Egan Bernal sufrió en la montaña de la etapa dos de la Vuelta a Cataluña, dominada por Pogacar, el nuevo líder

El esloveno Tadej Pogacar ganó este martes en solitario la segunda etapa de la Vuelta a Cataluña en la estación de esquí de Valtter-2000, convirtiéndose en nuevo líder de la carrera, a la que dio un gran golpe, en un trazado en donde el colombiano Egan Bernal fue el mejor de los compatriotas pero cedió tiempo.

El campeón del Tour de Francia del 2019 no pudo sostenerle el ritmo impuesto por Pogacar, en los últimos seis kilómetros de carrera, por lo que tuvo que conformarse puestos secundarios, llegando a la meta con un grupo de favoritos al título al quedarse con el sexto lugar de la etapa y se mantiene en el top 10 de la clasificación general.

Pogacar del Team UAE arrancó a unos 6 kms. del final, en las duras rampas de subida a la meta, donde cruzó con más un minuto de ventaja sobre el español Mikel Landa del Soudal Quick-Step, segundo, y el ruso Aleksander Vlasov del Bora, tercero.

El esloveno arrebató el liderato al australiano Nick Shultz del Israel-Premier Tech, quien en la primera fracción se impuso al esprint y era el líder, en un exigente trazado entre Mataró y la estación de esquí de Vallter-2000, a cerca de 2000 metros de altitud y unas rampas medias del 7,5%.

Pogacar encabeza ahora la general con una cómoda ventaja de 1:35 sobre Landa y 1:38 sobre Vlasov, mientras el colombiano Egan Bernal es séptimo a 2:02 del líder.

La etapa se vio marcada por una larga escapada que llegó a tener más de seis minutos de ventaja, pero fue perdiendo corredores hasta que su último superviviente, el belga Jimmy Janssens tiró la toalla a ocho kilómetros de la meta.

Le tocó entonces el turno a Pogacar que saltó del pelotón en medio de la lluvia y el frió para iniciar una escapada que ninguno de sus rivales fue capaz de seguir.

Entre tanto, otro de los colombianos que llegó a la meta entre los favoritos fue Einer Rubio del Movistar, quien llegó en la casilla 11 a 2:03 de Pogacar.

El esloveno, con su victoria, da un gran golpe a la carrera catalana, que continuará el miércoles con su tercera etapa con otro duro trazado de montaña.

Los ciclistas recorrerán 176,7 km entre San Joan de Les Abadesses y el alto de Port Ainé, con un alto de primera categoría y dos de categoría especial, incluido en el que está situado la meta.