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Jhon Mario Ramírez, exjugador de Millonarios. | Foto: Especial para El País

FUTBOL COLOMBIANO

Jhon Mario Ramírez y una vida totalmente consagrada al balompié (Perfil)

Jhon Mario Ramírez, falleció este sábado en Bogotá víctima del Covid-19, después de estar hospitalizado varios días.

26 de junio de 2021 Por: Tiago Romero - Colaboración especial para El País

Justo cuando empezaba a realizar su sueño de ser técnico de fútbol con el Patriotas FC, el reconocido ex 10 de Millonarios, Jhon Mario Ramírez, falleció este sábado en Bogotá víctima del Covid-19, después de estar hospitalizado varios días.

El exjugador albiazul, de 49 años, acababa de renunciar a su espacio como comentarista y analista de fútbol en el canal Win Sports, para dirigir al equipo boyacense desde el pasado 10 de mayo.

Ramírez tuvo una vida totalmente consagrada al balompié. En plena pandemia recordó que cuando pisaba los terrenos de juego bogotanos, los aficionados en las graderías de los estadios donde no cabía un alma lo insultaban, los chiflidos aturdidores de la gente, acompañado de la fría neblina, que bajaba desde los cerros orientales, característica de la capital colombiana, lo hacían sentir como si estuviera muerto en vida. Con tan solo unas palmadas en la espalda que el capitán del equipo le daba, acompañado de un mensaje inspirador que decía, “no les ponga cuidado, cálleles la jeta jugando como usted lo sabe hacer”, era lo que escuchaba Jhon Mario Ramírez en los estadios de Colombia, justo después de hacerse pública su vida privada.

El 3 de diciembre de 1971 había nacido en Bogotá Jhon Mario Ramírez, uno de los futbolistas más dotados y polémicos del fútbol profesional colombiano. Con una excepcional técnica para jugar a la pelota, junto a un gran talento, y una mentalidad que en su momento era inquebrantable, logró enamorar a los aficionados del deporte rey a nivel mundial.

Da igual que existan millones de euros de diferencia de presupuesto entre dos equipos: el fútbol es posiblemente el único deporte donde el rival más débil tiene siempre posibilidades reales de tumbar al todopoderoso. En este caso, las virtudes individuales de Ramírez hacían que el rumbo del partido pudiera cambiar en un abrir y cerrar de ojos; no le importaba que enfrente tuviera a equipos de talla internacional, o incluso al disputar partidos con la Selección Colombia, en donde asegura que su paso por la tricolor fue una de las experiencias más bonitas de su vida en esa época, ya que después de enterarse que iba a ser padre por primera vez, no podría describir la sensación que invadió su cuerpo. Sin embargo, aseguró que “fue más placentero ser padre de una hermosa niña que haberle ganado al América tres goles por uno en las finales del 96”.

“Ese triunfo nos serviría para clasificarnos a la Copa Libertadores del año 1997, en donde en fase de grupos nos enfrentamos a Peñarol y Nacional de Uruguay, y al Deportivo Cali. Logramos clasificar de segundos, pero en los octavos de final, Peñarol nos eliminaría desde el punto penal”, recordó el ‘10’ albiazul.

 “Todo está en la mente”, decía Jhon Mario cuando justificaba por qué su rendimiento nunca bajaba en los terrenos de juego, ya que, al convertirse en un alcohólico, los hinchas y periodistas trataban de sacarlo del fútbol debido a las críticas destructivas que le lanzaban desde las tribunas de los estadios o en las cabinas de transmisión. Sin embargo, Ramírez hacía caso omiso y seguía demostrando las cualidades que lo convirtieron en el último ídolo de Millonarios.

César Arenas, candidato a la presidencia de la Liga de Bogotá, entrenador y dueño del Club Deportivo Monserrate, equipo de fútbol aficionado que participaba en los torneos infantiles, prejuveniles y juveniles a nivel nacional, brilló con luz propia el gran John Mario Ramírez, que destacó en Millonarios, entre otros jugadores que salieron del equipo que lleva el nombre de uno de los cerros tutelares de la ciudad bogotana.

Arenas menciona que nunca ha vuelto a ver a un jugador con las características de Jhon Mario, ya que al ser un niño que vivía en Casuca, rodeado de ladrones, drogas, prostitución y gaminería, y que no tenía las oportunidades de salir adelante, lo único que hacía era jugar microfútbol en un pequeño potrero donde los habitantes del barrio iban a dejar sus escombros. Sin embargo, cuando se lo llevaron a mostrar no dudó en tenerlo en el equipo el tiempo que fuera necesario, ya que su experiencia lo hizo conocedor de los ‘pura sangre’ con tan solo mirar sus ojos.

Germán Casas, futbolista campeón con Once Caldas de la Copa Libertadores de América y quien también falleció hace unos días en Bogotá, aseguró que después de los grandes extranjeros de la década de los 80’, como el argentino Mario Vanemerak, Oscar “Pájaro” Juárez y Ricardo Lunari, entre otros, Millonarios recurrió a la cantera. Fue así como apareció un gran talento como Jhon Mario Ramírez en 1992. El ‘10’ millonario obtuvo los subcampeonatos de la liga colombiana en 1994 y 1996.

El 14 de octubre de 1992 hace su debut como futbolista profesional, y exactamente un mes después, en su segundo partido como profesional marca su primer gol. ‘JhonMa’, como le dicen de cariño sus amigos de “Mundo Millos”, programa deportivo enfocado al Club Deportivo los Millonarios, entró al camerino de El Campin, sacó de su maletín las estampas del Divino Niño, se arrodilló, las besó y las volvió a guardar como un preciado tesoro. Pues Ramírez le había pedido esa oportunidad y el santo se la dio, y con premio incluido, “no es el simplemente hecho de jugar sino de marcar tremendo golazo”, evocó Jhon Mario; quien aportó su propio dato a la rica historia de Millonarios, a los 10 segundos después de haber ingresado en reemplazo de Cristian Torres, vio venir un balón por los aires, midió el remate y sin dejarla caer sacó un fuerte derechazo que se metió entre Alfredo Gómez y el palo.

Pero, pese a que todo parece color de rosa, sus experiencias y la manera en la que todo el mundo habla de él en el ámbito deportivo, su carrera se vio truncada por un agente extrafutbolístico. O bueno, la fama y el dinero lo hicieron levitar, pero justamente cuando se sentía tocando el cielo con las manos, no lo hacía precisamente para demostrar su poderío, sino que, Dios había llegado a cambiarle el rumbo a su vida.

JhonMa contaba ya con dos hijos, pero la historia de una familia feliz se vendría abajo después del nacimiento de su hija menor. El 18 de junio del año 2004, se encontraba sin club, pues su indisciplina no le permitía ser contratado por ningún equipo. Ese año no fue del todo malo, después de su paso por Carabobo, de Venezuela, Ramírez recibe la noticia de que su hija menor ya había nacido; todo fue alegría y emoción hasta que ‘la noche’ le arrebató lo más sagrado en su vida, ‘la familia’.

La polémica con el futbolista criado en Ciudad Bolívar comenzó cuando la vida privada del “10” de Millonarios se hizo pública. Algunos de los dirigentes de los clubes por los que pasó, le investigaron su vida fuera de los partidos, pues el volante de creación llegaba tarde y enguayabado a los entrenamientos, lo que molestaba a sus compañeros y a los directivos. Resultó que ‘JhonMa’ se la pasaba derrochando su dinero en discotecas y en sitios donde lo reconocían, pues se sabía que, si llegaba a un sitio, lo atendían de la mejor manera y cuando se emborrachaba, repartía trago y dinero, lo que disgustaba a algunos clientes por su absurdo comportamiento.

Pero después de la tormenta llegó la calma. “Un día enguayabado tirado en un colchón escuché la voz de Dios, me decía que, si yo lo buscaba, me iba a levantar y que iba a restaurar mi hogar, y ahí me encuentro con Él. Me iban a matar, andaba mal rodeado, pero al año Dios restaura mi hogar, tengo una familia espectacular, eso es lo mejor que me pudo pasar, antes me llamaban gamín y hoy me llaman pastor, soy un hombre diferente, con errores, pero bendecido”.

Luego de muchos años en el fútbol, pero también de una vida con sobresaltos, el Deportivo Pereira en el año 2008 sería el club que le diría adiós. John Mario Ramírez, aunque sin apartarse del balompié, alineó su vida al lado del Señor, siendo hoy un evangelizador con ganas de ser director técnico en el fútbol profesional.

“Todavía hay personas que se acuerdan de lo que fui, de joven lo único que quería era ser jugador de Millonarios, ese era mi sueño y gracias a Dios lo pude cumplir. Siendo profesional me destaqué demasiado, siendo así que cuando salí de Millonarios, ya era considerado un ídolo. Hay gente que se acuerda de las alegrías que le di tanto a los hinchas de Millonarios como de la Selección Colombia”, recordó Ramírez en octubre pasado, cuando obtuvimos esta entrevista, referenciando a las personas que lo ven, lo saludan y hablan con él, pues es gratificante saber que los seres humanos cometen errores y es tan solo Dios quien puede juzgarlos y perdonarlos.

 Era tanta la capacidad que tenía para jugar al fútbol que un día en una concentración con la Selección llegó Carlos ‘El Pibe’ Valderrama y le dijo que algún día él se iba a ir y Jhonma sería el encargado de poner a jugar bonito a la tricolor. El samario sabía el talento que tenía el bogotano, con el que compartiría vestuario en los partidos de eliminatoria frente a Paraguay y Perú respectivamente.

Pese a ser fichado por Independiente Medellín en el año 1998, Deportivo Cali en el primer semestre del 99’y Deportes Tolima en el segundo semestre del mismo año, entre otros equipos, Jhon Mario Ramírez nunca demostró su potencial futbolístico tal como lo hacía cuando se ponía la camiseta de Millonarios, talento por el cual había llegado a otros clubes y que tenían la ilusión de sacar provecho del ‘rolo’.

Pero no fue así, ‘Jhonma’ solamente sentía la camiseta azul del equipo de sus amores, siempre manifestó que la sensación de ponerse esa playera, incluso cuando iba al estadio en forma de hincha es totalmente indescriptible, pues manifiesta que al ver el color azul en su cuerpo lo hacía sentir en la cima del éxtasis.

El sueño que tenía para ese entonces ‘JhonMa’ y por el cual había estudiado y se había preparado, era ser técnico del equipo profesional de Millonarios,  consideraba que hizo las cosas bien con el club y lo único que le hacía falta era quedar campeón con el equipo de sus amores. Por eso mantenía una gran amistad con Alberto Gamero, actual entrenador del ‘Ballet Azul’, y de quien ha aprendido lo suficiente para hacerse cargo de las riendas del equipo.

Jhon Mario Ramírez, el último ídolo de Millonarios, era un fiel seguidor de la religión cristiana, tenía una Escuela de Fútbol llamada Estudiantes FC, y su único propósito en la vida, era hacer mejores personas a los jóvenes que quieren ser los mejores jugadores de fútbol. Con Dios por delante, promovía metodologías y tácticas de fútbol a entrenadores, padres y niños que quieren incursionar en el mundo del fútbol y deslumbrar como en su momento lo hizo este crack, ayer convertido en pastor, pero que cuando apenas empezaba el partido de su vida como técnico de fútbol, este quedó frustrado porque el Covid19 se lo impidió.

Datos 
Del Monserrate también salieron figuras como Jorge “Policía Ramírez”, titular indiscutible de Santa Fe en la década de los 80’; César Salas que jugó en Tolima, Jhon Rivera, que triunfó en el fútbol de los Estados Unidos; Carlos Baquero, jugador del Santa Fe; Abelardo Ramírez, hermano de Jorge, quien también pasó por Santa Fe; Jairo Murillo en el Cristal Caldas, hoy en día llamada Once Caldas y Omar Franco quien jugó en Atlético Nacional, entre otros.

En Millos 
Junto a John Mario Ramírez también subieron al primer equipo Carlos Rendón, uno de los mejores cobradores de tiro libre del fútbol profesional colombiano, y donde también resalta su hijo Kevin Rendón, futbolista profesional que debutó en Deportivo Pasto y que juega en Patriotas de Boyacá; Bonner Mosquera, el jugador que más veces vistió la camiseta albiazul con 524 partidos; Freddy ‘Muelas’ León, el máximo goleador bogotano de la historia de Millonarios; Ricardo ‘Gato’ Pérez, quien vistió los colores de Millonarios en tres temporadas diferentes, marcó 53 goles en 154 partidos, también fue presidente del América de Cali; Oscar Cortés, campeón de la desaparecida Copa Merconorte con el equipo capitalino; y Osman López, jugador que se destacó por haber culminado las carreras profesionales de Licenciatura en Educación Física y Administración de Empresas paralelamente en su etapa como futbolista.

* Estudiante de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Antonio José Camacho.

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