El Estado se libró de indemnizar a Íngrid

Ante la avalancha de críticas recibidas en los últimos días, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, rescatada en la Operación Jaque, desistió ayer de una acción de conciliación contra el Estado lo que le cierra posibilidad a reclamaciones posteriores.

Ante la avalancha de críticas recibidas en los últimos días, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, rescatada en la Operación Jaque, desistió ayer de una acción de conciliación contra el Estado. La ex secuestrada y su madre, Yolanda Pulecio, aspiraban a un pago millonario de 15.000 millones de pesos como resarcimiento a su largo cautiverio y a los daños sufridos por éste. El Procurador Delegado para la reconciliación, Isnardo Jaimes, informó que después de la decisión de desistir con la solicitud de indemnización que Betancourt interpuso contra el Estado, la ex candidata no podrá volver a solicitar este recurso ante la Procuraduría.El funcionario explicó que esto se debe a que su proceso se encontraba a tres días del término de su caducidad.“Desde el punto de vista de la Procuraduría, no cursa ningún trámite y entendería que sí está terminado”, manifestó el procurador Jaimes.Según el abogado de la ex senadora y de su familia, Ernesto Juan Gabriel Devis Morales, Betancourt no podrá volver a acceder a este recurso que interpuso contra el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior y de Justicia, puesto que tendría que hacer una declaración bajo juramento en la que diga que no ha hecho uso de este recurso antes.Tendría que volver a hacer un nuevo trámite conciliatorio porque no puede concurrir a la jurisdicción si no ha agotado el trámite de conciliación y como no lo agotó por el desistimiento que acaba de hacer, pues tendría que volver a hacer una nueva solicitud, pero para ésta tendría que declarar bajo juramento que no ha hecho uso de ese mecanismo de solución de conflictos y como lo hizo pues sería un falso juramento”, manifestó el abogado de la ex secuestrada.La conciliación había sido presentada la semana pasada con la intención de que fueran reparados los daños sufridos por ella y su familia durante los seis años y medio que permaneció secuestrada por las Farc. El primero en calificar la petición de Betancourt como “ingrata y desfachatada” fue el vicepresidente Francisco Santos Calderón. Las críticas le siguieron lloviendo especialmente en Colombia y en las redes sociales, donde la tildaron, entre otras cosas, de “ingrata”.Luego se revelaron pruebas y testimonios de altos mandos militares y de los propios ex escoltas de Betancourt en las que se afirmaban que ella conocía los riesgos de viajar a San Vicente del Caguán. La ex rehén aclaró en una entrevista el pasado domingo que no pretendía demandar al Estado y que la indemnización solicitada era meramente “simbólica”.