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LIGA AGUILA
Diálogo 'a un toque' con Christian Rivera, el dueño del balón en el Deportivo Cali
En la previa de un duelo clave entre el Deportivo Cali y Atlético Nacional, El País habló con Christian Rivera, figura del cuadro azucarero.
A Christian Rivera siempre le ha gustado el fútbol bien jugado, ese que tiene estética, precisión y magia. Por eso, en sus inicios, tenía como obsesión pisar el balón como el argentino Juan Román Riquelme.
Aunque el hoy volante del Cali actúa en una posición distinta a la del legendario creativo del Boca Juniors (es centrocampista de primera línea), ese sello de ‘crack’ lo tuvo desde pequeño, ya que comenzó su carrera en la escuela Carlos Sarmiento Lora siendo un ‘10’ clásico.
Pero en la Selección Valle, el profesor Américo Orbes le vio condiciones para que hiciera su juego desde unos metros más atrás. “Allí vas a jugar como profesional”, le sentenció.
El viernes pasado, al contar eso sentado en una silla Rimax blanca en la sede de Pance del equipo verde, Rivera sonrió con nostalgia y aseguró: “El ‘profe’ Américo no se equivocó”.
Actualmente no es un creativo como tal, pero, como el mismo Christian lo asegura, él es el ‘primer pase’ del Cali. Es el hombre que construye puentes claros para que los volantes ofensivos hagan su trabajo.
Siempre con eficacia y siempre con elegancia, Rivera elabora. El pasado domingo, en el partido en el que el Cali venció 3-1 a Nacional en Medellín por los cuadrangulares, tocó el balón 41 veces. Solo una de esas entregas no llegó a su destino.
En la previa de un duelo clave, ahora en casa, ante los verdolagas, El País tuvo una charla cercana con este dueño del balón.
(Lea también: El Deportivo Cali, listo para dar otro decisivo paso en la Liga Águila).
¿Ídolo solamente Riquelme, o hay otros?
Desde que el profesor Américo me cambió la posición veo mucho a Sergio Busquets, del Barcelona, y a Víctor Cantillo, del Junior. Tuve la oportunidad de jugar con él en el Pasto (2017) y para mí es el mejor.
¿A qué se debe el tatuaje de la Virgen María en su brazo izquierdo?
Significa mucho porque representa el amor que siento por mi madre. Cómo serán de importantes las mamás que hasta Dios quiso tener una. El tatuaje es acorde con mis creencias y es un lindo homenaje para ella. Y en el medio está el nombre de mi hijo (Leandro), que es quien me da fuerzas para afrontar cada nuevo reto.
¿Cambia mucho la vida con la llegada de un hijo?
Me cambió desde que supe que mi esposa estaba en embarazo. Eso hizo que me siguiera esforzando en cada entrenamiento, porque sabía que ya había alguien que iba a seguir mis pasos. Y eso se ha visto reflejado en mi vida en estos últimos meses, en donde vengo teniendo este gran nivel.
¿Por qué la mamá fue tan importante para que llegara a ser profesional?
Ella, mi padre, mi esposa y mi hijo son los pilares fundamentales de mi carrera. Si hoy en día soy profesional es gracias a mis padres, ellos me permitieron ser la persona que hoy soy.
¿Por qué?
Por el acompañamiento que me han dado. Ellos, cuando era niño, no dejaron que yo cogiera calle. Vivíamos en el barrio Santa Fe (Oriente de Cali) y no dejaban que saliera mucho por el entorno. Me cuidaron mucho para que fuera una persona responsable.
¿Cómo llegó a la Sarmiento?
Mi papá me quiso llevar porque ahí estaba —y aún se mantiene allí— el profesor Mario Desiderio, uno de los mejores formadores de jugadores. Allí llegué a los 9 años.
Desiderio es un romántico del fútbol. ¿Qué tanto le aprendió?
Muchas cosas. A él siempre le ha gustado el ‘show’. Decía que hiciéramos jugadas para la tribuna. El ‘Profe’ siempre recalca que hay que dejar ser ese niño dentro de la cancha.
¿De ahí esa forma de jugar suya?
Sí. Soy un jugador al que le gusta tener siempre la pelota. Ser ese primer pase hacia los volantes ofensivos. Antes, cuando jugaba de ‘10’, podía pisar el balón, pero ahora no me puedo dar esos lujos (risas).
De la Sarmiento pasó al Cali, y en el 2016 el ‘Pecoso’ Castro lo puso a debutar. ¿Cómo fue jugar la Copa Libertadores tan joven?
Gracias a que dejé huella en la Sarmiento pude llegar al Cali, donde también tuve grandes profesores. Uno de ellos, ‘Checho’ Angulo, fue muy importante en mi proceso porque sacó mi potencial en la Sub-20 B. Eso me ayudó para ganarme el puesto en el equipo profesional.
¿Qué recuerda de ese 2016?
Que estaba aburrido porque casi todos los compañeros míos de la Sub-20 ya estaban debutando en el primer equipo y yo no. Pero bueno, el ‘Pecoso’ me dio la confianza y luego de jugar tres partidos de Liga, me puso en un juego de Libertadores contra Racing de Argentina en Palmaseca.
¿Qué anécdota le quedó?
El ‘profe’ me dijo que me iba a tocar marcar a Óscar Romero (volante paraguayo). Así que la noche anterior me la pasé viendo videos suyos y noté que hacía muchas ‘galletas’. Al partido entré concentrado, pero en la primera jugada me hizo una (risas).
Después de eso estuvo un semestre en el Pasto. Luego regresó al Cali, pero le costó consolidarse con Héctor Cárdenas y con Gerardo Pelusso. ¿Dónde estuvo el ‘click’ para lograr el gran nivel de ahora?
Pienso que con Cárdenas no pude explotar todo mi potencial. En momentos entraba y no hacía buenos partidos. Con Pelusso me sucedió lo mismo al principio, pero luego de esperar mucho una nueva oportunidad pude demostrar que era un jugador para estar en el Cali. Y a eso se debe esa alza futbolística que he tenido.
¿Qué tanto ha crecido ahora con Pusineri como DT?
La relación de él conmigo y con todos es muy buena. Trata de tenernos contentos y concentrados, y esa ha sido la clave. Conmigo tuvo desde el principio un buen acercamiento y me da dado una confianza que espero corresponderle siempre.
¿Cómo vencer a Nacional?
Pensando que será un partido distinto al de Medellín. Ellos vendrán con nuevos aires por el cambio de DT y nosotros tenemos que estar tranquilos. Hay que manejar bien el balón y aprovechar las oportunidades.
¿Cómo asumen el doble reto de la Liga y la Copa Suramericana?
Estamos afrontando los dos torneos con responsabilidad. Este grupo está preparado en lo físico y en lo mental para llegar lejos en la Suramericana y estar en la final de la Liga. Hay que ganarle a Nacional y luego ya pensar en el partido de vuelta con Peñarol.
Por qué sueña con jugar en el Arsenal de Inglaterra?
Porque cuando estaba pequeño fui a la Copa Jetix, en Brasil (2008), y un ‘profe’ mío me dijo que unos veedores del Arsenal me estaban viendo. Desde ahí le tengo amor al equipo y sueño con jugar allí en algún momento.