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Paulo Dybala Vs Isco Alarcón. | Foto: EFE / El País

REAL MADRID

Los duelos de la final de Cardiff entre Juventus y Real Madrid

El último partido de la Liga de Campeones 2017 presenta numerosos duelos de máximo nivel en varias demarcaciones.

2 de junio de 2017 Por: Agencia EFE

La final de la Liga de Campeones 2017 que enfrenta a Juventus y Real Madrid presenta numerosos duelos de máximo nivel en varias demarcaciones, como el pulso brasileño Dani Alves-Marcelo, el reencuentro de amigos como Gonzalo Higuaín y Sergio Ramos, ante los que especialmente se eleva uno que puede decidir el próximo 'Balón de Oro': Buffon ante Cristiano Ronaldo.

Dani Alves-Marcelo:

Es el duelo de los dos carrileros que más han brillado esta temporada. Dani Alves, bien sea de lateral o adelantando su posición, ha sorprendido a todos con su rendimiento.

Salió del Barcelona para demostrar en el Juventus que su hambre de gloria no tiene fin y en su mano está lograr el tercer triplete de su carrera, siendo ya el brasileño que más títulos ganó (33). Se convirtió en pieza clave de Allegri con características similares a las de Marcelo, manteniendo su velocidad y siendo un puñal en cada aparición por banda. Le añadió gol además y llega a la cita dando un recital en semifinales ante el Mónaco.

Se reencuentra con un viejo conocido, el segundo capitán madridista que es pieza clave en el sistema de Zidane. El lateral, máximo asistente de las grandes ligas, con diez pases de gol, tendrá que vigilar su espalda pero siente que es clave para generar desorden en la mejor defensa de un club en Europa. Marcelo es un jugador que transmite felicidad jugando al fútbol, que aprovecha su libertad ofensiva para desequilibrar con calidad mientras mejora su cara defensiva.

Khedira-Casemiro:

Saldrán chispas del duelo de dos jugadores imprescindibles para el resto de compañeros de equipo. Khedira y Casemiro son los anclas de Juventus y Real Madrid, los especialistas en el terreno de juego en una demarcación donde a su fortaleza física en la lucha en la medular y la salida limpia de balón, añaden una lectura táctica clave para el éxito, con coberturas a jugadores que abandonan su posición, tapando agujeros y manteniendo el equilibrio de sus equipos.

El brillo lo suelen dejar para otros, pero si se le pregunta a Allegri y Zidane por jugadores que no les falten en la final, a bien seguro que los dos están entre los primeros nombres. Khedira nunca fue valorado por el madridismo como los títulos que ha conquistado en su carrera demanda. Decidió marcharse y su heredero en la posición le ha mejorado.

La juventud del brasileño no ha sido un problema para encarar la responsabilidad y convertirse en un jugador fijo e indiscutible. Siempre al límite, es ejemplo de carácter.

Buffon-Cristiano Ronaldo:

Con el permiso de Leo Messi, el resultado de la final decidirá el próximo 'Balón de Oro' con los dos principales candidatos enfrentándose y protagonizando un duelo personal de gran recuerdo para Cristiano.

El portugués siempre marcó a la Juve y a Buffon cuando se cruzó en su camino en encuentros europeos de clubes. Llega a la gran cita en la mejor forma física que se le recuerda en un final de temporada.

Decisivo, gracias a las rotaciones y los descansos que le hizo ver necesarios Zidane, explotando su gran remate en la zona del nueve donde al fin aceptó jugar para explotar una nueva versión igual de goleadora. Cinco tantos al Bayern en cuartos y tres al Atlético en semifinales, le hacen temible. Aunque para Buffon no existe el miedo a estas alturas. A sus 39 años sigue siendo una referencia en portería, una leyenda a la que solo le falta la Liga de Campeones.

En las escuelas de fútbol es obligado estudiar su trayectoria, las cualidades de un arquero que con experiencia y liderazgo ha ido supliendo la pérdida de agilidad de los años. Solo tres goles en todo el torneo es su carta de presentación ante el equipo más goleador.
Su sueño está cerca. Para hacerlo realidad tendrá que secar al devorador de récords y títulos Cristiano Ronaldo.

Gonzalo Higuaín-Sergio Ramos:

Durante 90 minutos o quién sabe si 120 por la igualdad que se espera en la final, dos grandes amigos dejarán de lado sus sentimientos y buscarán el bien de su equipo en el terreno de juego. Se conocen a la perfección. Gonzalo Higuaín como nueve referencia de la Juve, encontrando la felicidad fuera del Real Madrid, alejado del debate continuo sobre su figura.

En Nápoles demostró su grandeza y a base de goles justifica el alto traspaso que pagó el equipo de Allegri. Será vigilado de cerca por el estandarte madridista, el capitán Sergio Ramos, imagen de garra y fe hasta el último segundo. Representante de los valores del madridismo, siempre preparado para disfrazarse de salvador con un testarazo en los últimos segundos.

Su trabajo principal llevando la voz cantante de la zaga, marcando la línea y atento a los espacios que dejarán la subida de sus laterales, será contener a Higuaín y estar atento para salir a cortar cualquier diablura de Dybala. Pero ha marcado en las dos últimas finales de 'Champions' conquistadas y buscará extender la sociedad perfecto con los saques de esquina de Toni Kroos.

Paulo Dybala-Isco Alarcón:

El estado de Gareth Bale, recién recuperado de su última lesión en el sóleo, apunta a que dejará paso a un duelo de magia. Para Dybala no hay nada imposible a sus 23 años, con el desparpajo de un joven de zurda privilegiada que asombra al mundo y se perfila como el futuro heredero de Messi.

A su movilidad le suma el talento con un gran disparo. Capaz de aparecer en un segundo y aprovechar un metro de espacio para golpear.

Isco es un talento diferente, el arte en el fútbol, un jugador que se ha echado a todo un Real Madrid a sus espaldas para convertirse en referencia absoluta de su juego en el momento decisivo del curso cuando se deciden títulos.

Es lo que estaba esperando, sentirse importante y líder. Al fin en su posición natural, la media punta, modificando el sistema de Zidane que encontró el premio a sumar un centrocampista más del nivel del malagueño. Su mejor año le pone en bandeja la opción de poner un final perfecto. De su brillantez ante el muro italiano depende gran parte del éxito en el camino a la duodécima.

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