, por Dios! (risas). Pero yo, cálmense, cálmense, que esto tiene su proceso, déjenme recuperar totalmente, igual me tiene que evaluar una sicóloga, eso más adelante se dará.Y mira cómo es la vida, en una mesa de panelistas que me entrevistaban, una le dice a la otra: ‘¿usted qué opina de fijarse en una persona que fue gay?’ y la otra dijo que no se metería ni loca. Esa  es su manera de ser y la respeto. Pero hay otras mujeres que no piensan así, que no les importa, mientras haya amor, respeto, perdón y misericordia,  a veces no tenemos misericordia ni con nosotros mismos, se puede dar.Ella lo dijo por la radio  y enseguida le escribieron diciéndole que estaba equivocada. Si esa señora supiera: yo, Nerú,  tuve muchas experiencias con hombres casados que tenían sus familias, sus hogares, y sus mujeres nunca se enteraron.  Entonces este mundo no sabe comprender las cosas. Esto es un proceso,  que a Dios gracias, me tocó en una edad madura. Si me hubiera tocado siendo adolescente ya me hubiese suicidado, ha pasado con muchos jóvenes. A veces ellos tratan de recapacitar pero no, terminan suicidándose. ¿Casos como el suyo hay muchos en la iglesia que hoy frecuenta (El Lugar de su Presencia)?No en la iglesia, en el mundo.  Hay una experiencia del hermano del cantante de salsa Víctor Manuel. Era travesti. Lo tocó el Espíritu Santo.  A mí para darme fuerza me han enviado el video de la entrevista de él, como para que no vaya a echarme para atrás, pero no, para nada, yo estoy convencido de lo que estoy haciendo porque tengo fe en Cristo Jesús, que es Dios. Eso no va para atrás,   y como yo soy tan contundente y radical, menos. Yo tengo el amor de Cristo dentro y Él es el que sana mi vida y eso es lo que estoy haciendo ahora. ¿Va a seguir siendo bailarín y coreógrafo?Como coreógrafo sigo porque continúo con esa virtud que Dios me dio, Él nunca me ha dicho deja de bailar, por el contrario, tengo gozo, esa alegría de Dios en mi corazón y me dice sigue con tu vida normal y ahorita con mi testimonio he tocado a tanta gente que nunca me imaginé que eso iba a pasar, en el medio de la farándula y en el medio artístico. ¿Qué tipo de mujeres le llaman la atención?No tengo un prototipo, pero por lo menos que sea más clara que yo, no soy racista ni nada de eso, pero  siempre me ha gustado que cuando estoy con alguien ver el contraste de los colores de piel me encanta. Me gustan las trigueñas, un poco latinas y que tengan buen cuerpo, atléticas, como vivo entrenando gente siempre me gusta la mujer que se quiera mucho, que quiera mucho su cuerpo, que se mantenga en forma y que sienta amor. De pronto Dios me castigue la boca y me ponga una trozudita, no importa, me dará igual, lo importante es el amor (risas).    Posición de la comunidad LGBTI Líderes de la comunidad LGBTI fueron los primeros en protestar argumentando que el homosexualismo “no es una enfermedad que se deba sanar”, recordando que desde los años 70 en Estado Unidos se descartó patologizar la homosexualidad y en la década de 1990, la Organización Mundial de la Salud, OMS, la eliminó de los diagnósticos de enfermedades mentales. Además, que la Asociación Americana de la Psicología confirmó que la orientación sexual no se puede cambiar.Sin embargo, son muchas las iglesias y sicoterapeutas en el mundo que aseguran que el homosexualismo sí se puede revertir. Así lo han dicho doctores como Joseph Nicolosi, fundador de la Asociación Nacional de Investigación y Tratamiento de la Homosexualidad y de la Clínica Santo Tomás de Aquino de Los Ángeles, EE.UU., quien llega incluso a recetar antidepresivos y ansiolíticos (calmantes contra la ansiedad) como parte del tratamiento. O como lo asegura el sicoterapeuta estadounidense Richard Cohen, quien dice haber sido homosexual y gracias a sus terapias es un heterosexual felizmente casado hace más de 25 años y padre de varios hijos. Para él, lo primero es identificar las causas del homosexualismo. Lo segundo, es trabajar con cada uno de esos factores: allí es cuando realmente se da la sanación (entendiendo esta, como la curación de heridas emocionales). “Con esto, eventualmente, los sentimientos homosexuales se disipan y comienzan a experimentar amor con personas de su sexo opuesto”, explicó en pasada entrevista con este diario.El autor del libro ‘Comprender y sanar la homosexualidad’ (rechazado en varios países por, supuestamente, promover la homofobia) dice que la efectividad de sus terapias es del 85 %. Voces encontradas Preguntado al respecto, el sicólogo y sexólogo Laurent Marchal Bertrand, de la Fundación Universitaria Konrand Lorenz de Bogotá, sostiene que “sí es posible dejar de ser gay, ya que la orientación sexual no es inmutable, se pueden evidenciar cambios en diferentes personas a través de la vida. Eso lo dijo Alfred Kinsey (estadounidense pionero en investigación sexual) en los años 50 al realizar su investigación”. La orientación, prosigue Marchal, se puede explicar como un continuo en el cual nos estamos moviendo a lo largo de la vida. “En contextos cerrados podemos evidenciar homosexualidad transitoria como en las cárceles y no por eso estas personas se consideran homosexuales”. Agrega que las transformaciones logradas gracias al Espíritu Santo, a Dios o a cualquier proceso religioso son respetables, pero hay que tener cuidado con lo que se dice, pues puede ser un peligro, ya que la mayoría de padres pueden crearse falsas expectativas y finalmente generar procesos peligrosos para sus hijos homosexuales.Advierte el sicólogo y sexólogo Carlos Alberto Segura, egresado de la Universidad del Valle, que los homosexuales que sufren con su orientación sexual, tienen oportunidad terapéutica de elegir ser del género con el que han nacido, ya sea hombre o mujer, si buscan ayuda profesional. “Yo he hecho tratamientos con personas que han luchado con su homosexualidad y se han reorientado hacia la heterosexualidad”.De acuerdo con Segura, no hay una fórmula especial prescrita, porque la intervención terapéutica se ciñe a condiciones particulares, pero que su enfoque es el sicoanálisis, por eso hace una profunda investigación clínica en el aspecto consciente e inconsciente del comportamiento del consultante.Con respecto a las ayudas de carácter religioso, interviene la sexóloga Alicia Gallotti, portavoz del portal de infidelidad Victoria Milan.es, la homosexualidad no es una enfermedad ni una desviación, es una de las diversas orientaciones sexuales que existen y han existido siempre, “por lo tanto, no creo necesaria ninguna ayuda ‘divina’ para dejar de serlo”, manifestó a El País. Considera la profesional argentina que los homosexuales que quieren reorientar su sexualidad son individuos que lo hacen bajo la presión social basada en ideas obsoletas, anticuadas e hipócritas en relación a toda orientación que no sea la heterosexual, es tan fuerte, que no todas las personas están preparadas para poder ser sí mismos en ese contexto. Asimismo, la abogada y líder de la Asociación de Mamás Lesbianas, Elizabeth Castillo, manifiesta que la persona que asume una nueva orientación sexual más acorde a la norma heterosexual, guiada a través de la convicción religiosa, lo hace por ajustarse al mandato de la iglesia a la cual se incorpora, que además la manipula con esa culpa que siente por ser homosexual, porque lleva una vida que no le gusta y le achaca todo lo que le pasa a su condición y no a la vida desordenada que puede llevar por ejemplo, por las drogas, el alcohol o la promiscuidad. “La congregación, en vez de aceptarlas tal y como es, lo que busca es transformarlas a través de reforzar la culpa, para lograr que deje de ser lo que es, y lo digo entre comillas, porque ha sido analizado en muchos espacios que estas evidencias de conversión lo que hacen es mantener una mentira, invitar a los gais que no se sienten felices consigo mismos a mantener la mentira de que no son homosexuales sino herosexuales. Y eso tarde o temprano se convierte en un 'bumerang', se devuelve”, concluye Castillo. El caso de ‘Milena’ Como ‘Milena Lane’ ha sido conocido, sobre todo en su Puerto Rico Natal y entre los latinos de Estados Unidos, el travesti Héctor Gustavo Ruiz, hermano del cantante de salsa Víctor Manuel. En el año 2010, a los 35 años, el boricua reveló que después de haber aceptado a Dios en su corazón dejó de ser gay, que ser homosexual era un capítulo cerrado en su vida y que esperaba casarse con una mujer y tener hijos. Comentó en el programa Don Francisco Presenta, de Univisión, que fue víctima de abuso sexual a los 8 años por parte de un familiar y eso influyó en su confusión de género.El testimonio del cantante de música cristiana fue exaltado en su iglesia Fuente de Restauración, al igual que en muchos medios de comunicación, en donde se le escuchó repetir frases como: “Dios ama al homosexual, pero no lo que ejecuta”. Tres años después de su conversión, a principios de 2013, reveló que había vuelto al travestismo.

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