Tulio Gómez, máximo accionista del América, en la lupa del Gobierno para ser asesor en posible desmovilización de las disidencias de las Farc

Este martes 18 de junio, Tulio Gómez, máximo accionista del América, le confirmó a El País que está en la lupa del Gobierno Nacional, pues su nombre resuena en el proceso de paz con las disidencias de las Farc, Segunda Marquetalia.

El máximo accionista del América fue considerado y consultado para convertirse en un asesor en el proceso de paz, que se llevará a cabo en Caracas, Venezuela.

“Me consultaron... como Asesor Especial de Proyectos Productivos en las zonas de conflicto, en beneficio de las comunidades y los reinsertados”, precisó Tulio Gómez a El País.

En ese sentido, el empresario explicó que “si los cerca de 2.000 guerrilleros de la Segunda Marquetalia se desmovilizan, yo los asesoraría”.

“Los asesoraría en implementar proyectos productivos y sostenibles, con el fin de lograr ingresos para sus familias y no tengan que reincidir”, anotó Gómez al medio.

A pesar de que algunos medios de comunicación lo dan por hecho, El País conoció por medio del accionista mayorista del América que no fue nombrado, sino consultado. “No me han nombrado, me consultaron”, concluyó.

Cabe mencionar que las negociaciones de paz entre el Gobierno Nacional y la Segunda Marquetalia, grupo comandado por alias ‘Iván Márquez’, iniciarán el próximo lunes, 24 de junio. De hecho, el primer ciclo se desarrollará del 25 de junio al 29 del mismo mes.

Así se definió tras una reunión que sostuvieron las partes, en donde estuvieron el alto Comisionado de Paz, Otty Patiño, el mismo Márquez y Armando Novoa, jefe de la delegación de Gobierno en ese proceso.

El documento que contiene las firmas de los integrantes de ambas partes acordaron que esta negociación se “guiará por el principio ‘acuerdo pactado, acuerdo cumplido’, que incluye el diseño, puesta en marcha, implementación y verificación de cumplimiento”.

Asimismo, también se acordó trabajar en la “construcción inmediata de Territorios de paz”, en donde asegure la posibilidad de “una nueva organización de la vida política, económica, social, cultural y ambiental, con participación directa y protagónica de las comunidades y sus procesos organizativos y la concurrencia integral del Estado en todos sus niveles”.