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Francisco Javier García (fuera de foco) monitorea a un instructor que le enseña a una persona ciega a usar uno de los dispositivos creados para leer en Braille. | Foto: Especial para El País

DISCAPACIDAD VISUAL

El ingeniero palmirano que moderniza el braille para sordociegos

Francisco Javier García Camacho, ingeniero electrónico, es el creador de la iniciativa que cambiaría la vida de cerca de 600.000 personas ciegas y 56.000 personas sordociegas en Colombia.

8 de septiembre de 2019 Por: Luz Stella Cardona, reportera de El País

Con el proyecto Braille Hands o Braille en sus Manos, el palmirano, Francisco Javier García Camacho, ingeniero electrónico, busca cambiar la vida de las cerca de 56.000 mil personas sordociegas que hay en Colombia, (según cifras del censo de 2010).

El profesional, de 43 años, dice que la idea surgió luego de mirar un video en su celular que hablaba de la vida de Gennet Corcuera, la primera persona sordociega de nacimiento que obtuvo una licenciatura universitaria en España.

“Me sentí muy impactado porque no sabía que había personas con esta doble discapacidad, pero también muy conmovido al ver cómo esta joven pudo superarse”, revela.

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Ese testimonio lo afectó tanto que se preguntó qué pasaba con las personas que tenían esta condición en Latinoamérica, en Colombia, y especialmente en su tierra, Valle del Cauca.

Quiso saber con qué herramientas contaban para aprender braille, el sistema de lectura y escritura táctil diseñado para invidentes, ideado en el siglo XIX por el francés Louis Braille.

Luego de investigar encontró que algunas personas sordociegas usaban un dispositivo electrónico llamado Línea Braille, pero que resulta muy costoso, pues su valor oscila entre 500 y 5000 euros.

Por esta razón, el más utilizado por un amplio porcentaje de esta población con esta discapacidad, es el sistema tradicional de regleta, papel y punzón. La regleta trae una base sobre la cual se pone el papel y sobre la que se cierra como un cuaderno, la parte superior, que son celdas o cuadrículas, a través de las cuales con el punzón, la persona sordociega aprende a escribir y luego puede leer con sus dedos lo que ha marcado con el punzón.

“El braille se basa en seis puntos, que permiten 64 combinaciones; en cada celda de la regleta la persona marca los puntos, cuya combinación representa la letra, número o signo de puntuación que quiere escribir”, explica el ingeniero.

La otra tecnología que encontró el ingeniero García, fueron los lectores de pantalla en teléfonos celulares y computadores, pero la persona sordociega no podía leer con sus dedos, ya que estos aplicativos solo permiten escuchar y están pensados para personas ciegas.

“En julio de 2018 hice pruebas, con un prototipo que fabriqué y que era capaz de ‘hablar’ al incorporar un sintetizador de voz, pero era muy grande y muy costoso”, explica García, quien anota que lo único que logró fue que el aparato hablara mientras la persona sordociega escribía braille.

Decidió, entonces que este aparato no era viable porque tenía una tarjeta electrónica muy grande y el chip de voz costaba cerca de $500.000.

“Descubrí que no había una tecno- logía intermedia que fuera fácil de adquirir en términos de costos para ayudarles a estas personas en el aprendizaje de braille. Entonces empecé a diseñar un dispositivo de lectura braille más pequeño con unos microvibradores y dos botones, y a su vez, creé un segundo equipo de seis botones para el braille y cuatro botones de funciones”, agrega.

Adicionalmente, diseñó una aplicación para celular con la que cualquier persona podía escribir un texto normal y al enviarlo vía Bluetooth, las personas sordociegas lo recibían en braille gracias a los microvibradores.
Este prototipo lo inscribió en un programa gubernamental llamado Apps.co que se desarrolló en la Cámara de Comercio de Palmira, donde le dieron una mentoría para organizar la idea y aterrizar el proyecto.

Un paso fue validarlo, es decir, ensayarlo con personas ciegas y sordociegas para que lo evaluaran e hicieran recomendaciones. Al profundizar en las cifras, encontró que el 80% de las personas con esta discapacidad, pertenecen a los estratos uno y dos.

Por ello, en diciembre de 2018 decidió modificar el prototipo para que fuera más viable en cuanto al precio. Fue así como se le ocurrió que si hacía que la aplicación hablara, podía sacar el chip tan costoso que generaba la voz en el dispositivo y se ahorraría $500.000.

“En diciembre me senté a hacer pruebas de programación y pasé todo el mes creando una aplicación que le permitiera inicialmente a personas como yo, aprender braille y también le enseñara a los que no ven. Esta idea la terminé el 7 de enero de 2019 y la publiqué para descargas gratuitas en playstore”, cuenta García.

Su sorpresa fue mayúscula cuando descubrió que quienes realmente usaban la aplicación eran personas ciegas, quienes le empezaron a escribir a su correo y al WhatsApp para darle ideas de cómo mejorarla.
De inmediato se dio a la tarea de hacer las modificaciones que quedaron listas entre enero y febrero pasados.

La aplicación está vigente y se basa toda en voz. Tiene en pantalla los seis punticos del braille que se combinan entre sí, y con ellos las personas ciegas pueden leer y escribir. Y para las personas sordociegas, le añadió un dispo- sitivo electrónico de botones mejorado, con el cual también la pueden usar.

“La persona ciega debe saber dónde está ubicado cada punto, por eso no pensé que la pudieran usar, pero resulta que los teléfonos móviles tienen ‘TalkBack’ (lector de pantalla de Google para android) y cuando lo activas, el teléfono te habla y te dice donde está cada cosa.

Sin embargo, para muchos usuarios esta herramienta era muy lenta y compleja de usar, por lo cual decidí retomar el tema del dispositivo electrónico y me di a la tarea de hacer que la aplicación se conectara al dispositivo” subraya.

Este modelo mejorado tiene seis botones y otros cuatro más abajo para diversas funciones (borrar, hablar o agregar una letra). Además cuenta con un ‘joystick’ o palanca que permite acceder a unas listas que la aplicación poseen para navegar entre las diversas opciones que ofrece la App.

“Si yo muevo la palanca y me paro en la letra F y oprimo el mismo ‘joystick’ como si fuese un botón, la App empieza a decir: presione los botones 1, 2 y 4 para enseñarme a generar tal letra en braille, igual con los números y signos de puntuación, etc. Entonces es mucho más rápido hacerlo con el dispositivo que hacerlo con el ‘TalkBack’ del teléfono”, enfatiza el ingeniero.

Este prototipo es muy interesante porque las personas sordociegas pueden escribir el mensaje y después hunden el botón y el dispositivo lo dice en voz alta.

La aplicación ha tenido una evolución impresionante, pues todo lo que la persona escriba puede ser enviado como mensaje de texto, correo electrónico o ser compartido en las redes sociales.

El ingeniero García busca fondos para que los dispositivos puedan ser donados a las personas más necesitadas. Y los profesores pueden instalar las Apps, aprender braille y a su vez comunicarse con las personas sordociegas que disponen del dispositivo.

Ahora es finalista de Titanes de Caracol en la categoría de tecnología, quienes deseen apoyar su invento pueden hacerlo votando en el link: titanescaracol.com. Los ganadores se conocerán el próximo 9 de octubre.

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