El pizarrón de Lucas González: así es la estrategia del joven técnico que quiere llevar al América de Cali a un nuevo título

América afronta desde este domingo la etapa más dura de la Liga colombiana con un cuadrangular semifinal en el que, por antecedentes, historia y fútbol, cualquiera de los cuatro equipos que quedaron en esta zona, puede ser candidato al título del campeonato 2023.

Los rojos de Cali, en el camino que conduce a la estrella de diciembre, deberán sortear a rivales muy fuertes como Millonarios, que es el actual campeón del fútbol colombiano; Atlético Nacional, que viene de pelear la final del semestre pasado y recientemente pasó a la última instancia de la Copa Colombia, e Independiente Medellín, que atraviesa un gran momento.

La primera cita del cuadro escarlata que no es campeón desde el 2020, será este domingo en la noche ante Independiente Medellín en el estadio Pascual Guerrero; y después tendrá que hacer dos visitas muy complicadas ante rivales grandes como Millonarios en Bogotá, y luego frente a Nacional en el Atanasio Girardot.

Independiente de lo duro que serán los rivales del Grupo B de los cuadrangulares, América llega a esta instancia entonado por el fútbol que viene mostrando, un estilo ofensivo, efectivo y agradable, y tiene como plus el decidido apoyo de su fanaticada que en cada jornada tiñe de rojo los estadios del país.

Aunque perdió el pasado miércoles un largo invicto de 14 fechas con su derrota ante Atlético Bucaramanga en el Pascual Guerrero, los rojos no se preocupan porque confían en el estilo futbolístico que les ha marcado el técnico Lucas González, muy diferente al que utilizan los demás oncenos. El mismo timonel, previo a su estreno en la liguilla, dio un parte de optimismo para afrontar lo que viene.

“Afortunadamente el equipo está bien, está fuerte, descansado y con muchas ganas de que sea ya el primer partido. Cada uno de nosotros sabe que ahora es cuando verdaderamente cuenta y necesitamos el 100% de atención en esto. La idea es ser campeón y para eso estamos trabajando”, señaló el estratega escarlata. Radiografía del exitoso estilo que viene implementando el onceno vallecaucano.

Flexibilidad en defensa

En su retaguardia, América no es rígido como antes. Comenzando porque sus laterales, sean Esneyder Mena, Cristian Arrieta, Edwin Velasco o Marcos Mina, cuando el equipo tiene el balón, pueden ser volantes internos y con ello ayudan a salir al equipo con balón dominado desde el fondo, propiciando así espacios para los otros jugadores.

Cuando esto se produce, los zagueros centrales están llamados a ir un poco hacia los costados, ya que uno de los volantes centrales, caso Juan Camilo Portilla, Luis Paz, Josen Escobar o Franco Leys, baja a la posición de ellos con el fin de no dejar descubierto ese sector, o sino también ese mediocampista central va como lateral en determinados momentos para cubrir esa zona de la defensa.

La idea es ser flexibles en la retaguardia, cubrirse las espaldas y ser solidarios entre todos, pero sin olvidar la principal tarea que es la de defender y evitar que el contrario llegue con claridad y facilidad al área escarlata.

Movilidad en el mediocampo

Intensidad y mucha movilidad es lo que pide el técnico bogotano Lucas González en América, y eso lo ha venido implantando, viéndose claramente en las últimas fechas.

Los hombres de la mitad de la cancha deben estar en permanente movimiento, pero cumpliendo con sus diferentes tareas: los volantes de marca, ayudando en relevos defensivos y organizando la salida el equipo desde su propio sector, y los ofensivos cambiando permanentemente de posición para confundir a sus marcadores.

Cuando el equipo pierda el balón, todos deben procurar trabajar para recuperarlo lo más rápido posible. Ahí se ha visto el sacrificio incluso de varios jugadores como Edwin Cardona, quien se le ve constantemente en terreno propio para ayudar a marcar, pero también para ofrecer una salida limpia desde atrás, con balón dominado.

Atacantes dinámicos que generan espacios

Los delanteros deben hablar el mismo idioma del resto del equipo. Ellos son fundamentales porque si hay un buen trabajo arriba, en un alto porcentaje será exitoso lo que se inicia desde la zona defensiva del América.

Adrián Ramos es el atacante más adelantado, pero su función no es la de ser fácil referencia de los defensores rivales. El caucano, por el contrario, sale mucho del área, se asocia con los que llegan del mediocampo y va en algunas ocasiones a las puntas para propiciar espacios que puedan aprovechar otros.

Lo mismo sucede con el delantero barranquillero Cristian Barrios, de buen rendimiento, y con Andrés Sarmiento cuando están en la cancha jugando de extremos. La rotación y movilidad siempre serán clave para dejarles el camino expedito a los laterales, o a otros jugadores más adelantados como Carlos Darwin Quintero y Edwin Cardona.

Por algo América fue junto a Águilas, el equipo más efectivo de la primera fase con 32 goles en 20 juegos. El equipo espera que en esa dinámica entre pronto el delantero argentino Facundo Suárez, quien ha estado negado con el gol en los últimos compromisos. Sin embargo, su aporte en otras tareas ha sido vital.