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‘Johnny y el mar’, el nuevo libro de la escritora caleña Melba Escobar

La escritora caleña presenta en esta Feria del Libro de Bogotá una historia para niños y jóvenes en la que Pedro va a conocer el mar por primera vez. “Yo creo que la literatura es una sola, lo de infantil y juvenil es más un asunto de mercadeo”, dice Escobar. Historia de letras frescas.

4 de mayo de 2014 Por: Redacción de GACETA

La escritora caleña presenta en esta Feria del Libro de Bogotá una historia para niños y jóvenes en la que Pedro va a conocer el mar por primera vez. “Yo creo que la literatura es una sola, lo de infantil y juvenil es más un asunto de mercadeo”, dice Escobar. Historia de letras frescas.

A Melba Escobar le gusta la frescura y la pureza con la que los niños se dejan seducir por una historia. Siente que, por lo general, tienen menos preconceptos, disfrutan más, se dejan envolver por la historia y la viven intensamente.Quizá por ello esta columnista y escritora caleña nacida en 1976, se dejó seducir por el mundo de la literatura infantil y juvenil desde hace varios años.Escobar trabajó primero en el proyecto ‘Bogotá sueña’, un libro que reúne fotografías y testimonios de niños de las 20 localidades de Bogotá a quienes les preguntaban qué era un sueño para ellos y qué sueño querían contar. “Algunos hablaban de sueños tenidos mientras dormían. Otros interpretaban sueño como deseo, esperanza, y se les dejaba libremente interpretarlo como quisieran. Los resultados fueron asombrosos. Para mí ese libro, que hicimos en equipo, es bellísimo porque los testimonios no solo tienen una enorme carga poética, si no que también sirven como un retrato sociológico de la infancia en la ciudad a través de un mapa que recorre su territorio con palabras”, cuenta.De este proyecto la emocionó hacer el trabajo de campo, conocer la adultez a la que se ven obligados algunos niños, bien porque son cabeza de familia, porque se han visto obligados a trabajar, son desplazados o abandonados. “Haciendo el libro entendí con tristeza que ser niño es un privilegio en una sociedad como la nuestra, pues algunos se ven obligados a comportarse como adultos desde la más temprana edad”, afirma. Otro hecho que la sorprendió fue el de descubrir que casi todos los entrevistados tenían un discurso sobre la ciudad, el territorio en donde viven, sus carencias y necesidades vitales. “Quizá hay que sermonear menos a los niños y escucharlos más”.Melba, quien hace tres años presentó su primera novela, ‘Duermevela’, de corte autobiográfico, presenta ahora ‘Johnny y el mar’, una historia de un niño que va a conocer el mar por primera vez. Hablamos con ella sobre esta novedad editorial que hace parte de la Feria del Libro de Bogotá. Melba, una de las características de este libro es su lenguaje claro y sencillo. ¿Qué otros elementos son imprescindibles en un buen libro para niños, para atraparlos?La verdad, no lo sé. Creo que la literatura es una sola y luego vienen las categorías de infantil, juvenil, etc. pero que estas tienen más un fin de mercado que otra cosa. Creo que la literatura se preocupa por contar una historia, que esa historia sea honesta, con matices, hondura, donde nadie es del todo bueno ni del todo malo, donde los personajes están en una búsqueda. Al final, toda historia plantea una pregunta fundamental que el personaje, a través de una crisis, termina por resolver. Por otro lado, me gusta la idea de contar historias donde no se es condescendiente con los niños, ni se les trata como si fueran tontos. Los niños son muy agudos, sus emociones son muy profundas, y es importante que aprendan a lidiar con la complejidad de las emociones, sin pintarles un mundo rosa donde todo es perfecto. ¿De dónde surge la trama de ‘Johnny y el Mar’?Johnny, uno de los personajes principales, es una persona real a quien conozco y aprecio profundamente. Pasé unos días en su cabaña en Providencia y la sencillez con que vive su vida, así como la paz y honestidad que hay en sus acciones y sus relaciones, motivaron la escritura de la historia. El tema de los piratas sigue siendo un clásico. ¿A qué cree que se deba que los mismos temas sigan seduciendo, a pesar de las épocas tan distintas? Tal vez porque el mundo de los piratas tiene un pie en la realidad y otro en la fantasía. Los niños entran muy fácil en esos lenguajes mixtos, donde realidad y fantasía crean un mundo propio. En el libro uno puede identificar varios conflictos que enfrentan muchos pequeños a esa edad: la ausencia del padre, el ‘bullying’, la dificultad que tienen los padres para hablar francamente con sus hijos, la inseguridad, los temores... ¿Piensa en todos estos temas antes de la trama, o la trama viene primero y luego aborda esos temas?La trama de la historia es muy sencilla. Pedro se pierde en una isla, Providencia, y a partir de ahí le suceden una serie de cosas que lo van a transformar para siempre. Con esto en mente comencé el proceso de escritura, lo demás vino de forma espontánea en el proceso. Cuando tenía la edad de los niños a quienes ahora se dirige, ¿qué tipo de libros leía y cuáles fueron los que más disfrutó? Recuerdo especialmente ‘Mujercitas’ de Louisa May Alcott, también ‘David Copperfield’ de Charles Dickens, ‘Momo’ de Michael Ende y los clásicos de Hans Christian Andersen como ‘La vendedora de cerillas’ y ‘El traje del emperador".Viene de publicar, hace relativamente poco, 'Duermevela', una novela muy autobiográfica. ¿Es difícil cambiar el tono o el estilo de escribir entre un libro y otro al saber que se enfrenta a un público distinto? ‘Duermevela’ fue una novela escrita desde dentro hacia afuera, una forma de expiación o de catarsis a través de un proceso muy íntimo, con una voz también muy íntima. ‘Johnny y el mar’ llega luego de tres años en los que he escrito algo de crónica y reportaje, lo cual me ha permitido explorar otra voz, una donde la voz del narrador desaparece o se diluye para darle prelación a los personajes y a la trama; es otro proceso, uno que va de afuera hacia adentro. Maurice Sendak, clásico de la literatura infantil, siempre hacía énfasis en la honestidad al abordar a los niños. ¿Qué tanto tiene que ver esto en la creación de personajes para ellos, por ejemplo? Sin duda creo que la honestidad es fundamental. Al abordar temas complejos, a veces los adultos nos enredamos más de la cuenta; y los niños perciben y entienden más de lo que creemos. Bruno Bettellheim, en ‘El psicoanálisis de los cuentos de hadas’ también habla de la importancia de la honestidad. Dice que los niños pueden llegar a sentirse profundamente melancólicos, pues perciben las emociones más complejas como el dolor, la envidia, la ausencia, los celos. Las historias, en particular algunas historias de hadas en su estado más puro, ayudan a procesar esas emociones, a darles curso, a comprenderlas y lidiar con ellas. Las historias, finalmente, nos enseñan a vivir: viendo cómo otras personas lidian con sus dramas, aprendemos a lidiar con los propios. Sin embargo, esta historia no es que sea dramática, o si llega a serlo en alguna medida, también tiene mucho humor.¿Qué tanto interés le presta la crítica hoy en día a la literatura infantil y juvenil? Lo pregunto porque no es común ver reseñas de estos libros ¿o es porque hay menos escritores dedicados a ella? La crítica se ocupa muy poco de esta franja o género. No sé las razones, quizá es porque la literatura infantil y juvenil tiene sus propios canales de circulación: las bibliotecas públicas, los colegios, son los espacios naturales de estos libros. Sin embargo, no por esto deberían dejar de aparecer en reseñas críticas. Creo que en Colombia hay estupendos autores de literatura infantil como Francisco Montaña, Yolanda Reyes, Celso Román o Irene Vasco, entre otros. Yo pienso que se escriben muy buenos libros de literatura infantil y juvenil, pero por desgracia no suelen circular por los mismos caminos que la literatura para adultos, por lo que se quedan un poco marginados.Este libro tiene un plus: las impecables ilustraciones...Aquí tengo que decir que la editorial Tragaluz fue la responsable directa de conseguir un trabajo tan bello. La editorial hizo un concurso de ilustración al cual llegaron cerca de 200 proponentes. Un jurado seleccionó el trabajo de Elizabeth Builes que, sin duda, hace del libro una pieza única, de gran belleza. Supimos que viene en camino su segunda novela, esta ya para adultos. ¿Podría contarnos de qué se trata? Es un retrato de país, del país de los poderosos, visto desde el trabajo de una manicurista, quien escucha los relatos de sus clientas, mujeres ricas, esposas de congresistas, empresarios, contratistas corruptos. Es una novela en clave femenina, donde las mujeres están en el trasfondo y los hombres moviendo los hilos de una trama donde hay mucho de corrupción, venganza y machismo.

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