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José Manuel Suso, gerente de Arrocera La Esmeralda, empresa de la marca Arroz Blanquita. | Foto: Giancarlo Manzano / El País

NEGOCIOS

"Invertiremos US$5 millones en plantas de Jamundí": Arroz Blanquita en sus 70 años

La marca Arroz Blanquita, que nació en Jamundí, cumple 70 años. Su actual gerente, Juan Manuel Suso, habla de la evolución.

6 de marzo de 2020 Por: Redacción de El País

En 1918, el comerciante español Faustino Suso llegó a Colombia para emprender en la exportación de pieles colombianas a Europa. Sin embargo, en pocos años encontró un negocio más lucrativo: el cultivo de arroz.
Junto a su esposa colombiana, Blanquita Cárdenas, el europeo se instaló en Buga, donde abandonó la exportación de pieles, juntó sus ahorros y construyó uno de los molinos más productivos de arroz en el Valle del Cauca.

Años más tarde, ese molino daría pie al nacimiento del tradicional Arroz Blanquita, la marca estrella de la Arrocera La Esmeralda.

Hoy esa empresa es liderada por el nieto de Faustino, José Manuel Suso, quien habló con El País a propósito de los 70 años de la compañía.

Su abuelo abrió el primer molino de arroz en 1935, pero la empresa celebra 70 años, ¿cómo son las cuentas?

A lo que le estamos celebrando los 70 años es a la empresa que se fundó en 1950 en Jamundí.

Todo inició en Buga. Mi abuelo Faustino y mi abuela Blanquita tuvieron un primer molino allá, pero se vendía todo en empaques de yute. La marca no existía, simplemente los clientes decían: “comprémole el arroz a doña Blanquita”.

Luego mi padre, ‘Manolo’ Suso, abre el molino en Jamundí, en el 50, cuando ya se empiezan a vender bultos marcados, y él le pone al arroz el nombre de ‘Blanquita’, el de su mamá.

¿Cómo ha sido la transformación desde entonces?

La transformación ha sido total. En la planta de Jamundí, en el primer año, no alcanzamos a procesar ni 1000 toneladas de arroz. Hoy la empresa puede mover 1500 toneladas en solo un día. Imagínese.

También, los sistemas de innovación han permitido traer las mejores máquinas para la clasificación del arroz. Son máquinas electrónicas que clasifican 380 millones de granos en una hora, uno por uno, para ver si el grano tiene alguna manchita o algún material extraño.

También se ha transformado la parte ambiental. Nuestros agricultores le venden a nuestra empresa el arroz a través de una agricultura verde, sostenible, donde no utilizan ni insecticidas y fungicidas, eso se evidencia en la calidad del arroz, en cómo crece y cómo es el sabor.

¿Hoy cuánto produce la empresa?

Hoy tenemos dos plantas. La de Jamundí, y la de Casanare, que la abrimos hace cuatro años.

La producción de la planta en Jamundí está por encima de las 40.000 toneladas al año, y la de la los llanos supera las 60.000 toneladas. Eso quiere decir que al año procesamos alrededor de 100.000 toneladas de arroz.

¿Y cuántas personas trabajan para producir esto?

La empresa en el Valle del Cauca tiene 350 empleados directos, pero genera 4500 empleos indirectos.

Y en el Casanare tenemos 500 empleos directos y 2000 empleos en total. O sea, son 6000 personas que dependen de esta empresa.

Lea también: 'Panorama de la economía del Valle 'pinta bien', según encuesta a empresarios'.

¿Cuántos son los agricultores en el Valle?

Tenemos 670 agricultores pequeños en el Valle y el Cauca, donde están incluidos negritudes, indígenas, excombatientes tanto de la guerrilla como paramilitares, y también exconvictos. Todos ellos tienen las mismas consideraciones.

Lo de vincular a excombatientes suena a una filosofía de oportunidades y reconciliación...

Es que es la filosofía que la empresa ha utilizado toda la vida. Lo que tenemos nosotros es la igualdad de condiciones para todos.

Cuando llegó el proceso de desmovilización de 2006, que salieron 30.000 paramilitares y 18.000 guerrilleros, algunos de ellos trabajaban en fincas arroceras, o sus familiares, y fueron recibidos por nosotros.

¿Dónde se cultiva el arroz que produce Arroz Blanquita en el Valle?

Nuestros agricultores están en Jamundí, Pradera, Cartago y Tuluá. Y en el Cauca están en El Patía, Tumaco, El Naya, López y La Berta.

Son muy productivos. Los agricultores en el Valle producen ocho toneladas de arroz por hectárea, mientras en Colombia el promedio es de 4,5 toneladas. Y además utilizan menos agroquímicos y agrotóxicos porque llegamos a la agricultura sostenible.

Por eso es que han recibido algunas distinciones ambientales...

Sí. Nuestra empresa tiene reconocimientos de sostenibilidad tanto ambientales como sociales.

Recibimos el sello For Life que entrega Ecocert, en ‘Comercio Justo y de Empresa Responsable’. Somos la única empresa en Colombia.
Y también tenemos el reconocimiento como Empresa B, por los programas sociales y ambientales.

¿Cómo están las ventas de la empresa?

Las ventas vienen creciendo a doble dígito en los últimos seis años, creciendo a más del 10%, por eso hemos comprado la planta nueva en los llanos.

Pero también vemos un crecimiento en el apoyo de nuestros consumidores a la empresa. Cada día nos aprecian más, son muy conscientes y muy dados a apoyar a quienes hacen el bien por los demás y ese ha sido el objetivo número uno de la empresa desde su nacimiento.

Hoy no solo están produciendo el tradicional arroz blanco, sino que tienen otros productos...

Así es. Tenemos arroz integral, que lo sacamos hace 40 años y somos líderes en el mercado. Y también tenemos arroz con quinoa. Hoy están tomando mucha fuerza porque la gente es consciente de comer más fibra y alimentarse mejor.

¿Planean inversiones?

Ya hemos estado haciendo inversiones. Con la planta de Casanare se han invertido US$15 millones. Y para este año esperamos invertir otros US$5 millones tanto en esa planta como en la de Jamundí.

¿Cómo está el sector arrocero en el país?


El sector arrocero en Colombia tiene un déficit de producción. Tenemos que importar un 15% o 20% de las necesidades del país porque no somos autosuficientes.

Los departamentos donde más se está produciendo son Casanare, que tiene 150.000 hectáreas; le sigue Tolima, con 110.000 hectáreas; el tercero es Meta, con 80.000 hectáreas; luego viene Huila y luego la Costa Atlántica: Sucre, Bolívar y Magdalena, que siembran arroz al lado de los ríos.

¿A qué le apuesta Arroz Blanquita tras cumplir 70 años?

Le estamos apostando a lo mismo de toda la vida, que es tener un triple impacto en nuestras operaciones. Primero, ayudar a la sociedad, que incluye a los trabajadores, proveedores y comunidad donde estamos.
Segundo, la parte ambiental, donde operamos sin contaminar ni las aguas ni el medio ambiente y el aire. Y tercero la parte económica, que el negocio sea rentable.

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