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Cómo Hacer
¿Cómo limpiar una cadena de oro que se puso negra?
Hay un método efectivo para devolverle a las cadenas de oro su esplendor original, particularmente cuando estas tienden a ponerse de un color negro.
Pocos implementos llegan a ser atemporales y elegantes como una cadena de oro, que destacan por tener un brillo único que puede perderse con el tiempo por la acumulación de suciedad, grasa y otros agentes contaminantes.
Así las cosas, cuando una cadena de oro toma un tono negro, se puede recuperar, siempre y cuando se lleven a cabo las indicaciones adecuadas.
En un principio, si se requiere limpiar el oro se va a necesitar papel aluminio, un bol con agua caliente y dos cucharadas de bicarbonato, y los pasos a seguir son:
- Tomar un bol y poner adentro el papel de aluminio.
- Agregar agua caliente y dos cucharadas de bicarbonato, y dejar reposar por 15 minutos.
- Frotar con un cepillo de dientes y secarlo bien.
Pero para sacar ese tono negro, el portal Clara recomienda llevarla a un joyero profesional, que se encargará de practicarle una limpieza en profundidad con la técnica de los ultrasonidos.
Aunque existen métodos caseros, que incluyen pasta de dientes o del zumo de una cebolla que ayudarán a obtener buenos resultados.
Las opciones son:
Limpieza profesional: El profesional llevará a cabo una limpieza a profundidad con la técnica de los ultrasonidos, donde utilizará un disco de fieltro y una pasta que lustra.
Pasta de dientes: Sólo basta con poner una pequeña cantidad en un cepillo de dientes suave y frotar con cuidado, para luego terminar de lavar con agua tibia y secar bien.
Zumo de cebolla: Este se obtiene con una licuadora, y se deben dejar las joyas sumergidas por dos horas. Después de eso, y con mucho cuidado, hay que jugarlas con agua y jabón para que se vaya el olor.
¿Cuál es la diferencia entre bañado en oro y chapado en oro?
Estos términos a menudo se confunden, pero sus diferencias son fundamentales al tomar decisiones informadas al adquirir joyas. En este artículo, se llevará a cabo una exploración sobre las diferencias entre joyas bañadas en oro y chapadas en oro, analizando cuál de las dos opciones es más resistente y duradera.
¿Cuál es la diferencia entre bañado en oro y chapado en oro?
Estos términos a menudo se confunden, pero sus diferencias son fundamentales al tomar decisiones informadas al adquirir joyas. En este artículo, se llevará a cabo una exploración sobre las diferencias entre joyas bañadas en oro y chapadas en oro, analizando cuál de las dos opciones es más resistente y duradera.
Joyas bañadas en oro:
Las joyas bañadas en oro son productos en los cuales se aplica una capa delgada de oro a la superficie del metal base, que puede ser de latón, cobre u otro material. Este proceso se realiza sumergiendo la pieza en una solución que contiene oro, aplicando electricidad para adherir el oro a la superficie. El resultado es un brillo dorado que, aunque atractivo, no penetra profundamente en el metal base.
La característica principal de las joyas bañadas en oro es que la capa de oro es más delgada en comparación con otras opciones de recubrimiento. Con el tiempo y el uso frecuente, la capa de oro puede desgastarse, revelando el metal base debajo. Aunque estas joyas pueden ser más asequibles, su durabilidad está directamente relacionada con el grosor del baño de oro y el cuidado que se les brinde.
Joyas chapadas en oro:
Por otro lado, las joyas chapadas en oro cuentan con una capa de oro más sustancial en comparación con las bañadas en oro. Durante el proceso de chapado, se aplica una capa más gruesa de oro a la joya, a menudo mediante la electroformación. Este método utiliza corriente eléctrica para depositar una cantidad significativa de oro en la superficie del metal base.
La principal ventaja de las joyas chapadas en oro radica en su durabilidad. Debido al grosor del recubrimiento de oro, estas joyas tienden a resistir mejor el desgaste diario y pueden conservar su brillo durante más tiempo que las bañadas en oro. Sin embargo, al igual que con las bañadas en oro, el cuidado adecuado sigue siendo esencial para mantener la calidad a lo largo del tiempo.
