El corazón de la salud
La Medicina Nuclear, un avance vital en la salud de los colombianos
La medicina nuclear ha llegado para quedarse y dar diagnósticos y tratamientos efectivos a diferentes patologías en pacientes de cualquier edad en todo el país.
La medicina nuclear es una especialidad médica que utiliza materiales radiactivos en dosis mínimas para llevar a cabo estudios de imágenes diagnósticas con particularidades distintivas (evaluación funcional) en comparación con métodos más reconocidos, como ecografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas.
El enfoque principal de esta especialidad en la Fundación Valle del Lili radica en las imágenes moleculares, permitiendo detectar anomalías a nivel celular que suelen manifestarse antes de ser identificables, mediante modalidades de imagen convencionales, centradas en aspectos anatómicos y estructurales.
Además del enfoque diagnóstico con gammagrafías y estudios PET/CT, esta especialidad realiza terapias con sustancias radiactivas en terapias específicas, también denominadas terapias metabólicas, que tienen la ventaja de dirigirse específicamente a las células objetivo.
La Dra. Luz Maritza Pabón Castilla, jefa del servicio de Medicina Nuclear en la Fundación Valle del Lili, agrega una perspectiva enriquecedora al tema: “En la medicina nuclear, nuestras terapias son llamadas terapias metabólicas, y estamos liderando el concepto emergente de terapias dirigidas o personalizadas. Esto implica realizar estudios de diagnóstico para localizar las lesiones, y luego proceder con tratamientos utilizando sustancias radiactivas, frecuentemente emisores beta o alfa, dirigidos a las áreas afectadas. Así, estamos tratando directamente lo que estamos visualizando, una idea que actualmente está ganando relevancia bajo la denominación de terapias personalizadas o TARGET”.
En palabras del Doctor Arturo Mejía, especialista en Medicina Nuclear de la Fundación Valle del Lili: “Tales tratamientos son mayormente empleados en patologías oncológicas, como el cáncer de tiroides, próstata y tumores neuroendocrinos, entre otros. Esto resulta en una reducción de la exposición a radiación de las células circundantes sanas, lo que implica una menor toxicidad de estos procedimientos terapéuticos”.
Tratamientos con seguimiento
Ana Sánchez nació en Santa Rosa de Cabal y hace 47 años vive en Cali. Así comparte su experiencia en la lucha contra el cáncer de tiroides.
A sus 68 años, madre de dos hijos adultos y esposa de Fernando Casanova, Ana recibió un diagnóstico de cáncer en 2014 después de realizarse una ecografía de tiroides.
Tras la detección, fue remitida a la Fundación Valle del Lili, donde recibió atención especializada. En febrero de 2015, se sometió a su primera cirugía, seguida de terapia de yodo radiactivo.
Los siguientes años continuó bajo seguimiento médico regular y en 2021, los exámenes revelaron una recurrencia del cáncer.
El proceso de tratamiento con yodo radiactivo implica hospitalización de uno a dos días, seguido de dos semanas con medidas de radioprotección para evitar la exposición innecesaria de otros a la radiación.
La Dra. Luz Maritza Pabón Castilla, resalta la importancia de la terapia metabólica y explica que la Institución cuenta con el área de terapias metabólicas, compuesta por cuatro habitaciones que cumplen con las normativas del Servicio Geológico Colombiano para desechar los residuos radiactivos de manera segura y ambientalmente responsable.
La historia de Ana refleja el compromiso de la Fundación Valle del Lili en brindar atención integral y avanzada a pacientes como ella, combinando tratamientos médicos innovadores con un enfoque en la seguridad y el bienestar del paciente.
Como paciente, Ana reconoce la calidad en el servicio: “he estado tranquila de tener atención con excelentes médicos y eso me ha ayudado a tener una mejor evolución en la enfermedad”.
Con avances en terapias metabólicas y expertos médicos altamente capacitados, la Fundación Valle del Lili se destaca en la atención a pacientes con cáncer de tiroides y otras patologías.
La especialista explica que la medicina nuclear es una rama médica que hace uso de sustancias radiactivas, tanto para el diagnóstico, como para el tratamiento de diversas enfermedades, benignas y malignas.
Estudios de la medicina nuclear
Los estudios con emisores gamma se subdividen en gammagrafías, empleando fármacos específicos y materiales radiactivos como el (99m)Tecnecio (El principal elemento químico que se utiliza para el diagnóstico de enfermedades en Medicina Nuclear), y el (18)F-FDG en PET/CT, para enfermedades inflamatorias, infecciosas y oncológicas (90% de los casos).
La Fundación dispone además de otros fármacos para estudios PET/CT específicos en otras patologías tumorales y benignas como (18)F-PMSA (evaluación de cáncer de próstata), (18)F-DOPA (Parkinsonismo y tumores neuroendocrinos como feocromocitoma, paraganglioma, entre otros).
En resumen, la medicina nuclear se erige como una especialidad médica que emplea sustancias radiactivas para realizar estudios diagnósticos y tratamientos enfocados en la medicina de precisión en diversas patologías. Su capacidad para visualizar a nivel molecular y su enfoque en terapias personalizadas la convierten en un recurso valioso en la atención médica moderna en el país.
Datos claves
- 95% De los casos que atiende Medicina Nuclear en la Fundación Valle del Lili, corresponden a pacientes oncológicos.
- 15.000 Estudios se han llevado a cabo desde que en el 2012 hasta la fecha, se adquirió la tecnología de tomografía por emisión de positrones.
Historia de la especialidad en Cali
El año 1991 marcó el comienzo de un hito en el servicio de Medicina Nuclear, cuando se inauguran las operaciones en la Fundación Valle del Lili. Un equipo altamente comprometido se embarcó en la realización de gammagrafías planares y tomográficas (SPECT), estableciendo así un sólido fundamento para la trayectoria de la institución.
En 2007, da un paso adelante, convirtiéndose en pionera en Colombia al introducir una perspectiva completamente innovadora: las Imágenes Híbridas. Este enfoque revolucionario implicó la conjunción de las imágenes de Medicina Nuclear con la capacidad de obtener una Tomografía Computarizada (TAC) simultáneamente durante el estudio. Esta integración abrió nuevas ventanas a la visualización y diagnóstico médico.
Para 2012, se implementó la tecnología de Imágenes Moleculares de Medicina Nuclear, inaugurando la primera PET/CT (Tomografía por Emisión de Positrones/Tomografía computarizada) en el Suroccidente. Esta incorporación significó un paso fundamental para obtener imágenes detalladas a nivel molecular, lo que enriqueció la capacidad diagnóstica en la Fundación Valle del Lili.
Esto asegura una preparación meticulosa y un estado óptimo para cada estudio, garantizando resultados fiables y una atención de alta calidad. A lo largo del tiempo, se ha logrado un progreso constante y mantenido un firme compromiso con la innovación y el bienestar de los pacientes.
Cada etapa, desde los modestos comienzos en 1991 hasta la sofisticación actual en 2023, ha sido guiada por la búsqueda continua de ofrecer diagnósticos precisos y atención excepcional en Medicina Nuclear.