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María Paula Barrera se bañó en oro en los Juegos Parapanamericanos de Lima. | Foto: Julián Olarte - Especial para El País

DEPORTE PARALÍMPICO

María Paula Barrera, la nadadora paralímpica que no tiene límites (perfil)

Esta es la historia de María Paula Barrera, nadadora paralímpica vallecaucana que ganó cuatro medallas de oro en los Parapanamericanos de Lima.

21 de septiembre de 2019 Por: Susana Serrano Arango - Especial para El País 

María Paula Barrera salta al agua desde el partidor. Mientras se sumerge todo lo que hay afuera deja de tener importancia. Ya no interesa que su pierna izquierda tenga un acortamiento y una ausencia de ligamentos que le impiden saltar o correr, por causa de una hemimelia bilateral tibial, porque mientras nada no necesita de esas cosas.

Tampoco le importuna que los desconocidos en la calle miren con asombro su pierna, sin ningún tipo de escrúpulo, porque en el agua ella ha demostrado que puede lograr lo que se proponga y que su discapacidad no es ninguna limitante para alcanzar los sueños y superar los obstáculos, hasta llegar a la meta.

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“María Paula tiene una dedicación muy grande, ha pospuesto muchas cosas en su vida: su fiesta de quince años, su excursión de grado y otras más, porque su meta y su enfoque es muy claro”, dice su padre, Germán Barrera, que la ha acompañado desde los inicios de su carrera deportiva, cuando la natación era solo una terapia para su pierna.

Cuando comenzó en el mundo competitivo lo hizo donde entrenaba su hermano mayor, el Aquatic Center, un club de nadadores convencionales, gente sin discapacidad. Allí, el entrenador Alberto Cocho, que estaba muy metido en el tema del deporte paralímpico, le dijo que tenía posibilidades de ser una nadadora olímpica.

Pero fue hasta el Suramericano de Chile 2014, luego de haber estado compitiendo durante casi cuatro años en el deporte convencional, cuando tuvo su primera competencia de paranatación y demostró su valía como nadadora al ganar dos medallas de oro y dos de bronce.

“Si hace cuatro años me preguntaran si yo me veía campeona en un futuro, la verdad no lo creía. Nunca me había proyectado como una atleta que podría conseguir muchas cosas, pero cuando inicié mi proceso en la paranatación, empecé a alcanzar logros de la nada. Estos éxitos, los lugares que he conocido y las personas con las que he competido, me han demostrado que si entreno y doy lo mejor de mí en cada competencia, puedo alcanzar grandes metas y superarme a mí misma, lo cual es muy satisfactorio, porque yo lo veía como algo muy complicado”, dice María Paula, quien actualmente tiene 18 años de edad.

Por los resultados alcanzados en Chile fue convocada al Parapanamericano de Toronto 2015, con solo 13 años de edad. En el 2017 tuvo los Parapanamericanos juveniles, donde ganó seis medallas de oro, una de plata y una de bronce, y en este 2019 tuvo los Parapanamericanos en Lima, donde obtuvo cuatro medallas de oro y una de plata, y estuvo en el Mundial de Londres, dónde se posicionó entre las diez primeras.

Pero a través del deporte no solo alcanzó un reconocimiento externo, también tuvo un espacio de introspección, donde reconoció sus fortalezas y debilidades, demostró su independencia y su capacidad para romper esquemas y paradigmas alrededor de los discapacitados.

“Todavía no se conecta mucho la idea del alto rendimiento con la discapacidad, porque se cree que las personas, al tener algún tipo de minusvalía, no pueden rendir en actividades físicas, cuando eso no es cierto. Siempre tenemos el problema que asumen que nosotros somos personas débiles, que necesitamos ayuda, que debemos ser tratadas distinto. En el deporte aprendemos y demostramos que podemos ser independientes y que tenemos actitud de trabajo”, enfatiza la nadadora, egresada del colegio Pío XII como la mejor de su promoción.

Para Carlos Amaya, entrenador de María Paula desde que estaba en el club convencional y actual adiestrador del equipo paralímpico de natación del Valle, “todos los chicos que vienen a practicar paranatación o practican algún deporte paralímpico son modelos a seguir, porque son personas a las que su discapacidad no les influye en no poder continuar con sus sueños y con sus metas a nivel personal y deportivo. Son unos campeones, porque realmente no tienen límites”.

Y María Paula agrega: “A nivel nacional como departamental falta trabajo para impulsar el deporte paralímpico, en especial en la paranatación, que es muy nueva en Colombia. Por eso es muy normal que deportistas que antes se encontraban en el sector convencional, de repente salten al paralímpico”.

La joven sale de la piscina y se cambia. Mientras tanto, cuenta que su meta a corto plazo es obtener un cupo para los Juegos de Tokio 2020, y a largo plazo mejorar su nivel en el panorama internacional, hasta el punto en que las demás contrincantes dejen de verla como una nadadora “más del montón” y empiecen a reconocerla como una verdadera rival.


“Yo no comencé la natación por pasión, pero cuando comencé en la parte paralímpica, fue que realmente le empecé a agarrar el gusto a lo que estaba haciendo. En el deporte he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas con las que puedo congeniar y tener algo en común, y los logros que he conseguido han sido una motivación muy grande, no porque le esté ganando a alguien, sino porque me gano a mi misma”, dice.

Y concluye: “Es muy satisfactorio ver que uno puede superarse a sí mismo, porque a veces para mí se veía muy complicado. Pero ahora he aprendido a apreciar las pequeñas cosas que entrega el deporte, no solamente en la parte competitiva, sino también en el día a día, en los entrenamientos, en los compañeros que tengo, con los que puedo compartir, los amigos que he conocido en el país, por fuera del país, todas esas cosas realmente me han dado los motivos para seguir nadando y ya la natación se convirtió en una pasión para mí después de todo ese proceso”.

Datos

En el Valle, desde el 2016 está conformado el equipo de paranatación con la ayuda de Indervalle.

Para Tokio 2020 escogen los 16 mejores nadadores del mundo. Por el momento María Paula se encuentra dentro del margen para ser convocada.

“La natación me parece un deporte muy lindo en la parte de discapacidad, porque no puedes cubrir la discapacidad, te das cuenta que no estás solo y que hemos podido salir adelante”, dice  María Paula Barrera.

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