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El médico Gustavo Uriza (izquierda) junto a Egan Bernal en la primera salida del campeón del Tour luego del accidente. | Foto: Foto: archivo particular / El País

DEPORTES

Lo dice el médico que recuperó al campeón del Tour: "Egan Bernal es un hombre fuera de serie"

El médico que recuperó al campeón del Tour y del Giro le contó a El País cómo ha sido la rehabilitación del ciclista.

30 de abril de 2022 Por: César Polanía, editor de Afición

El pasado 24 de enero, el médico Gustavo Adolfo Uriza Sinisterra recibió en el quirófano uno de los pacientes que más altos retos le ha planteado como neurocirujano: tenía 20 fracturas, entre ellas una afectación severa en la columna vertebral que pudo dejarlo parapléjico. Egan Arley Bernal Gómez era su nombre, pero hoy todos podríamos llamarlo ‘Milagro’.

El doctor Uriza —un caleño de 52 años, graduado del Colegio Alemán, recibido como médico general y neurocirujano de la Universidad Nacional de Colombia, rockero, ciclista aficionado y padre de dos hijos— ha sido el responsable, al lado de un grupo multidisciplinario que incluye un ortopedista y un maxilofacial, de que Egan esté en pie, primero sobre sus dos piernas con la ayuda de un caminador, y ahora, sorprendentemente, en una bicicleta.

El campeón del Tour de Francia 2019 y Giro de Italia 2021 ha aterrizado en territorio europeo —tres meses después del accidente en el que estuvo a punto de perder la vida cuando entrenaba y chocó a 62 kilómetros por hora con un bus estacionado en Gachancipá (Cundinamarca)—, para seguir allí con su recuperación, bajo la protección de su equipo, el poderoso Ineos.

Mientras los médicos del Ineos evalúan en las carreteras de Mónaco el proceso de rehabilitación de Egan, en Bogotá está el doctor Uriza, pendiente de la evolución de un paciente que cruzó fronteras y entró a los terrenos de una amistad con el coordinador de Neurocirugía de la Clínica de la Universidad de La Sabana, al punto de montar juntos bicicleta.

El País habló con el hombre que comandó el grupo de galenos que le devolvieron a Egan al deporte de Colombia. Y del mundo.

¿Usted se cruza en la vida con Egan por primera vez el día del accidente o ya lo conocía?
La Clínica de la Universidad de La Sabana es altamente especializada en manejo de trauma y yo soy el médico coordinador de Neurocirugía. El día del accidente era mi responsabilidad atender a Egan.

¿Qué paciente recibió?
Tenía unas lesiones muy graves de columna, que son de dominio público, como lo dijimos en el conversatorio de la Academia Nacional de Medicina.

¿Era muy complejo ser optimistas frente a su caso?
Sí, bastante. Lo que quisimos fue tratar de preservar su vida y su función neurológica, pero era complejísimo. Y gracias a una labor multidisciplinaria muy buena de todas las personas que laboramos en la clínica, se pudo sacar adelante.

Egan no tiene el biotipo de un hombre corpulento, ¿cómo se recuperó de 20 fracturas tan rápido?
Egan es delgado, pero es muy fuerte. La fuerza de sus músculos y haber tenido casco el día del accidente tuvieron que ver en su recuperación. Y más allá de eso, el propio metabolismo de un deportista altamente entrenado ayuda en su recuperación, y él es una persona que se recupera fácilmente. Sucedió cuando se cayó y se fracturó la clavícula, a los pocos días ya estaba bien.

¿Esa facilidad de recuperación está en cualquier deportista de élite o solo en Egan?
Los deportistas de élite tienen mucha capacidad de recuperación, pero Egan es un hombre fuera de serie. Los pacientes con lesiones de columna, en términos generales, se recuperan bastante bien cuando no tienen daño neurológico, pero se demoran más que Egan.

¿Influyó la parte mental?
Siempre cuenta la parte mental. Las ganas de superarse, de ser un ejemplo para los demás, las ilusiones de salir adelante por sí mismo son determinantes.

Mientras lo trató como paciente, ¿qué le sorprendió de Egan?

Me sorprendió ver el ser humano que es. Es un muchacho muy educado, con proyectos personales y para los demás, pues acaba de lanzar un programa para apoyar nuevos talentos en el ciclismo. En mi trabajo he conocido algunas figuras públicas y cada una tiene su manera de ser, pero Egan es otra persona, es un ser humano encantador y enamorador.

¿Nos puede contar un episodio donde dimensionemos ese Egan?
Cuando estaba evaluándolo después de su hospitalización, en coordinación con los médicos de su equipo ciclístico, un día me llamó y me dijo: “Doc, ¿cuándo voy a salir a montar en bicicleta?”. Le respondí que, de acuerdo con los exámenes, podría ser en dos semanas. Y me replicó con vehemencia que por qué, que por qué dos semanas, que él quería ya. “Doc, por favor, por favor, dos semanas no. No me duele la espalda”, me suplicaba como un niño a un papá. Y le dije que viniera al consultorio y lo evaluaba. Pues más fue la demora en decirle eso, que salir él con su mamá, su hermano, dos amigos y cuatro cirujanos, entre ellos yo, a quienes nos invitó a montar en bicicleta por primera vez después del accidente.

¿Cómo fue ese momento?

Dijo que ese había sido el mejor día de su vida, que había vuelto a nacer. Salimos a dar una vuelta y pensábamos que era un ciclopaseo, pero de pronto nos dejó regados y se fue, fue impresionante. Hicimos una vuelta de 66 kilómetros y el hombre como si nada. Eso es también gracias al de arriba. El de arriba nos echa una mano, es como un milagro.

¿En qué etapa de su nivel competitivo está Egan?
Eso no lo podría decir nadie en este momento. Después de un mes, a partir de hoy, podrá montarse en pedales y hacer torques, hacer fuerza cuando se sube en la bicicleta, pero el momento de su estado físico lo definirán sus entrenadores, sus deportólogos y él mismo, durante el tiempo que estará en Europa.

Sin ser usted su entrenador o médico de su equipo, ¿qué considera, podremos ver un Egan competitivo en cuánto tiempo?
La meta que él mismo tiene es estar en un ritmo de competencia el próximo año. Y lo que nosotros pensamos, desde el punto de vista médico y de recuperación, es que más o menos hay que esperar un año a ver qué pasa.

¿Es posible que un deportista llegue al mismo nivel que antes tuvo después de estas severas lesiones?
No lo sabemos, porque el caso de Egan es único en el mundo, no hay ningún deportista de élite que haya sufrido unas fracturas tan severas y haya vuelto a competencia. No hay con quién compararlo.

¿Qué le ha podido contar Egan sobre el accidente?
Él iba concentrado en su entrenamiento para crono, viendo el reloj, y de repente sintió el golpe. Él me explica que cuando los ciclistas entrenan crono, fijan sitios de referencia y agachan la cabeza, y que no levantó su cabeza y lo siguiente que sintió fue el golpe seco, muy duro.

Egan le habrá preguntado muchas veces a usted si él volverá a ser el mismo en las carreteras. ¿Qué le ha respondido?
La primera vez que me lo preguntó le dije que solo el tiempo lo dirá. Y esa sigue siendo la respuesta. El primer temor que él tuvo era si volvería a caminar. Después, cuando pudo hacerlo, pensó en su bicicleta. Y ahora piensa si es posible volver a competir o no.

¿Había tenido dentro de sus pacientes alguien como Egan?
La mayoría de pacientes que uno recibe con traumas graves de columna, si están muy comprometidos y se les afecta la región torácica, quedan con daño neurológico. He atendido unos cuatro mil casos y lo de Egan es excepcional.

¿Cómo le dio las gracias Egan por lo que hicieron sus manos?
Cada que me ve me da las gracias, pero el gesto más grande que ha tenido conmigo es darme la confianza de estar acompañándolo en su esfera personal y familiar, junto con los míos también. Es una relación cercana que agradezco.

Un accidente le permitió recuperar uno de los deportistas más importantes de la historia de Colombia, pero también comenzar una nueva amistad...
Puedo decir que entrené con el campeón del Tour y del Giro.

Cronología

Egan se accidentó el 24 de enero. Sufrió 20 fracturas en la columna, las costillas, el fémur y la rótula, entre otras partes del cuerpo.

El 28 de enero publicó un mensaje donde dijo que es tuvo a punto de perder la vida o quedar parapléjico, y agradeció a los médicos.

El 10 de febrero dio sus primeros pasos, demostrando que su recuperación iba bien.

El 16 de febrero hizo por primera vez bicicleta estática.

El 12 de marzo se montó por vez primera en su bicicleta de competencia, pero sin salir a la calle. Diez díaz después salió a montar en carretera. Hoy se recupera en Europa.

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