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Sofía, además de ser una enamorada de la astrofísica, también se apasiona por actividades como el arte y el deporte. Ella entrena nado sincronizado, en Cali. | Foto: Fotos: Jorge Orozco / El País

CALI

Al infinito y más allá: la historia de la niña caleña que viajará al Space Center de la Nasa

Sofía Plazas es una niña de 13 años, de Cali, que fue elegida para viajar al Space Center de la Nasa. ¡Hasta el infinito y más allá!

12 de mayo de 2022 Por: Por Daniela del Mar Peña Guatusmal, periodista de El País

Hablar de un viaje a la Nasa puede parecer una idea lejana y un sueño difícil de cumplir, pero para Sofía Plazas, de 13 años, es un nivel desbloqueado en el juego de la vida. Su nombre significa sabiduría, la cual refleja al momento de hablar, con su capacidad de oratoria deja a más de uno con ‘la boca abierta’, al punto que ha sido invitada a dar varias conferencias sobre astrofísica en la Universidad Tecnológica de Pereira; el parque Explora, en Medellín, y varios colegios en Cali.

Sin embargo, mantiene intacta la curiosidad y las ganas de explorar el mundo, cualidades propias de una niña. En medio de las clases del colegio, Sebastián de Belalcázar, Sofía sueña con ayudar a construir un país más equitativo, pues considera que todos los niños tienen grandes talentos. “Aunque tenemos capacidades distintas, no porque algunas niñas se concentren más en otras actividades, quiere decir que no sean tan buenas. Es solo aprender a reconocerlas”.

Como cualquier chica de su edad, las mariposas en el estómago también la llevan a viajar al espacio por cuenta de un primer amor. Una experiencia que aún no sabe cómo medir y encontrarle lógica, por eso prefiere vivirla ‘despacio’.

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Parece que desde antes de nacer, ya las estrellas alumbraban el camino de Sofía. Por 19 años, sus padres intentaron concebir un bebé, hasta que finalmente la fe cedió y el milagro llegó, ahora es la mayor de tres hermanos. No nació en Cali, pero lleva aquí más de la mitad de su vida; años en los que ha fomentado sus sueños y metas.

¿Considera que la ciencia puede compararse con un juego?

Sí, para mí es tratar de comprender lo que está a mi alrededor, analizar lo que está más allá, y eso es lo divertido; ahí es donde está la magia, la de poder acercarse más al arte de comprender. Lo maravilloso de la ciencia no es solamente conocer lo que está más allá, sino lo que hay en nuestro interior y saber de qué estamos hechos.

Ver como la materia se puede transformar es una forma de diversión también, el problema es que las personas piensan que las ciencias son aburridas, por eso no exploran.

¿Cómo ha sido la reacción de sus compañeros en el colegio frente a su viaje con la Fundación She Is?

Es evidente que uno destaca, y claro que los apodos no faltan, ahora no soy Sofía Plazas, sino ‘Nasa’, y ‘Nasa’ por aquí, ‘Nasa’ por allá. Es muy divertido y lindo porque hay personas que aún no se lo creen; compañeros de otros grados se me acercan y me dicen: “Sofía lloré cuando vi la noticia”. Y al ver esta reacción, me doy cuenta que ni yo misma me lo he terminado de creer.

¿Qué siente al verse como un referente para niños y ñiñas de su edad?

Es una gran responsabilidad que trae alegría, pero también, a veces, es muy triste para mí ver que algunos de mis compañeros y jóvenes de mi edad se subestiman, con comentarios como “si Sofi lo dice, está bien”, como si no creyeran en sus capacidades o yo fuera un ser que está por encima de ellos, y así no es. Entonces, me gusta mucho compartir mis conocimientos con los demás, pero también considero que es importante que se trabaje en el apoyo a las capacidades que tienen los jóvenes, desde casa y las escuelas; que los papás identifiquen los talentos de sus hijos y les ayuden a desarrollarlos.

¿Por qué es importante que las niñas se empiecen a interesar por este tipo de proyectos?

Las niñas tenemos un potencial grandísimo que ha sido invisibilizado a través de la historia. Probablemente hayan muchas niñas como yo, escondidas que quizá no cuentan con los recursos, o no conocen algunos de los proyectos gubernamentales que ofrece el departamento, y que sirven para potencializar y descubrir sus talentos.

Los genios se pueden conocer gracias a un montón de factores que la sociedad le permite mostrar, no sabemos cuántas ‘Marie Curies’ (Marie Curie fue una destacada física y química polaca) hay por ahí escondidas y que no tienen la oportunidad de brillar.

La fundación She Is, junto con sus aliados, recorrieron el país, para conocer las historias de las más de 3.500 niñas que se postularon para ser parte de este sueño espacial.

¿Cuál es la anécdota que más recuerda en los proyectos en los que ha participado?

Mi hermano y yo hicimos parte de los Laboratorios de Innovación Digital, con este equipo participamos en el First Lego League. Para ser nuestra primera vez nos fue muy bien, pues quedamos de cuartos y los demás grupos eran clubes privados, y nosotros éramos un grupo de niños, de los cuales la mayoría no teníamos casi recursos; entonces me alegró mucho ver que no importan los recursos, sino las ganas de aprender.

¿Cuáles son las expectativas que tiene frente al reto que se avecina?

Principalmente, quiero conocer todo lo que nos van a enseñar, porque vamos a tener acceso a lugares muy importante de la Nasa, y tal vez me pueda traer un Alien de recuerdo.

¿Qué ideas tiene para el proyecto que debe presentar al finalizar el viaje?

He pensado un par de cosas, sin embargo, por ahora, me toca esperar a ver las capacitaciones que nos darán sobre cómo realizar un modelo funcional de proyecto. En lo que me gustaría trabajar es en impulsar el modelo funcional de desarrollo de nuestro país, e incrementar el interés de las niñas y jovencitas en el maravilloso mundo de la ciencia.

¡3,2,1 despeguen!

El viaje tendrá una duración de cinco meses, durante los cuales las niñas tendrán acceso a una programación con dinámicas de liderazgo, motivación y encuentros con astronautas y mujeres del área que lograron tener nuevas perspectivas de vida. Para ello tomaron en cuenta sus habilidades, conocimientos y distintas formas de pensar en contextos de trabajo en equipo.

Esta segunda misión finalizará con la visita a la Nasa por cinco días, donde recibirán un currículo y plan de estudios, interactuarán con astronautas y tendrán su graduación en el Space Center, unos de los centros de aprendizaje en carreras Stem (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) más grandes del mundo.

Aterrizada

Así como para Ándrés Caicedo Cali fue fuente de inspiración, para Sofía, lugares icónicos de la ciudad como San Antonio, con sus casas coloniales; la Biblioteca Departamental; Bellas Artes y otros espacios de la ciudad, son sus lugares favoritos para compartir con su familia y amigos.

Suele tener contacto con mujeres a las que admira y que son influencia en el mundo de la ciencia, “hablo con profesoras de Univalle, con Lauren Flor, entre otras. Ellas me compartieron las convocatorias para la primera misión, pero no pude inscribirme.

Sus padres le apuestan al desarrollo cultural y académico de ella y de sus hermanos, por eso los apoyan en distintas actividades deportivas y clubes de ciencia.

Uno de los grupos de los que ha hecho parte son los Puntos Vive Digital, donde participaron ella y su hermano en un proyecto para impulsar el desarrollo urbano, “queríamos buscar un balance entre la sostenibilidad y entorno urbano, así que les propusimos un proyecto llamado El Toten, que busca crear energías públicas en la ciudad. También pensamos en hacer un purificador de aire, para que personas como mi mamá, que sufren de enfermedades respiratorias, vivan en una ciudad sana”.

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