Andrés Parra habló sobre su papel en ‘Estado de Fuga 1986′, inspirada en la masacre de Pozzeto: reveló qué fue lo más difícil

Por Sergio Villamizar D. / Colprensa

Ya son cuatro las ocasiones en las que el actor Andrés Parra ha trabajado en los proyectos audiovisuales de Mario Mendoza, desde 2007 cuando hizo parte del reparto de ‘Satanás’, película basada en la novela del escritor bogotano con la que logró el Premio Seix Barral de Novela.

Más adelante, Parra sería el protagonista de las dos entregas de ‘Los Iniciados’, películas basadas en el universo literario de Mario Mendoza y su personaje de Frank Molina.

Ahora, interpreta a Jeremías Salgado en la serie que Netflix acaba de estrenar, ‘Estado de Fuga’, basada en los hechos reales de la masacre de Pozzetto ocurrida hace 39 años en Bogotá, en la que, el excombatiente de Vietnam, Campo Elías Delgado, asesinó a 29 personas y una gran cantidad de heridos, en una noche de horror y sangre.

Pero cuando el equipo de producción de la serie lo llamó para que hiciera parte del elenco de esta serie, Andrés Parra no dudó y de inmediato dijo sí, sin preguntar por los detalles, asumiendo que interpretaría a Camilo León, que en el guión, era el estudiante de literatura que empieza a ser el amigo de lecturas de Jeremías en la universidad, una historia basada en el hecho real del encuentro entre Mario Mendoza y Campo Elías Delgado, quienes compartían libros para sus respectivos proyectos universitarios.

“Mi viaje con Jeremías fue al revés. Durante muchos meses creí que me estaban convocando para ser de Camilo León, porque a donde me convoque esta gente yo voy, pero cuando me aclaran que seré Jeremías, yo ya venía investigando un poco de la conducta de los asesinos seriales, porque un par de años antes iba a ser un asesino serial, pero finalmente no se dio”, comentó Andrés Parra.

Creía en ese momento que tenía buena parte de la tarea hecha en la construcción de este personaje que tras ser combatiente en la Guerra de Vietnam, había vuelto a la Colombia de los años ochenta, intentando reinventarse a través de la literatura, con miras a convertirse en escritor.

”Pensé que más o menos tenía clara la sociopatía y psicopatía de este tipo de personajes, pero creo que la gran sorpresa fue encontrarme con el Síndrome de Amok, no sabía que existía eso, que es lo que ahora llaman el asesino itinerante, como ocurrió hace 39 años en Pozzetto”, continuó el reconocido actor.

Parra es reconocido también por su trabajo sobre las relaciones personales y la salud mental, por lo que de inmediato el tema le interesó y se apasionó en su investigación.

Para el actor, “Siento que es la primera vez que yo abordo un personaje de este calibre, tan complejo, que hace que uno se haga unas preguntas muy incómodas, sobre hasta dónde puede llegar la mente del hombre. Como un pensamiento en algunos desemboca en una cosa terrible. No dejo de preguntarme, ¿dónde están? ¿será el conductor del Uber en el que hoy me vine para acá? ¿alguién que está aquí? o ¿puede estar en mi casa? ¿Puede estar ahí? ¿Puede estar en mi casa? ha sido actualmente un viaje muy apasionante, porque la mente humana es una cosa miedosa”.

Todo esto arrancando la segunda parte de los años ochenta que en Colombia sería una época particularmente violenta.

“Cuántos somos hijos de la violencia, herederos de esa violencia, la crianza abusiva y en qué momento todo eso simplemente los hace estallar en más violencia”, aseguró Parra.

Más allá de la locura

Desde el mismo momento de masacres como la ocurrida hace 39 años en Bogotá, a este tipo de asesinos se les suele llamar ‘monstruos’, y en el caso de Campo Elias Delgado, siempre se asoció sus crímenes por su pasado como combatiente de Vietnam.

”Es mucho más fácil llamarlos ‘monstruos’, porque quitarles la humanidad nos quita un poco de responsabilidad. De hecho, en un principio pensé en asumir el personaje desde la locura, pero te das cuenta que no están tan locos, que son gente totalmente funcional, dan clase, van al trabajo y tienen su familia. Son una verdadera bomba de tiempo”, dijo Andrés Parra.

En buena parte de la serie, Andrés comparte escena con Consuelo Luzardo, quien interpreta a la madre de Jeremías, con una relación dolorosa que incluso llega al terror.

“Para mí era muy difícil todo lo que pasaba con Consuelito. Yo la encuentro muy parecida a mi mamá, y además, ha sido un referente muy potente porque viene también del Teatro Libre, por lo que la conozco desde hace mucho tiempo y siempre me llamó mucho la atención en Consuelo esto de ser una actriz de teatro”.

Para Andrés, las escenas realizadas junto a Consuelo marcan perfectamente el tono de suspenso y oscuridad que caracteriza a ‘Estado de fuga’.

“Es una relación tensa y dolorosa que va por muy mal camino. Hay una secuencia en la que ellos discuten y ella se da cuenta un poco de que este tipo ya la miró diferente. Se encierra en su habitación con seguro y se siente el suspenso de ‘Tiburón’, siempre pendiente de la sombra por debajo de la puerta. Era verla tan débil, tan vulnerable, tan mal y en manos de este hombre”.

Y agregó, “yo trato de fijarme las circunstancias dadas de la escena, lo que me produce. También recordar momentos en los que yo fui rechazado, porque el trabajo del actor es muy raro, pero siempre procuro que sea la gente la que se emocione y no yo. Trato de ser un actor muy mecánico”.

Toda una creación colectiva en la que el respeto siempre fue lo más importante, siendo un hecho tan trágico que 39 años después el país no olvida.

“Yo lo abordé no tan biológicamente la verdad, lo abordé desde esa violencia implícita, porque hay muchas personas que nacen en la violencia, ella lo rodea, se dedica a la violencia. Fue un soldado que estuvo en Vietnam, venía de un hogar agresivo, por lo que siento que ahí arranca el caldo de cultivo para lo que ocurrió”.

Y aclaró, “creo que es un tipo que no tiene muy buenas habilidades sociales, entonces hay rechazo, hay bullying, hay burla, había que saber. Bien desde donde empieza la violencia. Una mezcla entre esa violencia vivida, la sociedad y esta incapacidad de la compasión”.

Todo esto, a través de una forma de trabajar muy propia, que ha ido puliendo con el pasar de los personajes y los proyectos actorales.

“Yo hace un par de años me empecé a dar cuenta que probablemente mi trabajo también consistía en ser canal a través del cual hay algo que se tiene que manifestar, por lo que yo trato de estar lo más limpio posible. Para empezar a trabajar, cambio mi alimentación, no veo más noticias, medito más de lo normal, mucho silencio y por supuesto cero redes sociales. Así vengo trabajando y me gusta harto trabajar así ahora”.

“Siento la diferencia. Es una decisión tomada para poder trabajar. Ya no me lo tomo tan a la ligera, ya estoy tratando que se me convierta en un ejercicio un poco más místico. Como voy a permitir la entrada de otra energía a mí, tengo que estar listo”, finalizó el actor, quien entre otros proyectos, está listo para una nueva gira de sus obras de teatro.