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La falta de atención a las señales del cuerpo durante la práctica de Pilates puede conducir a lesiones musculoesqueléticas, ya que el dolor agudo o las molestias persistentes no deben ignorarse.
La mala alineación de la columna vertebral es una causa común de lesiones en la espalda y el cuello durante la práctica de Pilates, lo que puede resultar en dolores crónicos o agudos. | Foto: Getty Images

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Estas son las lesiones más frecuentes al momento de hacer pilates

Durante la práctica de Pilates, es común encontrar lesiones en la espalda y el cuello, que van desde dolores agudos hasta complicaciones más severas como hernias discales.

7 de febrero de 2024 Por: Redacción El País

En la búsqueda constante de una vida más saludable y activa, el Pilates ha emergido como una opción popular para personas de todas las edades y niveles de condición física. Esta forma de ejercicio, conocida por su enfoque en la fuerza corporal, la flexibilidad y el control del movimiento, ofrece una serie de beneficios para la salud. Sin embargo, como con cualquier actividad física, existe el riesgo de sufrir lesiones. Aquí se exploran las lesiones más comunes asociadas con la práctica del Pilates y cómo prevenirlas.

Lesiones en la espalda y el cuello: Manteniendo una postura correcta

Una de las lesiones más frecuentes que pueden ocurrir durante la práctica de Pilates involucra la espalda y el cuello. Estas lesiones pueden manifestarse como dolores agudos o crónicos, espasmos musculares e incluso hernias discales. A menudo, estas lesiones son el resultado de una mala alineación del cuerpo durante los ejercicios.

Ejercicio de pilates.
Los músculos y las articulaciones también son susceptibles a lesiones durante la práctica de Pilates, desde distensiones musculares menores hasta desgarros más significativos, así como tensiones en las articulaciones como rodillas y tobillos. | Foto: Getty Images

Los expertos en Pilates advierten sobre la importancia de mantener una postura adecuada en todo momento. Esto implica estar consciente de la alineación de la columna vertebral, evitando la sobrecarga de la región lumbar y cervical. Los instructores capacitados en Pilates pueden proporcionar correcciones y modificaciones específicas para garantizar que los participantes mantengan una postura correcta durante la práctica.

Lesiones en los músculos y las articulaciones: Escuchando las señales del cuerpo

Otra preocupación común entre los practicantes de Pilates son las lesiones en los músculos y las articulaciones. Estas lesiones pueden variar desde distensiones musculares menores hasta desgarros más graves, así como tensiones en las articulaciones como rodillas y tobillos.

Es fundamental que los participantes presten atención a las señales de su cuerpo durante la práctica del Pilates. Sentir dolor agudo o molestias persistentes no debe ignorarse y podría ser un indicador de que se está realizando un ejercicio de manera incorrecta o que se está excediendo los límites físicos. Ajustar la intensidad de los ejercicios, utilizar equipo adecuado y comunicarse con el instructor sobre cualquier molestia son pasos importantes para prevenir lesiones musculoesqueléticas.

Rutina de Pilates
Las lesiones en las extremidades, como hombros, muñecas y tobillos, son otra preocupación para los practicantes de Pilates, ya que pueden ser el resultado de la sobrecarga, la hiperextensión o la falta de estabilidad durante ciertos movimientos. | Foto: Getty Images

Lesiones en las extremidades: Equilibrando la fuerza y la flexibilidad

Las lesiones en las extremidades, como los hombros, las muñecas y los tobillos, también son comunes entre los practicantes de Pilates. Estas lesiones pueden ocurrir debido a la sobrecarga, la hiperextensión o la falta de estabilidad durante ciertos movimientos.

Para reducir el riesgo de lesiones en las extremidades, es crucial enfocarse en el equilibrio entre la fuerza y la flexibilidad. El Pilates se centra en desarrollar una musculatura fuerte y flexible en todo el cuerpo, lo que ayuda a prevenir desequilibrios que puedan conducir a lesiones. Además, trabajar en la estabilización y el control del movimiento puede fortalecer las articulaciones y reducir el riesgo de torceduras o esguinces.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.

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