Conozca a Guadalupe Palacios, una bendecida para el BMX mundial

Por Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País

La disciplina del BMX en Colombia es uno de los deportes que más alegrías le ha dado al país, no solo a nivel olímpico, sino mundial.

Nombres como el de Mariana Pajón han forjado una leyenda dorada a nivel internacional para el deporte nacional.

Sin embargo, el paso de los años hace pensar en una nueva generación de pilotos que emulen la gran carrera de la triple medallista olímpica (dos oros y una plata).

En esos nuevos talentos que vienen en el camino aparece una caleña que ya se roba todas las miradas en las pistas del mundo.

Se trata de Guadalupe Palacios Palomeque, quien a sus 13 años ya suma cuatro títulos mundiales. El último lo logró hace unos pocos días en Glasgow, en Escocia, donde se subió a lo más alto del podio en la categoría de los 14 años.

La deportista vallecaucana, a quien en la pista es fácil de identificar debido a su frondoso cabello crespo que se le sale del casco, dio el primer campanazo de sus grandes dotes a los 8 años de edad, cuando logró, en 2017, en Rock Hill, Estados Unidos, el primero de sus tres títulos mundiales.

Los siguientes los obtuvo en Bakú, Azerbaiyán-2018; y Nantes, Francia-2022, donde volvió a reinar luego de terminar segunda en Bélgica-2019, y el más reciente de Escocia.

“Mi participación en el Mundial fue muy buena. Había niñas de otros países que eran muy buenas, que llegaron con una gran preparación para este evento. Yo solo tenía un objetivo, que era pasar de primera la línea de meta. Era lo que más deseaba y por fortuna lo logré”, comentó Guadalupe.

El deporte ha estado ligado a la vida de esta joven, que ya le ha brindado muchas alegrías al Valle del Cauca y a Colombia.

Desde los 3 años comenzó en patinaje, pero su competitividad innata la llevó a dar el salto al BMX, donde pudo desarrollar su enorme potencial.

“Ella, desde muy chiquita, mostró lo que iba a ser en el deporte. Desde pequeña fue muy inquieta y con la familia nos enfocamos en que practicara alguna disciplina y quemara toda esa energía que carga. Pensamos que podía ser con el patinaje, pero no fue así; se pasó al BMX y sentimos que fue la mejor decisión para que gastara esa adrenalina sobre la bicicleta”, apuntó su madre, Elsy Tatiana.

Guadalupe tuvo claro que gracias a su competitividad tenía que estar en una disciplina que le diera esa posibilidad.

Incluso, cuando salía de entrenar patinaje en la pista mundialista, ubicada al lado de la de BMX, en la Unidad Deportiva Alberto Galindo de la capital vallecaucana, ella se iba a observar a otros jóvenes que entrenaban esta disciplina y de una se enamoró.

“Quería un deporte con más competitividad porque en patinaje me preparaba por mucho tiempo y nunca iba a ninguna competencia. Hablé con mis padres y le dije que quería practicar un deporte que me diera esa posibilidad de competir más seguido, ellos sabían de mi amor por la bicicleta y allí comenzó mi historia en el BMX”, explicó la piloto.

Mariana, su referente a superar

Para nadie es un secreto que Mariana Pajón es la inspiración para muchas niñas que arrancan en el mundo del BMX.

La antioqueña es una leyenda para el deporte colombiano y su carrera sirve de ejemplo para las nuevas generaciones.

Por fortuna, Guadalupe ha tenido la posibilidad de tener cerca en varias ocasiones a Mariana y ha recibido de gran forma los consejos que le da.

“Mariana es una referente positiva en el BMX. He podido cruzarme con ella en varias ocasiones y me ha entregado muchos consejos en mi carrera deportiva. Siempre lo he dicho, quiero ser mucho mejor que ella”, agregó.

Incluso, algunos especialistas en esta disciplina se atreven a comparar la carrera progresiva de Guadalupe con la exitosa que ha tenido Pajón en los últimos años.

José Luis Primera, técnico venezolano que orienta a la Selección Valle de BMX, analizó el presente de Palacios Palomeque a su corta edad.

“Mariana es única. Ella ha logrado hasta ahora 18 títulos mundiales y tres medallas olímpicas, algo espectacular. Guadalupe ha tenido un buen inicio de carrera y si trabaja con disciplina y dedicación, puede llegar tan alto como la antioqueña”, apuntó el DT.

“Los entrenadores colombianos y del exterior me dicen que ella es muy buena. Me aconsejan que la oriente y la lleve por buen camino para llegar a conseguir grandes logros en el BMX”, indicó Diego, su padre.

Y es que el sueño de Guadalupe es colgarse el oro olímpico, un objetivo que desde ya lo tiene muy claro y para ello trabaja todos los días.

“Soy fuerte en la salida de las pruebas. Mi físico y mi cuerpo me ayudan a dar unos pedalazos más fuertes y eso me ha servido para sacar diferencia. Estamos trabajando en la técnica para ser más fuerte en la pista. Quiero ser campeona olímpica”, enfatizó Guadalupe.

Sobre el proceso deportivo de la atleta de 13 años, el entrenador Primera aseguró que “en esta edad de Guadalupe es fundamental el desarrollo técnico que le permitirá llegar con buenas herramientas cuando dé el salto a las categorías championship o élite. Ella es la bicicrosista del Valle que se perfila para ser campeona olímpica”.

En busca de respaldo económico

Como es tradicional con las figuras que comienzan a destacarse en cualquier disciplina, el factor económico es uno de los obstáculos que enfrentan.

En el caso de Guadalupe es igual. Desde los 7 años arrancaron los viajes constantes en el país y al exterior para cumplir con sus compromisos.

Por ahora tiene el respaldo de Indervalle, que la incluyó en el programa de deportista apoyado. Están cerca de cerrar la misma figura con la Secretaría del Deporte de Cali y desde hace unos años es patrocinada por el equipo W Élite, que le entrega insumos para su bicicleta, la cual tiene un costo en el mercado de 12 millones de pesos.

“Llevamos tres años detrás del Gobierno nacional pidiendo ayuda para que ella pueda desarrollarse como deportista integral. No ha sido fácil, porque lo que no cubren las entidades, nos toca a nosotros pagar de nuestros recursos”, explicó su progenitor.

Una bendecida desde nacimiento

El nombre de Guadalupe fue una promesa que sus padres le hicieron a la Virgen mexicana cuando ella nació.

Don Diego y doña Elsy Tatiana habían perdido un bebé que sería mayor que Guadalupe por un par de años y cuando la pequeña nació, le pidieron a la Virgen que le permitiera disfrutar de una niña fuerte y sana.

Sus oraciones fueron escuchadas y Guadalupe es una niña que nació para dejar huella en este mundo.