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Hacer mercado en Venezuela, un drama para los consumidores

A diario miles de amas de casa se ven obligadas a realizar largas filas para adquirir productos básicos. Crece la escasez.

18 de noviembre de 2013 Por: Juan Francisco Alonso | Corresponsal de El País en Caracas

A diario miles de amas de casa se ven obligadas a realizar largas filas para adquirir productos básicos. Crece la escasez.

“He ordenado inmediatamente la ocupación de esa red y sacar los productos a la venta del pueblo a precio justo, todos los productos, todos, que no quede nada en los anaqueles”. Nueve días después de que el presidente Nicolás Maduro dijera estas palabras tras intervenir una cadena de electrodomésticos y rebajara sus precios, cientos de venezolanos siguen haciendo cola ante las sucursales de esa firma y de otras en un intento por hacerse con un televisor, una nevera o una lavadora que hasta hace unos días parecían inaccesibles, debido al sostenido incremento que sus precios han registrado este año, al igual que el resto de los productos.La medida, que se han extendido en las últimas horas a ferreterías, mueblerías, tiendas de autopartes, de ropa y de calzado, ha provocado un boom de consumo en un país, cuyo gobierno asegura estar “construyendo el socialismo del Siglo XXI”; y en el que, pese a los altos ingresos petroleros (superiores a los US$100 el barril), la inflación ya supera el 50% y en 20 de cada 100 establecimientos los compradores no consiguen leche, la harina de maíz, el pollo, azúcar, mantequilla e incluso el papel de baño.¿A qué se debe esta situación? Maduro y sus colaboradores se lo atribuyen a una “guerra económica” que empresarios, opositores y los Estados Unidos han orquestado en su contra para derrocarlo propiciando un estallido social y para sustentar su señalamiento esgrime que “el Estado suple todas las necesidades de importación con el dólar oficial (a 6,3 bolívares por dólares) pero unos especuladores venden lo que traen de afuera a 1.000% por encima (…) si no fuera por la guerra económica que han desatado, la inflación de este año debería cerrar alrededor de 16%”.Desde la patronal Fedecámaras y otras agrupaciones empresariales, por su parte, recuerdan que la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) se demora hasta 180 días en otorgar los dólares o euros que se necesitan para importar bienes y servicios y que eso obliga a buscarlos en el mercado paralelo, el cual hoy se transa hasta diez veces por encima. Venezuela importa en la actualidad alrededor del 80% de lo que consume, según esos gremios, cifra que las autoridades reducen hasta el 40%.Hacia un modelo africanoPor su parte, el exdirector del Banco Central de Venezuela, José Guerra, y el profesor de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Orlando Ochoa, achacan la situación actual a la política económica aplicada por el fallecido Hugo Chávez y continuada por su sucesor, la cual se ha sustentado en controles de precios y de divisas, expropiaciones de fábricas y tierras, y una caída en la producción de las mismas. Dicho modelo ha incentivado mayores importaciones, así como la emisión de dinero inorgánico para financiar un exagerado incremento del gasto público. Receta que ambos equiparan a la aplicada por Robert Mugabe en Zimbabue.“Zimbabue y Venezuela han aplicado políticas parecidas, con la notable diferencia que Venezuela tiene petróleo y los ingresos provenientes de ese mineral le han dado una capacidad para importar algo que no disfrutó Zimbabue”, señaló Guerra, mientras que Ochoa recordó que el dictador africano “en 2007 prohibió que se hablara de inflación, congeló los precios y encarceló a cientos de comerciantes por no acatar esa orden”. Ambos expertos coincidieron en señalar que las medidas aplicadas por Maduro, las cuales según los primeros sondeos han sido aplaudidas por un sector importante del país, “son pan para hoy y hambre para mañana”, pues no solucionan los problemas y auguraron que en enero, cuando los inventarios se hayan agotado, la verdadera crisis se hará sentir debido a la incapacidad de muchos comercios para reponerlos al haber sido forzados a venderlos a pérdida.En similares términos se pronunció Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, especializada en el tema del desabastecimiento, quien señaló: “Se puede decretar el fin de la escasez y la inflación. Lo que no se puede lograr es que la economía le pare bolas (haga caso) al decreto”.Precisó, adicionalmente, que “la única manera de tener un precio justo es que haya productos en el mercado, pero esto no ocurrirá mientras no se ataquen las causas del problema: El tema cambiario, los costos, la ineficiencia de empresas públicas y la generación de dinero inorgánico”.Los expertos, así como organizaciones de Derechos Humanos, no ocultaron su preocupación por lo que puede ocurrir en las próximas semanas. En los últimos días, debido a la cantidad de personas que se han lanzado a las calles a intentar adquirir algo a precio rebajado y que ante el agotamiento de las existencias o el temor de algunos comerciantes a abrir sus locales han protagonizado saqueos o intentos de saqueo, ha regresado a la mente el recuerdo de los incidentes violentos registrados durante el llamado Caracazo de 1989.Ni un paso atrásEl Gobierno sigue empeñado en seguir por su rumbo y así lo dejó en claro el presidente Maduro desde que puso en marcha su “ofensiva económica”, cuando aseveró: “¿Qué quieren? ¿Que liberemos el control (de divisas)? ¿Que se vendan los dólares para que se los chupen y se los lleven y quiebren a este país?., ¡Jamás!”.Como parte de esas medidas anunció la creación de la Corporación Nacional de Importaciones, la cual supervisará la labor del Cadivi y de los demás sistemas de asignación de divisas.Pero no solo no habrá giro en el tema cambiario, sino en el de los controles de precios y costos. Por el contrario, se agudizarán. “He decidido, una vez que se apruebe la Ley Habilitante, poner límites porcentuales a las ganancias en todos los rubros, límites obligatorios como existen en todos los países (…) Aquí va a haber márgenes mínimos de ganancias, en todo”, dijo el Mandatario y el jueves por la noche agregó que esos márgenes oscilarán entre el 15% y el 30%.Pero, además, anunció que tan pronto tenga los poderes especiales para legislar vía decreto durante un año también elevará las penas “a los niveles máximos posibles” para que “todo empresario que reciba dólares de la República (y) si esos dólares son utilizados para especular con la moneda”.En concepto del Mandatario “no puede ser solamente el cierre del establecimiento, tienen que pagar con cárcel. No es posible que mal utilicen las divisas para robar con las ventas de los productos”.Sin que estos cambios entren aún en vigor en el país ya más de una treintena de comerciantes han sido detenidos, aunque están siendo dejados en libertad a las horas se les están abriendo procesos por usura, los cuales, si bien no acarrean el riesgo de cárcel, sí el de multas de hasta US$80.000 a mercado oficial y la amenaza de quedar inhabilitado para el ejercicio del comercio por hasta 10 años.En el pasado, tanto Maduro como el fallecido presidente Hugo Chávez ya habían expropiado cadenas de alimentos y cementeras, lo cual generó una ola de pánico y de preocupación entre los inversionistas, que puede seguir creciendo con el paso de los días. Mientras tanto, persiste la escasez de muchos productos básicos. Por ello, pese a que el inmenso Océano Atlántico se interpone entre Venezuela y Zimbabue, solo el tiempo dirá si sus caminos se siguen encontrando.

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