Regularización del cannabis de uso adulto, aprobado en primer debate; proyecto divide opiniones

Este miércoles, 20 de agosto, la Comisión Primera del Congreso aprobó en primer debate el proyecto de ley que busca regular el cannabis de uso adulto, con una mayoría de 23 votos a favor.

La iniciativa, que ha generado amplio debate en distintos sectores políticos y sociales, avanza así en su trámite legislativo, abriendo la posibilidad de que Colombia se sume a los países que han optado por regular el consumo responsable de esta sustancia.

El ponente del proyecto fue Carlos Ardila Espinosa. No obstante, Karina Espinoza, senadora de la República, se destacó durante la discusión por ser una de las principales opositoras de la medida. Espinoza expresó sus reparos frente a la aprobación, advirtiendo sobre los posibles impactos sociales y de salud pública que, en su criterio, podría tener la regularización del cannabis en el país.

“Yo hoy quiero hablarles con el corazón como madre de familia de tres hijos, preocupada por la niñez y por la juventud de mi país. (…) Como madre sé el daño tan grande que le va a hacer la regularización del cannabis a Colombia. No solo el cannabis recreativo y el cannabis medicinal. Ahí están los estudios, lo he venido diciendo, lo ha dicho la OMS, la Junta Internacional de Estupefacientes. Hay mayor narcotráfico, mayor microtráfico y no es cierto lo que decía el presidente, que todo el mundo ya reguló. Solo 11 países lo hicieron y en los 11 países hay mayor criminalidad”.

Al igual que Espinoza, el representante a la Cámara, por el Centro Democrático, José Jaime Uscátegui, también enmarcó su postura, en una férrea oposición al proyecto.

El funcionario, comenzó por cuestionar la insistencia del Congreso en debatir el tema del cannabis mientras otros asuntos de fondo permanecen sin resolver. “Esto ya son temas recurrentes en la Comisión Primera. Parece que fuéramos la comisión cannábica. Aquí solamente se habla de cannabis como si no existieran otros temas muy relevantes para discutir por el país. La ciudadanía espera una reforma a la justicia y todavía no se ve”.

Así, Uscátegui propuso que el camino debería ser fortalecer la regulación medicinal, ya establecida en la ley 1787 de 2016, en lugar de avanzar hacia el consumo adulto o recreativo.

“Ya el consumo del cannabis está reglamentado con fines medicinales. (…) Lo que yo le he pedido a quienes promueven este proyecto es que por qué no seguimos avanzando por esa vía y no le ponemos otros adjetivos como adulto o recreativo, que creo que es la razón por la cual este Congreso se ha abstenido mayoritariamente de aprobar este tipo de proyectos en legislaturas anteriores”.

Asimismo, criticó la falta de cumplimiento de los programas de prevención que la normativa vigente exige al Ministerio de Educación:

“Esa ley en su artículo 15 le exige al Ministerio de Educación que adelante un programa nacional de prevención en la comunidad educativa. Yo le pregunto a los ponentes: ¿cuál es ese programa nacional de prevención? Porque quienes nos oponemos a este proyecto pedimos que primero nos hablen de prevención y después sí de reglamentación, legalización o consumo recreativo”.

Finalmente, Uscátegui expresó su rechazo al planteamiento de que existen consumidores “no problemáticos”:

“Usted viene a decir que es que hay consumidores no problemáticos o no conflictivos. También habrá pedófilos no conflictivos o corruptos no conflictivos, pero la conducta misma es una amenaza para la construcción de sociedad”.

Por su parte, el representante Carlos Ardila Espinoza, defensor del proyecto, aclaró que la discusión no gira en torno a permitir o prohibir el consumo, pues este ya está avalado por la ley, sino en establecer reglas claras para su comercio y espacios de uso.

“Ese proyecto precisamente regula eso. En esas instituciones educativas no se permita el consumo. Es que aquí la discusión no es si se puede o no se puede consumir. Esa discusión está zanjada. Hoy el consumo está permitido por la ley y ha sido ratificado por la jurisprudencia. Lo que estamos discutiendo es regular dónde se puede consumir y levantar una prohibición al comercio, porque paradójicamente usted lo puede consumir, pero no puede comprárselo absolutamente a nadie”.

Pese a las objeciones, la mayoría de los integrantes de la Comisión respaldaron la propuesta.

El proyecto deberá superar varios debates adicionales antes de convertirse en ley, en medio de un ambiente de polarización entre quienes defienden la medida, y quienes sostienen que su implementación podría profundizar problemas de adicción y consumo en jóvenes.