Tribunal administrativo del deporte español abrió expediente contra Luis Rubiales por beso a Jenni Hermoso, pero a la vez anularía una sanción

El Gobierno enfrenta un revés en su intento de destituir a Luis Rubiales de la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF). Tras varios días de análisis de la denuncia presentada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha decidido abrir un expediente al mandatario por infracciones graves, pero no muy graves, como pretendía el Gobierno.

Esta distinción significa que el CSD no puede suspender indefinidamente a Rubiales, lo que abre la posibilidad de que recupere su cargo en unos meses.

La única vía para suspender a Rubiales ahora es a través del propio TAD, que puede hacerlo cautelarmente hasta que resuelva el caso. El ministro de Deportes, Miquel Iceta, tiene previsto solicitar al TAD que tome esta medida. El TAD está compuesto por tres mujeres y cuatro hombres, con Francisco de Miguel Pajuelo como presidente, Guillermo de Blas Bados como secretario, y Jaime Caravaca, Eva María Fernández, Pilar Juárez, Alfonso Ramos de Molins y Marina Adela Porta Serrano como vocales.

La Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes solo puede suspender cautelarmente a un mandatario si se le investiga por una infracción muy grave, como argumentaba el CSD. Sin embargo, según la Ley del Deporte de 1990, que aún está en vigor, el TAD considera que las acciones de Rubiales constituyen una infracción grave. Esto significa que, con el reglamento actual, la sanción sería de meses, mientras que con la nueva Ley del Deporte, que aún no se ha aplicado, la sanción oscilaría entre dos y quince años de inhabilitación.

Argumentos jurídicos

El Consejo Superior de Deporte presentó una denuncia el pasado viernes contra el presidente federativo, alegando que había incumplido la Ley del Deporte. Consideraron que tanto el gesto de Rubiales en la final del Mundial como el beso a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas eran muy graves. “Fue un comportamiento inaceptable”, declararon desde el Gobierno.

El CSD argumentó que Rubiales había cometido un “abuso de autoridad” en la final del Mundial, lo que, según la nueva Ley del Deporte, constituye una infracción muy grave con una sanción potencial de dos a quince años de inhabilitación. También señalaron que el directivo había violado el Real Decreto 1591/1992, artículo 14, que se refiere a “los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos, cuando revistan una especial gravedad”.

El Consejo basó su denuncia en estos dos hechos, que consideraban sólidos y difíciles de impugnar por los abogados de Rubiales. Sin embargo, ha sido el TAD quien ha rebajado la calificación de los comportamientos del presidente federativo a posiblemente graves. Esto deja la puerta abierta para que Rubiales regrese a la presidencia de la RFEF una vez que concluya la sanción cautelar de la FIFA (a menos que lo inhabilite) o si se encuentra otro camino para su destitución.

El enfoque elegido por el Gobierno no ha tenido éxito. El CSD solo podía suspender a Rubiales de acuerdo con el artículo 62 de la Ley del Deporte, que establece que “sin perjuicio de las situaciones descritas en el artículo 60.6, suspender motivadamente, de forma cautelar, a la presidencia o a los demás miembros de los órganos directivos, cuando se incoe contra estas personas expediente sancionador como consecuencia de presuntas infracciones calificadas como muy graves”.

Fiscalía de España abre investigación preliminar contra Luis Rubiales

La Fiscalía española anunció el lunes que ha iniciado una investigación preliminar contra Luis Rubiales, el presidente suspendido de la Federación Española de Fútbol (RFEF), en relación con un “presunto delito de agresión sexual” relacionado con el beso dado a la jugadora Jenni Hermoso.

En un comunicado, la Fiscalía señaló que está llevando a cabo investigaciones preliminares “a la vista de las manifestaciones públicas” de la jugadora del equipo nacional femenino. Además, comunicará a Hermoso que tiene “derechos como víctima de un presunto delito de agresión sexual” para que pueda presentar una denuncia formal contra Rubiales.

El incidente en cuestión se produjo cuando Rubiales besó a la jugadora de la selección femenina en la boca durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, que España ganó. Este gesto ha generado numerosas críticas y condenas tanto a nivel nacional como internacional.