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“Relación de Santos y Uribe es como la de un católico y un musulmán”

Luis Eduardo Garzón, vocero del Partido Verde, habló del papel de la colectividad en la Mesa de Unidad Nacional y la reforma judicial.

10 de marzo de 2012 Por: Rafael Castro Cortés - Colprensa

Luis Eduardo Garzón, vocero del Partido Verde, habló del papel de la colectividad en la Mesa de Unidad Nacional y la reforma judicial.

Cómo está la participación del Partido Verde en la Unidad Nacional?Nos metimos a esta agenda básicamente porque acompañamos al Gobierno en temas como el Estatuto Anticorrupción y la Ley de Víctimas y porque creemos que está en la línea de hacer una búsqueda por la paz.¿Entrarán a ser parte del Gobierno o se harán más críticos?No somos parte del Gobierno sino parte de la Mesa de Unidad Nacional y es un partido sui generis por eso. Tenemos posiciones muy críticas. Hemos dicho claramente que la minería es la locomotora, la agricultura es el vagón y el medio ambiente es el socavón. Nuestra actividad está ligada sobre todo al tema agrícola, que nos tiene preocupados.Hay rumores de que ustedes se alejarían de la Mesa de Unidad…Hemos dicho que estamos en esto porque hay cosas que nos parecen muy importantes y que el Presidente se ha diferenciado de gobiernos anteriores. Antes se echaba tierra a las víctimas y ahora se les da tierra. Valoramos que este Gobierno haya reinstitucionalizado las relaciones internacionales, que las cifras sobre seguridad no sean mediante el todo vale, ni falsos positivos, ni falsas desmovilizaciones, ni ‘chuzadas’. Mi discusión no consiste en hacer pataletas para ver cómo nos salimos de la unidad nacional, sino en ver cómo nos reafirmamos en una política que en mi opinión tiene que ser de Estado.¿Hay molestia con algún ministro?Esto no es un problema de ministros ni de personas. No vemos asimetría entre el ministro de Minas, el de Agricultura y el ministro Frank Pearl (Medio Ambiente). Tres personas distintas y nos están sacando el ambiente del medio. La agricultura no tiene hoy posibilidad sino de ser una víctima más. En Santurbán, la Contraloría advierte que no hay linderos, el Gobierno dice que no ha dado autorizaciones, pero está buscando los linderos e Ingeominas parece ser que dio la licencia a una multinacional.¿Cuáles son sus preocupaciones específicas sobre medio ambiente?El Ministerio del Medio Ambiente no tiene ni bodegas donde guardar productos decomisados como madera. En el 2000 se dieron 105 licencias mineras, mientras que en 2010 se dieron 1.144, que equivalen a cinco por ciento del territorio continental. ¿Qué pasará con los problemas alimentarios, las tierras y el medio ambiente si ya están mirando licencias en la Orinoquía y Amazonía?Se viene la reforma a las CAR. ¿El Partido Verde cómo ve el panorama?El tema de las CAR está íntimamente ligado a la responsabilidad del Gobierno central, no de este sino de todos. Hay una tendencia al centralismo. La discusión de las CAR es cómo empoderamos regiones. Este país no puede seguir manejado por departamentos, eso es una sumatoria de debilidades, debe rediscutirse la Ley de Ordenamiento Territorial, incluidas las CAR.Pero el Gobierno tramitó proyectos que aprobó la Mesa de Unidad Nacional para descentralizar el país…Está avanzando en eso y puede ser una cosa eficaz en materia de gestión, pero no es suficiente. La capital de Colombia debería ser Cali; nos olvidamos de eso, pero el Pacífico no se ha parado. En Bogotá estamos a 800 kilómetros del Pacífico y a 900 del Atlántico; yo, que soy bogotano, creo que la capital política puede ser Bogotá, pero la comercial debe ser Barranquilla o Cali. Es un momento para la inclusión.¿Cómo ve la entrada en funcionamiento de la Ley de Víctimas?Estamos ante una situación de mucha vulnerabilidad porque hay una institucionalidad muy frágil en el campo. Me tiene impresionado la reacción que ha producido la restitución de tierras en los sectores, tanto de extrema izquierda como de derecha. Es como si estuviéramos haciendo el ejercicio más complicado de expropiación y la restitución es sólo devolverles a las víctimas su derecho ¿Qué tal cuando hablemos de una reforma agraria? ¿El Estado qué está dispuesto a dar y a renunciar? No lo veo dispuesto a nada. ¿Cómo recibió el anunció del cese del secuestro extorsivo y la liberación de secuestrados por parte de las Farc?Más importante que los golpes que sufrió las Farc con la muerte de alias ‘El Mono Jojoy’ y ‘Cano’ fue esta declaración, porque es la claudicación de una estrategia absolutamente absurda. El comunicado es supremamente positivo, porque es renunciar a eso, no importa si es creíble o no. El Presidente dice que eso no es suficiente, entonces pregunto ¿Qué lo es? Colombia está gastando diez puntos del PIB en la guerra y cuando uno tiene eso se afecta la inversión social, la salud y el empleo.¿Considera que es hora de nombrar un Comisionado de Paz?Tiene más corriente un aljibe. No estoy de acuerdo con intermediarios de lo que llaman sociedad civil. Estuve en todos esos procesos y sé que esto es directamente con el Presidente, no con intermediarios. Ojalá él nos diga qué es suficiente para utilizar la llave de la paz.¿Cómo ve la reticencia del uribismo a establecer diálogos con las Farc?Un país tiene que reconciliarse al estilo sudafricano, donde estuvieron desde la minoría recalcitrante más agresiva y fascista, hasta las negritudes, que en últimas también tenían expresiones de la extrema izquierda. No estigmatizo, trabajo con todo el abecedario. Creo que el expresidente Uribe se equivoca con esa agresividad. Ese comunicado de las Farc es una claudicación a un ejercicio que se hizo desde el Estado y la sociedad, es decir: las marchas han tenido un efecto tan importante, que a mediano plazo se cobran. Uribe está con tanta rabia con Santos que ni sus logros los ve. Uno hace guerra para buscar la paz, pero no para seguir en la guerra.¿Qué pasó con la relación entre el Partido Verde y el expresidente Uribe?Sólo conozco a Uribe vía Twitter, como a Peñalosa. No he vuelto a saber de él y creo que la agenda evidentemente es diferenciada, porque una cosa es la Alcaldía de Bogotá y otra cosa es la agenda del Partido Verde. Respeto mucho al expresidente Uribe, pero la agenda marca diferencias.¿Se desinstitucionaliza el país con la anulación de la elección de la Fiscal?Tenemos un problema serio. El Consejo de Estado tomó una decisión y hay que respetarla. Esta coyuntura es más compleja porque el tema de la Fiscalía está ligado a la reforma a la justicia. Esa reforma está llevando a unos niveles de tensión muy fuertes, donde cada uno trata de empoderarse. El Consejo de Estado ha demostrado que tiene más poder sobre decisiones administrativas que la Corte Suprema, entonces le mandó un mensaje diciendo que la embarraron con la elección de la Fiscal. El Consejo de la Judicatura hace todo por no dejar deteriorar ninguna de sus salas. La Corte Constitucional está calladita, porque es la última que llega. Entonces, ¿para dónde va la reforma?Lo que creo es que el Gobierno para avanzar en una reforma que ataque el objetivo fundamental, que es la descongestión, tiene que hacer un acuerdo con todas las cortes, partidos y actores. Volver los mecanismos de descongestión permanentes es peligroso porque alguna gente tiene prevenciones naturales, como que puede tenderse a una privatización de la justicia y hay otros que argumentan que puede haber una desinstitucionalización de la misma.¿Habrá imparcialidad en la mesa de Unidad para debatir esta reforma?El Gobierno no tiene la mesa de Unidad Nacional porque esté desprogramado, lo que busca es que el proceso avance, pero incluso en los partidos hay dificultades. Me impresiona que Asonal Judicial, que está en el centro del debate de la financiación, coincida con Juan Lozano. Estamos ante una situación particularmente novedosa, donde hay extremos que se tocan. La política hoy es retadora, pero muy riesgosa y aspiro a que la situación baje de temperatura, porque a esto no le falta sino acrecentar violencia y no quisiera ser ave de mal agüero. Al Twitter hay que bajarle, porque lo que está generando es un nivel de agresividad en los políticos muy complicado y más tensión.¿Qué podría pasar entonces?Hay mucha amenaza, atentados y muertes de líderes de desplazados. Hay que buscar la distensión, por eso no mando un mensaje de confrontación. La relación entre Uribe y Santos es como la de un cristiano y un musulmán y si siguen así, usted sabe como terminan los cristianos y los musulmanes.

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