Debate: dos maestros de Cali opinan sobre propuesta de sancionar el fomento de ideologías políticas en colegios

El proyecto de ley que fue radicado esta semana en el Congreso de la República y que busca sancionar a los profesores que en los colegios promuevan una determinada ideología política, encendió un debate en el país.

Y es que según su proponente, Edward Rodríguez, representante a la Cámara por el partido Centro Democrático, lo que se pretende es evitar que la polarización política, la misma que dividió al país en las pasadas elecciones presidenciales, llegue a la esfera de las aulas de clases, con el propósito de proteger el libre desarrollo de la personalidad del individuo.

De esta manera, el proyecto de ley plantea que las cátedras de política o los debates entorno a este tema, se limiten a las asignaturas de las ciencias sociales. Asimismo, con esta ley quedará prohibido que el docente induzca al alumno hacia una determinada inclinación partidista.

El profesor que incurra en esta conducta podrá ser sancionados hasta por 24 meses de su cargo. Y, si es reincidente, podrá ser inhabilitado del mismo hasta por 30 meses y deberá pagar una multa de hasta 5 salarios mínimos legales mensuales vigentes. ($4.140.580).

El punto más importante que persigue el proyecto de ley es el de garantizar el desarrollo de la personalidad del estudiante, así como la libertad de pensamiento dentro de las aulas de clases.

Para lograr esto, ninguna ideología política, ni de izquierda ni de derecha, podrá estar presente en los salones de primaria o de bachillerato del país.

“Así, un docente ya no podrá decir que Petro es un guerrillero, que Uribe es un ‘paraco’ o que Fajardo es un ladrón, ya que estas son opiniones que pueden generar odios o afinidades del alumno hacia cualquiera de ellos y eso no está bien”, explicó el representante a la Cámara Edward Rodríguez.

Cabe resaltar que los debates políticos (siempre y cuando no generen ningún sesgo del profesor hacia el alumno), no quedarán excluídos en su totalidad de las aulas académicas, sino que deberán desarrollarse únicamente en las asignaturas de las ciencias sociales como historia, filosofía o antropología.

“En ese orden de ideas, un profesor de matemática no podrá hablar en su clase de sus inclinaciones políticas . Si él desea hacer esto, podría salirse del salón y convidar afuera a los estudiantes que deseen a escuchar sus pensamientos”, dijo Rodríguez.

El funcionario añadió: “lo que se pretende es que los alumnos puedan exponerse a las discusiones de índole político cuando estén más grandes y puedan escoger a qué partido quieren pertenecer, o que esa discusión se dé en el ambiente familiar”.

Vale la pena precisar que, en el caso en que los maestros incumplan lo que plantea el proyecto de ley, podrán ser suspendidos, inhabilitados de su cargo y hasta multados.

Al respecto, Elsy Jordán, presidenta de la Asociación de Colegios Privados de Cali, se mostró en desacuerdo con estas sanciones, a pesar de que coincide con el representante a la cámara, en el hecho de que se debe prohibir el proselitismo político en los colegios por parte de los profesores.

“No soy partícipe de que se sancione al maestro sino de que se le sensibilice en que su labor de generar un pensamiento autónomo en el estudiante, sin generar sesgo hacia determinado partido político o candidato”, aseveró Jordán.

Para César Ocoró, subsecretario de Calidad Educativa de Cali, el proyecto de ley limitaría “la acción del maestro en la escuela” y, por el contario, coartaría la libertad de pensamiento y de crítica.

“El maestro debe colocar en el aula la situación de apertura al debate y el análisis político del país y esto no lo puede suscribir solamente a un área, sería como devolvernos 200 años. La acción política es inherente a la sociedad y por eso yo no puedo decirle a un profesor de matemáticas que me hable en su clase solo de este tema”, indicó Ocoró.

Además, el funcionario aseguró que promover el debate político en cualquier asignatura de un colegio, es una manera para que los estudiantes tomen consciencia electoral sobre “por quién votar o por quién no”.

Entre tanto, Nelson Alarcón, presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode, aseguró que el proyecto de ley constituye un “ataque al magisterio de educación”.

“Es triste ver que un representante a la Cámara desconozca la Constitución y la ley general de educación. Esto es un acto de provocación y adoctrinación para los 332.000 maestros de Colombia”, señaló.

Y añadió que “uno de los fines de la educación es la formación para facilitar la participación de los estudiantes en todas la decisiones que afecten la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación”.

Para el presidente de Fecode esta propuesta pretende acabar con la libertad de cátedra y el gobierno escolar, además, con la autonomía estudiantil para la toma de decisiones.

“Nuestro rechazo rotundo. Nuestros maestros no hacen proselitismo político sino que ayudan formar el pensamiento crítico en ellos”, precisó el líder sindical.

Por su parte, Jhon Jairo Caicedo, presidente de la Federación Nacional de Personeros Estudiantiles, indicó que este es un proyecto más de la esfera política que de la educativa.

“Cuando un docente nos explica la historia de Colombia, nos da a conocer todos los hechos que se mueven en torno a la política y, por ende, las cosas buenas y malas que nosotros debemos saber. Pero el problema empieza allí, cuando este, sin ninguna intención de hacer proselitismo político, quiere darnos a conocer una verdad, es cuando van a ingresar unos sectores que no están de acuerdo con sus ideas ”, manifestó Caicedo.

Sin embargo, el estudiante puntualizó que es pertinente que el docente sí debe separar sus pasiones e ideologías de la enseñanza para que pueda haber un equilibrio en la educación que imparte a sus estudiantes.