¿Cuánto tiempo dura la leche entera fuera del refrigerador?

La leche es una fuente de nutrientes esenciales, como las vitaminas D y B-12, proteínas, riboflavina, fósforo y calcio. Mantenerla fresca y segura es fundamental para garantizar que se puedan disfrutar de estos beneficios sin preocupaciones. ¿Pero cuánto tiempo puede durar la leche entera fuera del refrigerador antes de echarse a perder?

A continuación, podrá conocer detalles sobre esta cuestión, además de algunas recomendaciones.

El proceso de la leche y las temperaturas por las que pasa

La leche inicia su viaje desde la ubre de la vaca a una temperatura de alrededor de 100 grados Fahrenheit (37.77 ºC). Luego, durante el proceso de pasteurización, se calienta brevemente a unos 145 ºF (62.377 ºC) y se enfría rápidamente a aproximadamente 38 ºF (3.33 ºC). Desde este punto, se mantiene a esta temperatura durante el envasado y su transporte a las tiendas de comestibles.

En total, este proceso lleva aproximadamente dos días. Cada envase de leche viene etiquetado con una fecha de “vender por” o “consumir antes de”. En general, la leche sigue siendo segura para el consumo incluso dos o tres días después de esta fecha.

Necesidades de refrigeración de la leche en el hogar

Según el National Dairy Council, la leche debe mantenerse refrigerada a una temperatura entre 35 y 40 ºF (1.66 a 4.44 ºC). Los alimentos, incluyendo los lácteos, que se encuentran en un rango de temperaturas entre 41 y 140 ºF (5 y 60 ºC) son propicios para el crecimiento de bacterias como la salmonela y otras coliformes.

La regla general establece que la leche puede permanecer fuera del refrigerador durante aproximadamente dos horas, después de lo cual debe regresarse al frío lo antes posible. En el verano, debido a que los alimentos se descomponen más rápido, es crucial seguir esta guía de las dos horas. Si el envase de leche todavía está fresco al tacto, es probable que esté bien.

¿Cómo saber si la leche se ha echado a perder?

Algunas señales reveladoras de que la leche podría haberse echado a perder incluyen haber estado expuesta a una luz intensa, haber permanecido fuera en una mesada durante más de dos horas o haber sido congelada y descongelada repetidamente. En tales casos, la leche podría desarrollar un sabor desagradable.

El Wisconsin Dairy Council advierte que, por cada 5 grados por encima de los 40 grados de temperatura ideal de almacenamiento de la leche, su vida útil se reduce en un 50 por ciento, y su sabor fresco se desvanece rápidamente.

Si el envase parece hinchado o con evidencia de sudoración, si la leche tiene un sabor agrio o ácido, o si muestra signos de separación o coagulación, estos son indicios claros de que la leche ya no es segura para el consumo y debe desecharse de inmediato. A lo largo del tiempo, la leche se echará a perder de todas formas, pero exponerla a altas temperaturas acelerará el crecimiento de bacterias no deseadas.

Consumir leche que ha estado fuera del refrigerador durante varias horas podría o no causar problemas de salud, pero beber leche que podría estar contaminada con bacterias no es una apuesta que valga la pena.

Bacterias como la campylobacter, presentes en la leche en mal estado, pueden provocar síntomas como diarrea, fiebre, calambres, vómitos y dolores de cabeza. Cuando haya dudas, es mejor desechar cualquier leche que haya permanecido a temperatura ambiente durante un tiempo prolongado. Además, si se trata de leche destinada a niños o bebés, se recomienda seguir pautas estrictas de higiene y seguridad para evitar riesgos innecesarios.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.