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Conozca los juegos de sumisión para incrementar el placer sexual

‘50 sombras de Grey’ desató el deseo de ‘jugar’. ¿Hasta dónde es peligroso este juego en el que se pierde la voluntad para hacer disfrutar al otro? Siga estos consejos para que Anastasia no huya.

1 de febrero de 2015 Por: Redacción de El País

‘50 sombras de Grey’ desató el deseo de ‘jugar’. ¿Hasta dónde es peligroso este juego en el que se pierde la voluntad para hacer disfrutar al otro? Siga estos consejos para que Anastasia no huya.

Una nueva generación de Anastasias que han leído ‘50 sombras de Grey’ se han acercado al llamado ‘juego de la sumisión’ o de la dominación sexual. En la saga, cuya película se estrenará el 13 de febrero, cuando Christian Grey conoce a Anastasia Steel queda tan fascinado que la convierte en ‘sumisa’. El sexo se instala en sus vidas a la hora del desayuno, de la comida y de la cena.Hay parejas que sin haber visto aún la película, recrean en su intimidad pasajes del libro como aquel en que Christian (‘el amo’) amarra a Anastasia (‘la sumisa’) a una cama con una corbata de seda. Levanta su blusa hasta cubrirle el rostro. Deja el cuarto para tomar una copa de vino con hielo. La mezcla con saliva y vierte el vino en su ombligo. La besa en todas partes y hacen el amor al estilo ‘de perrito’.La novela erótica de E.L. James en la que una joven es sometida sexualmente por un millonario guapo, llegó a España el 6 de junio de 2012, el 4 de julio las librerías ofrecían la trilogía y arrasó.Cuenta con más de cien millones de lectoras, y un 80% de ellas se acercan a diario a las tiendas eróticas españolas a comprar un producto de sumisión o dominación sexual, en especial los del kit oficial del libro, o complementos BDSM (prácticas sexuales extremas, bondage, o ataduras y dominación), como palas de azote, antifaces o látigos. En España se han vendido más de 20.000 artículos del juego y en Europa más de 130.000.Los sexólogos lo definen como “un juego entre adultos consensuado”. “Se trata del placer que proporciona no ser dueño de sí mismo, dejarse llevar por la pareja, perder la voluntad de manera simulada, para hacer disfrutar al otro”, dice José Bustamente, psicólogo especialista en sexualidad y autor del libro ‘En qué piensan los hombres’. “Los juegos de ataduras, dominancia y sadomasoquismo no tienen nada que ver con abusos físicos y emocionales sino con la erotización de los juegos de poderes”, advierte la sexóloga Alessandra Rampolla. Ella señala que “el juego” de intercambio de poderes no es para todo el mundo. “Se requiere de una intimidad emocional y una confianza plenas. No es recomendable para relaciones casuales. En una relación estable sí es un antídoto para vivir nuevas experiencias”, afirma. Para el sexólogo Ezequiel López Peralta “aunque parezca lo contrario, es el sumiso quien lleva el control”. Se deben acordar previamente unos límites y una ‘palabra de seguridad’. Si el sumiso la usa, el amo debe detenerse. No debe ser “no”, “basta” o “para”, dichos términos pueden ser parte del juego. Es mejor buscar otra expresión como “rojo”. El problema es la dependencia, cuando solo se obtiene placer, excitación y orgasmos con ese método. “Tu pareja puede no disfrutar de esto, en ese caso se va a plantear una limitación”.Eso le ocurrió a Cristina, al ser sometida sin previo aviso. Ella, una comunicadora social caleña de 22 años, conoció a un tipo que se portaba muy bien con ella, pero empezó a buscarla para tener sexo fuerte. Durante ocho meses ella le permitió poner las reglas: “Porque desde chiquitas nos han enseñado que si un hombre nos pega es porque nos quiere”. Un día la citó en un motel, le dijo que se fuera vestida de colegiala y con tacones. Le dañó la ropa, le dijo que se vistiera de nuevo y que jugaran al profesor y a la alumna. La tomó por los glúteos y le pegó. Pese a sus quejas, él le golpeó el rostro, le gritó palabras obscenas, la tomó del cabello y la obligó a practicarle sexo oral. Con temor ella bailó, como él se lo pidió, pero seguía golpeándola. La tomó del cuello, como asfixiándola, le amarró las manos con su camisa. “El momento pasó de ser ‘hot’ a terrorífico”. Le reventó la encía y la tomó tan fuerte que ella lo golpeó. Él sonrió. “Me dijo que eso le gustaba. Tenía mucho miedo. Recogí mis cosas, y nunca volví a saber de él”. Y Cristina o ‘Anastasia’ huyó. Algunos juegos Atar con una cuerda: Atar a su pareja a la cama o a una superficie similar de las muñecas y flojo. Se debe suspender el juego ante la primera queja de incomodidad o al escuchar la palabra clave. El juego del esclavo doméstico: Durante el lapso de tiempo pactado quien hace el rol de “esclavo” deberá cumplir las tareas que el “amo” le encomiende. No deben darse tratos degradantes, solo órdenes como: ”Dame un masaje en los pies… ya te diré cuándo parar”. La prostitución doméstica: La persona que haga de ‘prostituto/a’ elaborará una lista de prácticas sexuales. Cada una de esas prácticas tendrá un precio en tareas mundanas, y su pareja escogerá solo una. Se pueden utilizar juguetes de todo tipo, antifaces, esposas, látigos, plumeros, pero también objetos cotidianos como corbatas y pañuelos para inmovilizar, un collar de perlas o una prenda suave y sedosa para acariciar...Privación sensorial: No ver y no oír aumenta las sensaciones corporales. El amo acaricia al sumiso y puede contarle una fantasía. Lo puede hacer sufrir tanto como desee, porque decide cuándo le permitirá llegar. Inmovilización: Válgase de unos fulars (pañuelos para el cuello o bufanda de seda u otro tejido fino) o medias. Cuide que no aprieten en exceso. No hace falta causar dolor (salvo que el sumiso lo pida) y no debe cortar la circulación sanguínea (prohibido el cuello). Bastará con que generen la sensación de no poder desasirse. Indispensable, siempre tener unas tijeras (sin puntas peligrosas) a mano por si el atado se agobia (sufre un ataque de pánico), algo le hace daño o pierde la conciencia.Azotes: En la parte baja de la espalda son peligrosos. Se recomienda antes acariciar la zona un rato para que la sangre se concentre y aumente la excitación. Vaya de menos a más. El placer no está en la fuerza, sino en ese juego, que se puede acompañar de caricias. Diccionario de Grey BDSM: Sigla de bondage, disciplina, dominio, sumisión, sadismo y masoquismo. Bondage: Uso de restricciones (cuerdas, cadenas) para inmovilizar al otro. Masoquista: Goza con el dolor. El término proviene de Sacher-Masoch, autor de ‘La Venus de las pieles’. Sádico: Disfruta causando dolor. Del Marqués de Sade, autor de ‘Los 120 días de Sodoma’. Spanking Dar o recibir azotes, usando manos, reglas, cinturón, látigo. El mayor flujo sanguíneo en la zona genera una intensa sensación de placer al ‘spankee’(quien recibe). El spanker es quien azota. Contrato entre Christian Grey (El amo) y Anastasia Steele (La Sumisa) Funciones: 1. El Amo será responsable del bienestar y del entrenamiento, la orientación y la disciplina de la Sumisa. Decidirá el tipo de entrenamiento, la orientación y la disciplina, y el momento y el lugar de administrarlos. 2. Si en algún momento el Amo no mantiene los términos acordados, los límites y los procedimientos de seguridad establecidos, la Sumisa tiene derecho a finalizar este contrato inmediatamente y a abandonar su servicio al Amo sin previo aviso.3. La Sumisa tiene que obedecer en todo al Amo. Debe ofrecer al Amo, sin preguntar ni dudar, todo el placer que este le exija, y aceptar, el entrenamiento, la orientación y la disciplina en todas sus formas. Disponibilidad: 4. La Sumisa estará disponible para el Amo desde el viernes por la noche hasta el domingo por la tarde, todas las semanas durante la vigencia del contrato, a horas a especificar por elAmo («horas asignadas»). Pueden acordarse mutuamente más horas asignadas adicionales.5. El Amo se reserva el derecho a rechazar el servicio de la Sumisa en cualquier momento y por las razones que sean. La Sumisa puede solicitar su liberación en cualquier momento, liberación que quedará a criterio del Amo.Ubicación: 6. La Sumisa estará disponible a las horas asignadas y a las horas adicionales en los lugares que determine el Amo. El Amo correrá con todos los costes de viaje en los que incurra la Sumisa con este fin. El Amo 1. El Amo debe priorizar en todo momento la salud y la seguridad de la Sumisa. El Amo no llevará a cabo, ni permitirá que se lleve a cabo, ninguna actividad que pueda herir gravemente a la Sumisa o poner en peligro su vida.2. El Amo acepta el control, el dominio y la disciplina de la Sumisa durante la vigencia del contrato. El Amo puede utilizar el cuerpo de la Sumisa en cualquier momento durante las horas asignadas, o en horas adicionales acordadas, de la manera que considere oportuno, en el sexo o en cualquier otro ámbito.3. El Amo ofrecerá a la Sumisa el entrenamiento y la orientación necesarios para servir adecuadamente al Amo.4. El Amo mantendrá un entorno estable y seguro en el que la Sumisa pueda llevar a cabo sus obligaciones para servir al Amo.5. El Amo puede disciplinar a la Sumisa cuanto sea necesario para asegurarse de que la Sumisa entiende totalmente su papel de sumisión al Amo y para desalentar conductas inaceptables. El Amo puede azotar, zurrar, dar latigazos y castigar físicamente a la Sumisa si lo considera oportuno por motivos de disciplina, por placer o por cualquier otra razón, que no está obligado a exponer.6. En el entrenamiento y en la administración de disciplina, el Amo garantizará que no queden marcas en el cuerpo de la Sumisa ni heridas que exijan atención médica.7. En el entrenamiento y en la administración de disciplina, el Amo garantizará que la disciplina y los instrumentos utilizados para administrarla sean seguros, no los utilizará de manera que provoquen daños serios y en ningún caso podrá traspasar los límites establecidos y detallados en este contrato.8. En caso de enfermedad o herida, el Amo cuidará a la Sumisa, vigilará su salud y su seguridad, y solicitará atención médica cuando lo considere necesario.9. El Amo cuidará de su propia salud y buscará atención médica cuando sea necesario para evitar riesgos.10. El Amo no prestará su Sumisa a otro Amo.11. El Amo podrá sujetar, esposar o atar a la Sumisa en todo momento durante las horas asignadas o en cualquier hora adicional por cualquier razón y por largos periodos de tiempo, prestando la debida atención a la salud y la seguridad de la Sumisa.12. El Amo garantizará que todo el equipamiento utilizado para el entrenamiento y la disciplina se mantiene limpio, higiénico y seguro en todo momento.La Sumisa 13. La Sumisa acepta al Amo como su dueño y entiende que ahora es de su propiedad y que está a su disposición cuando al Amo le plazca durante la vigencia del contrato en general,pero especialmente en las horas asignadas y en las horas adicionales acordadas.14. La Sumisa obedecerá las normas establecidas.15. La Sumisa servirá al Amo en todo aquello que el Amo considere oportuno y debe hacer todo lo posible por complacer al Amo en todo momento.16. La Sumisa tomará las medidas necesarias para cuidar su salud, solicitará o buscará atención médica cuando la necesite, y en todo momento mantendrá informado al Amo de cualquier problema de salud que pueda surgir.17. La Sumisa garantizará que toma anticonceptivos orales, y que los toma como y cuando es debido para evitar quedarse embarazada.18. La Sumisa aceptará sin cuestionar todas y cada una de las acciones disciplinarias que el Amo considere necesarias, y en todo momento recordará su papel y su función ante el Amo.19. La Sumisa no se tocará ni se proporcionará placer sexual sin el permiso del Amo.20. La Sumisa se someterá a toda actividad sexual que exija el Amo, sin dudar y sin discutir.21.La Sumisa aceptará azotes, zurras, bastonazos, latigazos o cualquier otra disciplina que el Amo decida administrar, sin dudar, preguntar ni quejarse.22. La Sumisa no mirará directamente a los ojos al Amo excepto cuando se le ordene. La Sumisa debe agachar los ojos, guardar silencio y mostrarse respetuosa en presencia del Amo.23. La Sumisa se comportará siempre con respeto hacia el Amo y solo se dirigirá a él como señor, señor Grey o cualquier otro apelativo que le ordene el Amo.24. La Sumisa no tocará al Amo sin su expreso consentimiento.25. La Sumisa no participará en actividades o actos sexuales que cualquiera de las dos partes considere inseguras. Palabras de seguridad 1. El Amo y la Sumisa admiten que el Amo puede solicitar a la Sumisa acciones que no puedan llevarse a cabo sin incurrir en daños físicos, mentales, emocionales, espirituales o de otro tipo en el momento en que se le solicitan. En este tipo de circunstancias, la Sumisa puede utilizar una palabra de seguridad. Se incluirán dos palabras de seguridad en función de la intensidad de las demandas.2. Se utilizará la palabra de seguridad «Amarillo» para indicar al Amo que la Sumisa está llegando al límite de resistencia.3. Se utilizará la palabra de seguridad «Rojo» para indicar al Amo que la Sumisa ya no puede tolerar más exigencias. Cuando se diga esta palabra, la acción del Amo cesará totalmente con efecto inmediato.Los abajo firmantes hemos leído y entendido totalmente lo que estipula este contrato. Aceptamos libremente los términos de este contrato y con nuestra firma damos nuestra conformidad.El Amo: Christian GreyLa Sumisa: Anastasia Steele

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