El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cultura

Artículo

"El hambre hace que el cuerpo se coma a sí mismo": Martín Caparrós

El periodista y escritor argentino Martín Caparrós relata cómo fue su largo recorrido por todo el mundo para intentar comprender por qué 900 millones de seres humanos mueren de hambre.

24 de agosto de 2014 Por: Sergio Villamizar | Colprensa

El periodista y escritor argentino Martín Caparrós relata cómo fue su largo recorrido por todo el mundo para intentar comprender por qué 900 millones de seres humanos mueren de hambre.

En Níger, considerado el país más pobre del mundo, una intensa sequía hace que el grano se agote mucho antes de la llegada de la siguiente cosecha, por lo que el hambre azota a este pequeño país inmerso en golpes de Estado, inflación imparable y corrupción que esfuma las esperanzas del segundo productor de uranio en el mundo. Es allí donde el periodista y escritor Martín Caparrós comienza un recorrido por el mundo en búsqueda de las posibles respuestas a esta pregunta: ¿Por qué en un mundo de 7.000 millones de habitantes, que produce alimentos para 12.000 millones, 900 millones de seres humanos mueren de hambre? Ese es el recorrido, intenso, crudo, doloroso, pero bien logrado, que hace el periodista y escritor argentino en las 610 páginas de su libro ‘El Hambre’, mostrando que esta palabra de uso cotidiano tiene más de un significado, dependiendo del contexto en el cual se esté utilizando. Este es un libro de largo aliento... Fueron varios años de trabajo, pero en especial largo por lo complejo del tema. Creo que hay pocos temas que reflejen la complejidad del mundo como lo hace el hambre, porque reflexionar sobre las 900 millones de personas que no comen lo que necesitan, puede ser un comienzo para tratar de entender cosas muy variadas y diversas, lo que es mucho trabajo. Había que viajar mucho y entrar en contacto con mucha gente, pero en especial encontrar el sentido de un universo de cosas que tienen que ver con el hambre. Es un viaje por el mundo pero también por la historia del hambre... No sólo era ir a los lugares, también tener que leer mucho para poder entender un poco. No quería contar sólo historias que al final podrían terminar como paisajes con gente con hambre, de gente que lucha contra eso o se aprovecha de ello. Me interesaba era conocer cómo funciona, cuáles son los mecanismos, y lo hice a través de los viajes y leer mucho. ¿Siente que no se había abordado a profundidad este tema? Las imágenes y pequeños reportajes de la televisión sobre la situación del hambre en lugares como África no suelen servirnos de mucho, quizás solo para sentirnos un poco mal o querer hacer algo por un minuto, para nada más. ¿Es una enfermedad que cobra millones de víctimas pese a tener cura? El hambre mata más gente que la tuberculosis, la malaria y el sida juntos, y la cura es darles de comer. El hambre no tiene el misterio de por qué se produce o el no saber cómo se cura. Aquí es sencillo, si no comes te da hambre, y para el hambre la única cura es darles de comer. ¿Qué es el hambre? El hambre hace que el cuerpo se coma a sí mismo ante la falta de algo más para funcionar, todo de una manera lenta y dolorosa, lo que hace que no se produzcan las defensas suficientes para que el cuerpo no sea presa fácil de todo tipo de enfermedades, males y virus, que cuando el cuerpo está sano, no son mortales, pero si llega a un cuerpo con hambre es fatal. Níger es un país con problemas de producción de alimentos, pero el segundo en el mundo con yacimientos de uranio... La idea del libro es que en cada capítulo se desarrollara en distintos lugares y que así presentara una temática en particular, alguna causa del hambre. En el caso de Níger era el hambre estructural, un lugar subalimentado, porque allí todos los años pasan dos y tres meses en los que se acaba la cosecha anterior y aún no recogen la siguiente, por lo tanto no hay que comer, y esto se da porque la tierra es muy árida. Luego, tomas en cuenta que este país es el segundo país productor de uranio en el mundo, donde empresas francesas y chinas se llevan todo y no dejan nada, se podría pensar en invertir ese dinero en un sistema de riego que multiplicaría la cosecha y evitaría el hambre que siempre se ha dicho es inevitable, pero hay muchos intereses que hacen que eso no sea así. Hay grandes regiones agrícolas cuya producción se destina a alimentar otros países. ¿Cómo se explica esa situación? Es algo que cada vez se ve más en el mundo. Es la apropiación de tierras, donde grandes países potencias o corporaciones multinacionales se apropian de tierras en países pobres para producir alimentos que no irán a las poblaciones locales, sino para sus mercados, lo que genera más desabastecimiento y hambre en países que ya tienen ese tipo de problemas. Hay países y multinacionales que son máquinas de producción del hambre del futuro, y esto sucede en Madagascar, un lugar donde se produjo este tipo de sistema, pero donde también se presentó una reacción muy fuerte en contra; el gobierno le había entregado a una empresa coreana 1.3 millones de hectáreas, de manera casi secreta, pero cuando se supo, la gente protestó y eso se cayó. ¿El hambre no solo afecta al cuerpo sino la mente? En Níger conocí a una mujer en una condición lamentable, y le pregunté: si le conceden un deseo, lo que quiera, qué pediría, y ella me respondió, una vaca, porque con la leche puedo alimentar a mis hijos y quizás hacer algo más para vender. En ese momento le insistí, “pero es lo que usted quiera”, a lo que me respondió, “entonces dos vacas”. Fue en ese momento en que decidí escribir el libro. Me impresionó como el hambre bloquea el horizonte del deseo. Que la miseria sea tan brutal que te impida desear más allá de ella. Al final me di cuenta que a todos nos pasa algo por el estilo, o que nos suele ocurrir colectivamente, porque solemos resignarnos a que no somos capaces de tener una sociedad donde todos coman lo que necesitan. La única manera de obtener las cosas es comenzar deseándolas, y el hambre corta ese deseo de raíz. El viaje lo llevó a la India, que quiere ser potencia mundial pero tiene la mayor cantidad de personas con hambre... Tiene un cuarto de los hambrientos del mundo viviendo allí, en medio de su desarrollo y toda la propaganda de ser la potencia mundial emergente, vendiendo la idea de ser una gran democracia, lo que demostraría que también dentro de la democracia se pueden dar las desigualdades sociales más extremas. Es un país muy interesante porque está lleno de matices, pero en el tema del hambre ha sido un proceso de generaciones de personas con hambre, lo que ha hecho que el cuerpo cambie, porque así como sus abuelos y padres, los hijos comen menos de lo que su cuerpo necesita y así van transformándose en un colectivo deteriorado, viviendo media vida, sus cuerpos y cerebro no se desarrollan y esto hace que sea aún más difícil salir del problema. Es lo más bajo de la adaptación del ser humano a su entorno, que es adaptarse a lo peor de lo peor. ¿Por qué le dedica un capítulo a la obesidad en Estados Unidos? Visité uno de los pueblos con más obesos de ese país. Era para desarmar ese mal entendido que he escuchado muchas veces, donde se dice que hay casi la misma cantidad de obesos que de desnutridos, y por ende, el cálculo sencillo es decir que los obesos se comen lo que les falta a los desnutridos, y eso no es cierto. Los desnutridos son los peor alimentados de los países pobres, mientras que los obesos son los peor alimentados de los países ricos. La verdad, mi idea en un comienzo con Estados Unidos era contar cómo se especula con los alimentos, los grandes fondos de inversión, pero el tema de la obesidad me pareció más acertado.

AHORA EN Cultura