El ritual que se tiene que hacer antes de la medianoche del 31 de diciembre para que se cumplan los deseos

La enigmática hora 11:11 es considerada por muchas personas como una ventana abierta para la manifestación de deseos.

Se le conoce como la “hora espejo”, un fenómeno que gana popularidad en las redes sociales y entre aquellos que buscan una conexión más profunda con su yo interior y el cosmos.

Precisamente, la popularidad surge a partir de esos números que se aparecen repetidamente en los sueños.

O durante las vigilias, cuando se mira una vidriera en una calle y hay un reloj con tal número que se repite. O el número mismo en un cartel.

Todo va más allá de ser una coincidencia numérica en el reloj digital.

Para algunos, representa incluso la alineación cósmica perfecta, una oportunidad para canalizar energías positivas y atraer lo que más anhelan en sus vidas.

Ritual de las 11:11 para atraer lo que se desea

En la numerología, el 11 es uno de los llamados números maestros, por tal razón, al repetirse, atrae las energías positivas de una manera especial.

Además de la hora espejo, también tiene un simbolismo especial el 11 de noviembre de cada año, porque puede escribirse de la siguiente manera 11/11 y, así, el 11 vuelve a repetirse.

Las 11:11 ha sido elegida como si fuera un símbolo que algunos interpretan como una puerta dimensional, una convergencia de energías cósmicas propicias para la materialización de los sueños. Este concepto llevó a la creación de varios rituales.

Pueden ser diversos y personalizados, ya que cada individuo lo adapta de acuerdo con sus creencias y deseos específicos.

Unos prefieren tomarse un momento de reflexión profunda para visualizar con mayor claridad el deseo que desean alcanzar.

En tal caso, primero, se debe verificar en el reloj o en la pantalla del móvil que sean las 11:11.

En ese momento, hay que pedir un deseo y tomarse unos segundos para meditar, agradecer por todo lo recibido (ya sea bueno o malo) y hacer afirmaciones positivas.

Por último, los creyentes pueden elevar una oración a su ángel protector.

Por el contrario, otros prefieren encender una vela, crear un altar o simplemente repetir afirmaciones positivas mientras observan cómo el reloj marca la “hora espejo”.

Por ejemplo, es posible escribir 11 deseos en un papel al que luego se dobla por la mitad y se introduce en un sobre junto a una rama de canela y una hoja de laurel, elementos que potenciarán los efectos del número maestro.

Otro ritual, usualmente asociado con el 11:11, consiste en romper una hoja en siete pedacitos, escribir un deseo en cada uno de ellos y colocarlos en un plato junto a una vela blanca.

En la medida que este fenómeno ha ganado popularidad, también surgieron numerosos testimonios de personas que afirman haber experimentado cambios significativos después de participar en el ritual.

Los testimonios abarcan desde logros profesionales hasta relaciones personales. De esta manera, las historias de éxito alimentan la creencia en el poder del 11:11. Y también las críticas.

Sin embargo, los escépticos argumentan que este fenómeno es simplemente una ilusión cognitiva, una coincidencia numérica a la que las personas le han asignado un significado arbitrario.

Lo cierto es que para la numerología es un fenómeno que existe por visos de realidad y por creencias y repeticiones humanas. Y en el 11:11 hay mucha gente que cree que cumpla sus deseos.