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Antonio Rizola, entrenador de la selección femenina de voleibol. | Foto: Colprensa / El País

VOLEIBOL

Antonio Rizola: “Antes de arribar a trabajar en Colombia, me aprendí el himno”

El técnico brasileño es el responsable del salto de calidad del voleibol femenino. Acaba de lograr el cupo al Mundial y ahora el objetivo es asistir a los Juegos Olímpicos de París 2024.

26 de septiembre de 2021 Por: Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País

En el año 2017, el técnico Antonio Rizola arribó a Colombia para hacerse cargo del voleibol femenino de nuestro país y desde ese entonces el camino ha sido más que positivo.

El experimentado entrenador, que en un principio se había negado a aceptar las invitaciones realizadas por la Federación Colombiana de Voleibol, finalmente decidió venir a suelo cafetero y emprender una nueva aventura que hoy lo llena de satisfacciones.

De su mano, el voleibol femenino dio un gran salto de calidad y lo ha llevado a meterse en la élite de este deporte a nivel mundial.

Con su vasta experiencia como gerente en los seleccionados nacionales de Brasil, Rizola tuvo todo el respaldo de dos dirigentes ya fallecidos, Carlos Alberto Grisales y Rafael Lloreda, quienes fueron en su momento los presidentes de la Federación y a los que el entrenador recuerda con gratitud por todo el apoyo que le brindaron en sus primeros años en Colombia.

Organizar la casa, acabar con los regionalismos y tener total autonomía en las decisiones fueron las primeras acciones de Rizola, que comenzó su proceso en Colombia con el combinado nacional Sub-18, un equipo donde estuvieron la mayoría de las integrantes que hoy hacen parte del equipo de mayores que acaba hacer historia al clasificarse por primera vez al Mundial de mayores.

Ahora el objetivo para Rizola y sus pupilas será la cita orbital en Países Bajos y Polonia en 2022, además de comenzar un nuevo ciclo olímpico que los lleve al sueño de todos: los Juegos Olímpicos de París 2024.

¿Qué sensación tiene de todo lo que ha podido conseguir en suelo colombiano?
Cuando llegué a Colombia me comprometí con Carlos Alberto Grisales y con Rafael Lloreda, quienes ya no están con nosotros, a llevar a Colombia a un campeonato mundial y hacer que podamos estar en unas olimpiadas. Gracias a Dios todo el proceso se ha dado. Estuvimos en los Juegos Panamericanos de Lima, donde disputamos la final; en tres veces hemos estado en el podio de los Suramericanos. Cuando comenzamos nuestra labor, Colombia era 28 en el ranking mundial y hoy ocupa la casilla 16, eso significa que estamos en la élite del voleibol mundial. Queremos llegar ahora a los Olímpicos de París 2024.

¿Cuándo llegó a Colombia sabía con qué se iba a encontrar?
Yo sabía qué había en el voleibol femenino de Colombia porque jugaba contra los equipos de acá. Estando acá ya fue tener la realidad más precisa, donde el principal obstáculo es el tema económico. Estos logros se han podido conseguir gracias al apoyo del Ministerio del Deporte y del Comité Olímpico Colombiano, entidades que nos hacen llegar los recursos por intermedio de la Federación.

¿Parte del éxito es tener un equipo que viene junto hace algunos años?
Claro que sí. Este proceso arrancó con una escuadra Sub-18 en un Suramericano y de ese equipo hay nueve voleibolistas que siguen con nosotros en la categoría mayores. Yo recogí un trabajo que habían realizado entrenadores anteriores, cambiamos la mentalidad de juego y trabajamos lo mental con las atletas.

¿Cómo se trabaja la parte mental del grupo?
En este suramericano de Barrancabermeja pudimos contar con un staff de profesionales en nuestro cuerpo técnico que nos ayudaron a complementar nuestra labor técnica. Uno de esos aportes fue el de un sicólogo que fue fundamental para la parte mental del equipo.
Eso es dar un salto de calidad.

Por primera vez en cinco años hemos tenido un equipo de trabajo completo con un grupo interdisciplinario que nos ayude a valorar otros aspectos. Debemos mantener esa estructura y para eso se requiere inversión de empresas que vinculen sus nombres a la federación.

¿Cómo será la preparación para el Mundial del otro año?
Debemos tener una preparación donde podamos foguearnos con rivales europeos y asiáticos porque no podemos quedarnos con la misma experiencia de jugar con las escuadras de Suramérica. Para tener buenas condiciones de cara al Mundial se debe tener inversiones de la empresa privada que ayude en este proceso. Estamos esperando el sorteo del Mundial para determinar con qué rivales podemos prepararnos.

¿El tener a un gran número de jugadoras en clubes del exterior sirve para mejorar el nivel de la Selección?
Por fortuna todas las atletas que disputaron el suramericano de hace unos días tienen contrato en el voleibol del exterior. Solo Camila Gómez está pendiente de poder vincularse a algún club y estoy seguro de que lo va a conseguir, como lo hizo el año pasado cuando fue a jugar a Brasil.
En el juego final contra Brasil vimos una imagen suya que llamó la atención y fue verlo cantar el himno de Colombia con mucho sentimiento.

¿Eso es tener sentido de pertenencia por el país al que representa?
Canto el himno de Colombia con mucho orgullo desde el primer partido que le dirigí al equipo, por allá en el año 2017. Un mes antes de llegar a trabajar a Colombia estudié y me aprendí todo el himno. Si voy a representar a un país, pues debo conocer cómo convive la gente de ese país. Debo agradecer al pueblo colombiano que me demuestra su cariño.

Hace poco un taxista en Bogotá me comentó que no sabía nada de voleibol, pero que vibró con el equipo femenino por la entrega y corazón que le pusieron, eso es algo muy gratificante.

El Valle fue protagonista en Barranca

La histórica participación de Colombia en el Suramericano de Mayores, que se realizó la semana pasada en Barrancabermeja, tuvo una alta participación de voleibolistas vallecaucanas que aportaron su talento al elenco nacional.

Cabe resaltar que fueron seis deportistas vallecaucanas en el combinado de mayores.

Ana Karina Olaya, Ivonne Montaño, Camila Gómez, Valerín Carabalí, Laura Grajales y Margarita Martínez también brillaron al obtener el subcampeonato del Suramericano Femenino de Voleibol, luego de ganarle a la selección de Brasil, número uno del mundo.

“El proceso con el profesor Rizola ha sido muy positivo. Llegó no solo a entrenar sino a ayudarnos en la parte mental. Hizo que creamos en nosotras, que nos mentalicemos que somos capaces. Nos cambió el chip en comparación con procesos anteriores”, comentó Margarita.

Las seis voleibolistas que fueron la cuota vallecaucana, junto al preparador físico Julián Camelo y el fisioterapeuta Mauricio Ledesma, quienes integraron el cuerpo técnico, fueron exaltados durante la semana por la Gobernación del Valle.

“Este evento es algo muy grato, porque se nos reconoce como deportistas y como personas, y para mí es espectacular que Indervalle haga esto porque así uno siente cada vez más cómo apoyan al Valle y para que los demás sepan que esto es Valle Oro Puro”, manifestó la jugadora Valerín Carabalí, una de las figuras del elenco nacional.

Una Liga profesional, lo que falta
Para ratificar el éxito del proceso del voleibol femenino en nuestro país, las voces especializadas coinciden en afirmar que urge la creación de una liga profesional que haga elevar el nivel competitivo en Colombia.

El año pasado se realizó un piloto con la puesta en marcha de la Superliga Femenina, un torneo que reunió a varios equipos universitarios del país que se enfrentaron en la capital de la República.

Sin embargo, el escenario ideal es poder tener una liga a nivel de clubes que permita la profesionalización del voleibol y que ayude a la promoción de nuevos talentos de este deporte.

“Ese proyecto de la Superliga Femenina que comenzó el año pasado sirvió para estimular la participación de más instituciones. Hay experiencias como las de las ligas de Argentina y Brasil que arrancaron con ocho clubes y hoy tienen dos categorías en sus ligas. Ese es el camino a seguir”, apuntó Antonio Rizola, DT de Colombia.

Pero la creación de una liga profesional debe ir de la mano del patrocinio de la empresa privada.

“Necesitamos motivar a la empresa privada para respaldar una liga nacional. Lo ideal es que tengamos un proceso como los hay en Brasil y Argentina, que tienen clubes profesionales de voleibol”, apuntó Héctor Useche, presidente de la Fedevoleibol.

En ese mismo sentido, el técnico vallecaucano Hárold Canaval indicó que “unas de las deficiencias que tenemos en el país es no tener una liga profesional, una situación que obliga a nuestras atletas a emigrar a jugar en el exterior”.

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