Incauca revela su nueva imagen, y con ella, su compromiso de transformar vidas con energía

Tras más de seis décadas de operación, Incauca, el ingenio cogenerador más grande del país, presentó oficialmente su nueva identidad visual. La compañía lanzó un logotipo renovado y un eslogan que busca acercarse más a la gente, “La energía de los colombianos”, un mensaje que refleja la esencia de su trabajo y su impacto en el territorio.

Durante la presentación, Roberto Klinger, presidente de Incauca, explicó que este paso responde a la evolución que ha tenido la empresa y a su propósito de seguir siendo un motor de desarrollo para el país.

“Este cambio no es solo visual, es la expresión de un compromiso que crece junto al país. A partir de la caña de azúcar generamos energía limpia, apoyamos el agro, impulsamos la industria y creamos oportunidades reales en los territorios donde estamos presentes, consolidándonos como la nueva energía de los colombianos, una energía que impulsa, abre horizontes y transforma vidas”, afirmó.

La nueva identidad toma como inspiración la caña de azúcar, materia prima que acompaña a Incauca desde sus inicios, y la transforma en una tipografía simple, legible y cercana. Con este diseño, la compañía busca proyectar frescura y autenticidad, manteniendo el vínculo con el campo y la gente que la rodea.

Una transformación que nació de la reflexión

En el marco del lanzamiento, Angélica Quiroga, directora de Sostenibilidad de Incauca, también explicó que la nueva imagen es el resultado de un proceso que comenzó hace varios años con un ejercicio profundo de introspección empresarial.

“Hace unos 4 o 5 años nos preguntamos cuál era nuestra razón de ser. Entendimos que más allá de generar empleo, pagar impuestos o producir utilidades, nuestra misión era transformar vidas con energía. Para cumplir ese propósito también debíamos transformarnos como organización, cambiar y adaptarnos al entorno. Este nuevo logo refleja que Incauca es mucho más que azúcar: producimos energía, alcohol y combustibles, pero también queremos ser un actor corresponsable que apuesta por la transformación de los territorios”, señaló.

Además de esto, Quiroga resaltó que la empresa tiene presencia en 14 municipios entre el sur del Valle y el norte del Cauca, donde el 90 % de sus empleos son locales y el 66 % de las compras de bienes y servicios provienen de la zona, lo que genera un impacto económico de cerca de 600 mil millones de pesos anuales.

Compromiso social y comunitario

Es importante destacar que, más allá de la producción de azúcar, bioetanol y energía renovable, Incauca ha fortalecido sus programas sociales. Como evidencia de esto, en 2024, más de 4.500 trabajadores recibieron salarios y beneficios por más de 313 mil millones de pesos, incluyendo auxilios, préstamos de vivienda y formación en liderazgo.

La compañía también promueve educación a través de la Escuela Incauca, que desde hace seis décadas ofrece formación gratuita a niños y espacios de capacitación para trabajadores.

Asimismo, su programa de becas universitarias beneficia a jóvenes de estratos 1, 2 y 3, cubriendo costos de matrícula, transporte y alimentación.

Uno de los proyectos más transformadores es “Mujeres Cosechando Futuro”, una iniciativa pionera en la agroindustria de la caña de azúcar en Colombia. Por primera vez, mujeres rurales han sido vinculadas a la operación de maquinaria pesada, promoviendo equidad de género e inclusión laboral.

El programa combina capacitación técnica, talleres de equidad de género y acompañamiento psicosocial, fortaleciendo autonomía, liderazgo y confianza. Desde su inicio en 2023, ha impactado a comunidades en Florida, Miranda y Padilla (Cauca), con más de 1.200 mujeres inscritas, 28 capacitadas y 16 contratadas formalmente, lo que permitió pasar de una participación femenina del 0 % al 13 % en la cosecha, con rotación cero en el primer grupo contratado y un efecto transformador en sus familias y comunidades.

El deporte es otro pilar de impacto. Con las escuelas de fútbol y el Incauca Fútbol Club, la empresa ha formado a más de mil niños y jóvenes al año, incluyendo 30 niñas en el equipo femenino, algunos de los cuales han llegado a ligas profesionales.

En Miranda, el proyecto Lo Mejor de Nuestra Tierra, desarrollado junto a la comunidad Nasa, logró en 2024 producir 78 toneladas de mora, aumentando en más del 300 % los ingresos de las familias participantes.

Con su nueva identidad visual y la reafirmación de su propósito superior, Incauca demuestra que su energía no solo proviene de la caña, sino también de las oportunidades que genera para transformar vidas en su territorio.