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Imagen de un compromiso entre Deportivo Cali y América. | Foto: Archivo / El País

DEPORTES

"Los que me critican no soportarían la presión": Andrés Felipe Roa

En diálogo con El País, el volante del Cali habló sobre las críticas que recibe por parte de un sector de la hinchada y de la prensa. Afirmó, además, que este semestre es su última chance para salir del equipo “por la puerta grande”.

10 de septiembre de 2017 Por: Daniel Molina Durango / Reportero de El País

Andrés Felipe Roa cuenta que la situación lo sacó de casillas. Él estaba visitando a un amigo y la radio estaba encendida... “Entonces escuché que hablaba un periodista de la ciudad. Estaba diciendo cosas muy feas de mí, que además no eran ciertas. Pedí que por favor apagaran eso”. Lo segundo ocurrió poco después. “Antes de cerrar mi cuenta de twitter, vi un video donde de nuevo alguien se estaba expresando mal de mí. Me dio rabia. Quise responder, pero me calmé y pensé que lo mejor era no darle importancia a esas cosas”.

Es jueves en la mañana, y Roa, después de terminar un entrenamiento de casi dos horas, da a entender que haber vivido esos episodios incómodos fue como conocer el lado oscuro del fútbol. Y más aún cuando en junio del 2015 se había consolidado como gran figura del Deportivo Cali en la consecución de la novena estrella. En esa ocasión, un cabezazo suyo en al Atanasio Girardot ante el Medellín prácticamente liquidó la serie y el título a favor de los verdiblancos.

Pero tras ese gran logro, las cosas cambiaron. A Roa le ha costado mantener intacta la regularidad de esas finales del 2015 y por eso empezó a ser criticado por cierto sector de la afición y de la prensa.

Sin embargo, el pasado sábado, el mediocampista nacido en Sabanalarga, Atlántico, tuvo un desahogo: antes de que se acabara el primer tiempo en el partido ante Bucaramanga, marcó el gol con el que los verdes abrieron la senda para ganar (2-1). Además, en la parte complementaria mostró pinceladas de buen fútbol y se ganó varios aplausos.

Ese triunfo no solamente le subió la autoestima a él, sino al equipo, que hace unos días estaba inmerso en una crisis de resultados que por poco desencadena la salida del técnico Héctor Cárdenas.

Cinco días después de ese partido, Andrés Felipe habló con El País sobre el momento del club. También se refirió a las críticas y se animó a decir que está trabajando fuertemente para retomar su mejor nivel.

El ‘profe’ Cárdenas estuvo a punto de salir, pero los jugadores decidieron respaldarlo, ¿por qué tomaron esa decisión?
Porque la culpa de lo que estaba pasando no era del ‘profe’. Las cosas no nos salían a nosotros, que somos conscientes que con la nómina que tenemos debemos dar más. Fue un respaldo grupal, que toca seguir demostrando en cada partido.

¿Fueron un desahogo los triunfos ante América y luego Bucaramanga?
Fue algo que nos dio un aliento a todos, porque cuando uno trabaja ganando se siente más tranquilo y con confianza. Ha sido una motivación. No podemos bajar los brazos.

¿Por qué no celebró el gol que marcó el sábado pasado?
Por la situación misma del partido. No nos encontrábamos y teníamos ansiedad. Sentí que no era el momento para celebrar.

En redes sociales, sobre todo, se escuchan muchas críticas sobre usted, ¿cómo ha manejado eso?
Trato de evitar esos comentarios. Me mantengo lejos de eso porque es perjudicial, no me hace bien. Eso sí, soy consciente de que tengo mucho más para dar.

¿Cuándo se vuelve consciente de que tiene más para dar?
Viendo que cuando estoy en un gran nivel soy el mejor del equipo, y no lo digo para sonar agrandado. Tengo que convencerme de eso y trabajar más para demostrarlo en los partidos.

En el 2015 usted dejó un tope muy alto en su nivel, ¿por qué le costó mantenerlo?
Me pasaron muchas cosas. Por ejemplo, en principio todo el mundo hablaba bien de Roa y todo lo que yo hacía era bueno, y luego me empezaron a dar duro, y yo de verdad me sorprendí. Me daba rabia eso, porque a veces la gente es muy ofensiva. Entonces caí en ese juego. Cuando ya lo evité, me empecé a sentir más tranquilo y por eso he ido mejorando. Espero seguir así.

¿Duro jugar con esa presión?

Es que el que me critica no sería capaz de aguantar esa presión, ni siquiera soportaría el primer grito que viene desde la tribuna. Porque es que no ha empezado el partido y yo ya estoy recibiendo insultos, y no cualquiera tiene los huevos para aguantar esa situación. Y eso que dicen que eso (huevos) es lo que me falta... hay que tener mucha fortaleza. Me considero un hombre muy fuerte. Estar en el Cali me ha enseñado muchas cosas. Cuando empecé todo era bueno y ahora he visto la otra cara del fútbol. Todo esto pasa para fortalecerlo a uno.

Ante esa situación, ¿ha pensado en cambiar de aires?
Mira que por momentos uno piensa en eso, porque en los proyectos que te planteas vas cumpliendo ciclos y hubo un momento en el que dije que lo mejor era irme. Había una oportunidad y yo pensaba que ya era tiempo de partir, pero al final no se dio. Y está bien eso, porque yo me quiero ir del Deportivo Cali por la puerta grande, no como si fuera cualquier jugador. Creo que la de este semestre es la última oportunidad que tengo para que eso sea posible y espero aprovecharla.

¿Será capaz el equipo de terminar el año festejando un título?
Sí. Yo creo que si hacemos las cosas como las hemos hecho en los últimos partidos, y si encontramos regularidad, podemos conseguirlo. Sería redondo que pudiéramos ganar la Copa Águila y la Liga, que es donde estamos un poco más complicados (Cali ocupa el octavo lugar). Me gustaría irme siendo campeón. Ahora se nos viene el partido por semifinales de Copa ante Medellín (14 de septiembre) y esperamos hacer bien las cosas y arrancar la serie de buena manera.

Hablando de Medellín, fue a ese rival al que le marcó el gol para que Cali lograra la novena estrella. ¿Cómo recuerda ese momento?
Fue un instante lleno de felicidad y orgullo, porque mi papá estaba ese día en el estadio y ese gol se lo dediqué a él. He pensado en tatuarme esa fecha (7 de junio del 2015), porque cosas así no se olvidan nunca.

En el 2016 tuvo la oportunidad de estar en la Copa América Centenario y en los Juegos Olímpicos, ¿cómo recuerda eso?
Fueron experiencias muy bonitas. A pesar de que en la Copa América no tuve la chance de jugar ni un minuto, fue muy bonito compartir con jugadores de tanta experiencia y de tan gran nivel. Aprendí mucho.
Y de los Juegos Olímpicos recuerdo el partido contra Brasil (cuartos de final), fue lo máximo enfrentar a Neymar. Fueron vivencias muy especiales.

¿Qué anécdota le quedó de compartir con tantas figuras en la Copa América?

Que todos hacíamos recocha con todos. No veías a nadie agrandado. Una vez James Rodríguez y Juan Cuadrado me obligaron a cantar algo delante del grupo, y yo soy malísimo para eso. Insistieron tanto que me tocó cantarles un vallenato, pero no me fue bien (risas).

¿Cuál es su gran meta como futbolista?
Tengo dos sueños: el primero es jugar en un equipo importante de Europa. El segundo es tener la posibilidad de disputar un Mundial.

¿Qué significa el Deportivo Cali para usted?
Representa muchísimo. Siento mucha gratitud hacia el Deportivo Cali porque fue la institución que me abrió las puertas para cumplir mi sueño de ser futbolista profesional. Así me haya tocado vivir momentos duros acá, voy a estar eternamente agradecido con el equipo.

Su historia

  • Andrés Roa nació el 25 de mayo de 1993 en Sabanalarga, Atlántico. 
  • Comenzó a jugar fútbol a los siete años. Sus primeros guayos fueron unos Guayigol negros. “Duraban todo un año”, recuerda Roa.
  • El que se los regaló fue su papá, Carlos Roa, docente de biología y química. 
  • A los 16 años llegó a las divisiones menores del Deportivo Cali. Quien lo trajo fue el veedor del club en la Costa Atlántica, Agustín Garizábalo.
  • Roa dice que si no hubiera sido futbolista, sería médico.
  • Además del Cali, también ha jugado en Uniautónoma y Unión Magdalena.

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