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La exsecretaria de Educación, Luz Elena Azcárate y el secretario (e) William Rodríguez. | Foto: Archivo El País

El camino del Liceo Departamental de Cali para convertirse en un colegio élite

El centro educativo fue acreditado como Institución de Bachillerato Internacional, convirtiéndose en el primer colegio oficial de Colombia en conseguir ese importante logro.

20 de abril de 2020 Por: Meryt Montiel Lugo, editora del Equipo de domingo 

Tuvo que trasegar, como ella misma lo sostiene, un camino de espinas en el que, a veces, quiso tirar la toalla. Por fortuna, para la educación con sello de calidad en Cali, no lo hizo. Todos los sacrificios de ella como rectora del Liceo Departamental y de su equipo administrativo y de docentes valieron la pena. Consiguieron el gran objetivo que se propusieron hace cinco años: la institución fue acreditada como Colegio del Mundo por la Organización de Bachillerato Internacional, IB.

Tal como se puede leer en la carta de aprobación y felicitación que le envió la Organización IB a la rectora del Liceo Departamental, Luz Adriana Giraldo Sánchez, el colegio “está autorizado para impartir el PEP (Programa de la Escuela Primaria del IB) y formar parte de una comunidad global de colegios comprometidos con la formación de jóvenes solidarios, informados y ávidos de conocimiento que estarán listos para enfrentar el futuro con éxito y contribuir a crear un mundo más armonioso y pacífico”.

Para entender lo que significa este logro, la abogada y licenciada en básica primaria con maestría en Educación con énfasis en Currículo y Evaluación, explica que el IB ofrece cuatro programas: el PEP, para niños de 3 a 12 años; el PAI, el de los años intermedios, para los niños de sexto a noveno; el Programa de Diploma, que es para alumnos de décimo y undécimo y el de Orientación Profesional, también para los de 10 y 11.

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El Programa de la Escuela Primaria del Liceo fue aprobado “y por ese hecho ya somos Colegio de Bachillerato Internacional, estamos sembrando la semilla con el PEP, pero debemos ir avanzando hasta llegar a que nuestros alumnos tengan doble titulación, que se puedan presentar a las universidades de prestigio del mundo”, manifiesta la rectora.

La cabeza del liceo, institución con tres sedes (dos de primaria y una de bachillerato) y 2500 estudiantes, considera que para llegar a ser aprobado el Programa de Diplomas (para alumnos de 10 y 11) requerirá “más o menos seis años”. Por ahora, toda la familia liceísta está muy contenta con lo alcanzado, pues como asegura su rectora, “esto es un acontecimiento histórico para la educación de nuestro país, una apuesta por una educación más inclusiva, más equitativa, más justa y de mejor calidad”.

Camino pedregoso

En 2014, el secretario de Educación, Édgar Polanco, citó a los rectores de colegios oficiales de Cali para que les fuera presentado el programa de Bachillerato Internacional. Bibiana Rubio, entonces vicepresidenta de la Asociación Andina de Colegios de Bachillerato Internacional los exhortó a todos a que hicieran parte de esta red global de instituciones élite por su calidad educativa. Luz Adriana se sintió atraída por la iniciativa y le solicitó al secretario Polanco que la apoyara con los recursos económicos para poder inscribir al Liceo Departamental en el programa y este la ayudó. Posteriormente, habló sobre su intención de seguir adelante con este sueño con la secretaria de Educación Luz Elena Azcárate, de la Administración de Maurice Armitage y ella le dio carta abierta, “me dijo: hágale, que yo la respaldo”.

A pesar de ese espaldarazo no faltaron las piedras en el camino. Sus profesores de primaria no tenían recursos para desplazarse, por ejemplo, a Bogotá, a tomar los talleres internacionales que se requerían para aprender sobre las normas, metodología y procesos para implementar el PEP. Debieron vender hasta lechona para costearse el viaje. Algunos docentes no aguantaron tanto trabajo y desertaron del Liceo; otros debieron sacar de su propio bolsillo para decorar y organizar sus salones de acuerdo a las nuevas exigencias del IB.

La rectora misma debió pedir muchas veces que le rebajaran los costos de algunos talleres; tuvo que luchar para que no se les llevaran del colegio a los profesores que ya estaban en el proceso del PEP, como los de inglés, pues, precisamente, estos debían enseñar y o reforzar este idioma en Jardín y la básica primaria. Esta era una exigencia para la acreditación.

Su cara se hizo familiar en la Secretaría de Educación a donde madrugaba cada tanto a solicitar que la ayudaran con los cambios necesarios en la infraestructura física, con la organización de dos bibliotecas, de los laboratorios de ciencias, en fin... “Apenas me veían, decían: ya viene Luz Adriana a pedir algo”, rememora hoy entre risas.

Empezó con un piloto en la más pequeña de las tres sedes del Liceo, en La Presentación, con siete maestras de jardín a quinto de primaria. Pero la coordinadora de la Organización del Bachillerato Internacional le dijo que debía iniciar con las dos sedes de primaria o no podía seguir el proceso de acreditación. “Las 7 maestras que ya habían empezado debieron ‘irradiar’ al resto de docentes, pues en total son 26 maestras (entre pre-escolar y primaria), las que hoy están trabajando en Bachillerato Internacional”, comenta la rectora.

Nueva forma de enseñar

Aún en medio de las dificultades que sorteó, Luz Adriana y sus equipos, administrativo y docente, lograron cumplir con las exigencias de la Organización de Bachillerato Internacional.

Sus maestros aprendieron a hacer un cambio curricular por medio del cual cumplen con las normas y temáticas nacionales e internacionales de estudio; aprendieron nuevas metodologías en las que, por ejemplo, tienen en cuenta los conocimientos previos de los niños sobre un tema y mediante preguntas los provocan a indagar, a investigar, a hacer un trabajo colaborativo y llegar a una respuesta o a una acción.

Así, están formando, como dice la rectora, estudiantes más autónomos, indagadores, audaces, más solidarios y que saben aprovechar las oportunidades que les brinda el mundo.

Algunos cambios

  • En el Liceo los pupitres de los niños en las aulas no se organizan uno tras otro, sino por grupos, por su constante trabajo en equipo.
  • No basta un lugar físico para la biblioteca. Sino un profesional que la administre. Este debe estar enterado sobre las unidades temáticas en que va cada curso para tenerles a tiempo los textos y otras ayudas que necesiten para indagar.
  • Se incrementó el nivel de inglés en Jardín y la Básica Primaria. Varios docentes y hasta la rectora están aprendiendo inglés.
  • Para mejorar el nivel de inglés de algunos docentes, el Liceo Departamental hizo convenios con el Centro Colombo-Americano y con Alliance.
  • En las bibliotecas los alumnos deben contar con textos escritos en inglés.

Calidad educativa en el sector oficial

La exsecretaria de Educación Luz Elena Azcárate opina que la acreditación del Liceo Departamental como Colegio del Mundo es un reconocimiento a la tenacidad y a la disciplina de la rectora Luz Adriana Giraldo Sánchez y a sus equipos docente y administrativo. “Si ella como líder no tiene esa terquedad de ir a hablar siempre de su Bachillerato Internacional, eso, seguramente, no se habría logrado. Nosotros desde la Secretaría hicimos lo que teníamos que hacer: un acompañamiento y garantizar unas inversiones que, afortunadamente, pudimos hacerlas en la institución en infraestructura, bibliotecas y laboratorios”.

Para Azcárate este logro es también un mensaje: desde el sector público se puede tener calidad educativa.

El secretario de Educación de Cali (e), William Rodríguez, destaca que la acreditación al Liceo Departamental es un logro con impacto sociocultural, fruto de un trabajo colectivo de un equipo directivo muy comprometido y de unos docentes convencidos de las bondades y las potencialidades del Bachillerato Internacional. “Esto abre la puerta, globaliza la educación oficial de Cali y de Colombia, porque somos la primera institución educativa oficial en el país con Bachillerato Internacional y eso tiene unos efectos simbólicos muy altos”. Opina que en Cali hay varios colegios de gran calidad educativa que pueden asumir el mismo reto del Liceo y que, para eso, deben mirar el camino recorrido por este colegio que ha sido, por décadas, un referente de educación excelsa en la ciudad.

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