Así es 'Niña errante', la película caleña que abre el Ficci

A sus doce años, Ángela no conoció a su madre y acaba de perder a su padre. El día del entierro conoce a tres medio hermanas que estuvieron alejadas de su padre, con quienes inician un recorrido por el país, para iniciar una nueva vida en un lugar desconocido para ella, pero el cual, iniciará como niña y lo culminará como mujer.

Esta es la historia del nuevo largometraje de ficción del director colombiano Rubén Mendoza, con la cual, el próximo miércoles, se inaugurará la edición 59 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Ficci), luego de su paso por festivales de Estonia, Cuba y Estados Unidos.

Mendoza es considerado uno de los realizadores cinematográficos más interesantes del país en los últimos años, siendo guionista y director de ocho cortometrajes y de largometrajes como ‘La sociedad del semáforo’, ‘Memorias del calavero’ y ‘Tierra en la lengua’, con los cuales se ha presentado en más de 70 festivales internacionales, logrando premios, becas y fondos de desarrollo de estos y de las entidades más importantes del mundo, incluido el Festival de Cannes, Berlín, La Habana, Clermont, entre otros.

Sus piezas documentales han generado gran impacto e incluso controversia, como lo fue ‘Señorita María, la falda de la montaña’ y ‘El valle sin sombras’. Ahora, con ‘Niña errante’, abre el Ficci, el festival más antiguo de América Latina, una historia que cuenta con la participación de la reconocida actriz Carolina Ramírez.

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¿Qué significa para usted que su película sea la escogida para inaugurar del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias?

Cualquier evento que sea celebrar la cultura, que sea ampliar el pensamiento y que sea combatir la ignorancia que se ha instaurado desde lo más alto del poder, de nuevo, es un verdadero regalo para todos.

¿Cómo ha sido el recorrido de ‘Niña Errante’ en los festivales del mundo?

Empezamos el recorrido a finales de noviembre haciendo parte de la Sección Oficial del 22 Festival Internacional de Cine de Tallinn (Estonia), que es el último clase A que se realiza en el año, donde logramos dos premios grandes que fueron a Mejor Película y Mejor Música, en una competencia entre 20 películas del mundo.

También participamos en el Festival de Cine de La Habana (Cuba) donde fuimos premiados, y acabamos de participar en el Festival de Cine de Miami.

Luego de participar en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias iremos a Málaga donde se realiza uno de los grandes festivales de cine de España, luego será Toulouse (Francia) y más adelante Nueva York. Esta es la ruta que tendremos en marzo, esperando que lleguen más cosas, más invitaciones, mientras que estrenamos en la cartelera de cine colombiana el 4 de abril.

¿Cómo nace la historia de ‘Niña errante’?

Por varias razones. No concibo la vida sin carretera y sin toda la fuerza femenina, la que hay en mí, que siempre trato de exaltar, cultivar y afinar, de la que he vivido toda la vida muy cercano.

Siento que estamos asistiendo a un cambio de poderes en el mundo, donde se vuelve a las manos femeninas y lo matriarcal, lo cual le daría todo un equilibrio a toda esta peste. Por todo esto surgió, por mi curiosidad de devoción por el espíritu femenino y la fuerza femenina siendo un hombre.

Así, encontré en esta niña el dispositivo perfecto para que a través de ella, siendo una niña, representara de cierta forma la curiosidad masculina. En este caso, de cierta manera, invertimos papeles, yo como director.

¿Cómo fue trabajar sobre el universo femenino?

Casi el 70 % de quienes trabajaron en la película fueron mujeres, incluidas las cabezas de grupos y los puestos más importantes, como la directora de fotografía y la montajista, así como la Fotofija, Juanita Escobar, una de las mejores en el país en su campo. A ellas, no las elegí por ser mujeres, sólo por ser las mejores en sus profesiones.

Una protagonista que le hace falta el lado maternal...

Es una niña que no ha tenido fermento femenino en su crecimiento, porque no creció con la mamá, puede representar la curiosidad que puede surgir de lo masculino, con la tranquilidad de ir hasta lo más profundo de la intimidad de sus tres hermanas medias que apenas viene a conocer en el sepelio de su padre.

¿Un recorrido por la ruta de una niña que transforma en mujer?

No trato de tomarme esas atribuciones. Creo que en todo esto, le sentaron muy bien a la película todas las manos femeninas que trabajaron en ella.

Queríamos presentar una parte de lo que significa ser una mujer en una sociedad como la nuestra, siempre acompañado de toda esa fuerza femenina que trabajó conmigo, para poder llevar, de la mejor manera, esa forma de vivir y sentir.

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¿Cómo fue el trabajo de Carolina Ramírez?
A veces la experiencia sólo sirve para reinventarse. Yo a Carolina Ramírez, cuando le pedí, porque fue la única de las cuatro hermanas que busqué directamente, lo hice porque mi padre, quien era un ser magnético, siempre le causó ella una especial gracia por su belleza. Siento que fue la razón por la cual la llamé, porque yo jamás la vi actuar un segundo en una telenovela.

Una mujer con un rigor, tanto en la televisión como en el teatro, y fue un privilegio, fue una persona muy generosa, con mucho talento y dedicación. Puso toda su experiencia el servicio de sus compañeras y la película en general. Fue hermana mayor adentro y afuera de la película.

¿Cómo fue el trabajo con la protagonista?

Más que guiarla también era dejarme guiar por ella. Tiene mucho instinto y mucha experiencia actoral, además de lograr una química bestial entre los dos, donde nos bastaba una mirada para saber lo que queríamos en cada escena.