David Ferreira, el volante que nunca se fue del América de Cali
Un ídolo del último América implacable ha vuelto para ayudar a apaciguar el infierno de la B. Con Ferreira de nuevo en el medio campo, la hinchada escarlata espera poder recordar cómo es ese lejano lugar que llaman cielo.
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias
10 de ene de 2016, 12:00 a. m.
Actualizado el 21 de abr de 2023, 05:23 a. m.
Noticias Destacadas
Un ídolo del último América implacable ha vuelto para ayudar a apaciguar el infierno de la B. Con Ferreira de nuevo en el medio campo, la hinchada escarlata espera poder recordar cómo es ese lejano lugar que llaman cielo.
Los ídolos no regresan, sino que nunca se van. Al menos con los que son de verdad ocurre eso: se quedan viviendo en el recuerdo de los hinchas, pero no como inquilinos de temporada, sino como propietarios eternos.
Uno de los últimos dueños de la idolatría roja está otra vez en su casa. Han pasado once años desde que David Arturo Ferreira levantó tres títulos consecutivos con el América (2000, 2001, 2002) y se fue lejos para seguir siendo grande: primero en Brasil, donde jugó tres años con el Atlético Paranaense e hizo 38 goles, y luego en la MLS, donde en el 2010 fue distinguido como el mejor jugador del año, justo cuando el fútbol de los Estados Unidos estaba recién inyectado del glamour de caramelitos de temporada como David Beckham y Thierry Henry.
No se fue nunca en parte por eso, porque los goles que hizo y las cosas que conquistó mantuvieron su nombre sonando siempre. Incluso cuando en el 2008 se aventuró a jugar en el Al-Shabbab de Arabia Saudita. Incluso cuando en el 2014 lo repatrió Santa Fe y de su nombre se escuchó poco. Incluso el año pasado, cuando terminó poniéndose la camiseta del Huila.
Pero no se fue, sobre todo, porque la afición nunca dejó de añorar el fútbol que representa: valiente, leal, generoso, batallador, honesto; justamente lo que tantas veces en todos estos años quedó faltando en la cancha. Todo este tiempo David se había quedado viviendo en el cuarto de los anhelos de aquella casa en ruinas y ahora en reconstrucción que es el América de Cali.
Los ídolos son ídolos no solo por goles que hacen, sino por la forma en que asumen el fútbol en la vida o la vida en el fútbol. Nadie le pide a Andrés Iniesta que vestido con la camiseta del Barcelona haga un gol cada ocho días, pero todos protestaríamos por un día en que dejara de jugar como lo ha hecho todos estos años en que ha entendido su trabajo como la mejor entretención del mundo. Iniesta sigue jugando con el hambre de un juvenil.
A los 36 años, David Ferreira dice estar tan hambriento como cuando tenía 20. Los 20 fueron la época en que sus 1,65 centímetros se empezaron a agrandar: del Expreso Rojo, club con el que debutó en 1997, pasó al Real Cartagena, equipo con el que salió campeón de la B. Y de ahí el América, donde David ya se hizo gigante.
***
¿Hambre?
Eso es lo que siento. Vengo como si tuviera 20 años, con mucha ilusión y quiero ser gloria nuevamente con el América; esperemos que las cosas se den como uno imagina. ¿Y eso es? Dando la vuelta en diciembre, diciendo que cumplimos con lo que nos habíamos mentalizado desde el primer día, eso es lo que me imagino. Usted es hincha, ¿cómo sufrió el partido del descenso? ¿Dónde estaba? Estaba en los Estados Unidos, en un centro comercial con el celular escuchando el partido, después los penaltis Fue muy difícil sentir que el equipo donde uno consiguió muchas cosas, del que uno es hincha, haya llegado hasta estas instancias Y bueno, estos cuatro años se ha sufrido porque independiente de que uno esté en otro equipo, yo seguía al América y uno sufre. ¿Qué sintió al volver a Cascajal después de 11 años? Fue algo lindo sentir el calor de Cascajal, ver que la mayoría de cosas están igual, ver personas que todavía están de la otra época, entonces fue una alegría inmensa. Lo importante ahora es aprovechar la oportunidad que me brinda la vida; el año pasado hubo la posibilidad y no se dio, entonces no podía dejar escapar esta. Sé del reto y lo asumo porque estoy preparado, soy de retos, hasta el momento lo que he conseguido en el fútbol no ha sido fácil. Pero donde he estado he logrado cosas importantes y ahora espero hacer historia consiguiendo ese ascenso a Primera.Hace once años ganó tres títulos consecutivos. ¿Hay un momento especial de esa vida en el América o todo es una felicidad alargada? El primer año fue importante: llegar a un equipo con jugadores extraordinarios, y yo con 20 años, y hacer un nombre, una historia, no era fácil. Fue increíble ese primer año consiguiendo un título. Todos los años fueron importantes, pero ese primer año fue fundamental porque no era fácil triunfar con todos esos jugadores que había. Efectivamente era una banda. Y ahora la gente se ilusiona al pensar en Ferreira junto a Néider, el Tecla, Ayron ¿Cómo ha sido empezar a tocarla con esos calidosos? ¡Importante! Sabemos lo que significa cada uno y eso facilita jugar. Lo que nosotros queremos es llevar el equipo a la A, que es la ilusión de todos los que conforman la familia americana. Lo vamos a dar todo para poder lograr el ascenso porque este año es, sí o sí. Los hinchas que no pierdan la fe, que apoyen este grupo, que este grupo tiene deseo de hacer historia. En la MLS celebraba sus goles con un bailecito, ¿ya pensó cómo va a ser el festejo de su primer gol con América? (Risas) ¿Te digo algo?, no he pensado eso, no se cómo va a ser Imagino que va a ser algo increíble, honestamente no he pensado, esperemos que el primer gol que marque con América sea pronto para sentir ese cariño de la hinchada *** Físicamente pocas cosas han cambiado en él. Lo más evidente, quizás, sean algunos músculos nuevos y los tatuajes que ahora le recorren varias partes del cuerpo contando la historia de sus querencias. De resto es el mismo y al menos en el entrenamiento del pasado jueves, en Cascajal, se veía corriendo igual que como lo hacía en el 2005: a una velocidad que de primera impresión no coincide muy bien con esas piernas tan cortas. En todos estos años Ferreira tuvo que adaptarse a distintas posiciones en las canchas donde jugó: en Brasil lo utilizaron de delantero, media punta, volante por fuera y volante por dentro; en la Major League Soccer de los Estados Unidos volanteó, pero también lo emplearon arriba. En el Huila, su última estación antes de regresar a casa, se acostumbró a hacer línea de 4 cuando el equipo perdía la pelota y él se retrasaba para colaborar en defensa. Así que a su carácter de juego ha incorporado herramientas que van a ser más que útiles en ese particular universo que se escribe con B grande, y que él conoce tan bien. Lo ídolos también son ídolos por lo que dicen fuera de la cancha. Y por la forma en que lo dicen. Este, que no se fue nunca, dice que ha vuelto, más que nada, para ayudar.
***
¿Qué fue lo que más extrañó? El cariño, lo que significa esta camiseta También me llevó a agarrar este reto ese cariño. Yo sabía que era el momento en que podía ayudar, aportar todo lo que he aprendido en todos estos años y aquí estoy esperando que comience el torneo. Lo que van a encontrar en mí es lo mismo, no he cambiado absolutamente en nada, de pronto en la experiencia que he adquirido, pero el esfuerzo, las ganas, son las mismas. ¿Pesa mucho la idolatría? No. Es algo bonito. En todo lo que llevo jugando nada ha sido fácil. Sabía que si llegaba al América, de la responsabilidad y la presión que iba a tener. Pero independiente de eso estoy tranquilo porque sé que puedo ayudar mucho. Entiendo que yo voy a tener más presión porque la expectativa hacia mí es muy grande. Yo sé que si no respondo, todo lo que he conseguido se va a ir a la borda, pero a pesar de eso no tengo miedo. No tengo miedo porque sé de mis condiciones y estoy seguro de que este va a ser el año. Es bonito soñar. Espero que no sea la excepción, pero todos los retos que me trazo los consigo. ¿Ya escogió número? Antes de irse usaba el 8 (ahora lo tiene Néider) (Risas) Sí Esperemos a ver qué pueda pasar ¿Va a negociarlo con Néider? (Risas) No (risas) No a negociar, vamos a ver qué pueda pasar Jugar con ese número sería muy lindo, regresar al América y volver a usar el número con el que conseguí tres títulos sería muy lindo. ¿Cuál es la historia de los tatuajes? La mayoría son los nombres de mis hijos. Tengo un toro porque en Estados Unidos me decían torito porque los jugadores decían que era muy difícil quitarme el balón, lo tengo en la pierna izquierda Tengo un balón con una cadena y una leyenda: hasta que la muerte nos separe Tengo el premio de la MLS en la pierna derecha, el rostro de Jesucristo, una corona con un balón, un mensaje en el antebrazo izquierdo: conmigo quien quiera, contra mí quien pueda Una camándula y la huella del pie de mi hijo Mathew. ¿Si ascendemos habrá tatuaje? Lógico, lo he pensado, me lo he imaginado. Me tatuaría besando la copa, ese sería el próximo tatuaje.Frases del volante "Conseguir ese premio en la MLS no era fácil sabiendo los jugadores que había en ese momento... Entonces fue ¡¡uff!! ¡¿será que estoy soñando?!, David Ferreira "Fue muy importante porque era un reconocimiento al trabajo y soy el segundo jugador colombiano que se lo gana. Fue tan importante como todos los títulos con el América, David Ferreira.
6024455000





