El día de su cumpleaños, fonoaudióloga desaparecida en Bogotá fue hallada muerta en un hotel de Tunja

El caso de Liliana Andrea Molina Garavito, una fonoaudióloga de 51 años cuya desaparición había generado preocupación entre familiares y conocidos en Bogotá, tomó un rumbo trágico tras su hallazgo sin vida en un hotel del centro de Tunja. Su cuerpo fue encontrado el martes 11 de noviembre, fecha que coincidió con su cumpleaños, luego de casi 24 horas sin tener contacto con ella.

La mujer salió de su vivienda ubicada en la localidad de Suba durante la mañana del lunes, pero no volvió a responder llamadas ni mensajes, lo que llevó a su familia a activar de inmediato los mecanismos de búsqueda.

Sus allegados difundieron fotografías y datos personales a través de redes sociales con la esperanza de obtener información que permitiera ubicarla en la capital del país.

Las primeras versiones indicaban que Molina había sido vista por última vez en los sectores de Tunal y Yomasa, en el sur de Bogotá. Incluso se mencionó que habría estado en compañía de personas desconocidas, lo que abrió la hipótesis de una posible intoxicación con escopolamina. Sin embargo, su rastro terminó lejos de allí, a casi 200 kilómetros, en la capital boyacense.

De acuerdo con información recopilada por las autoridades, la mujer habría llegado por sus propios medios al Terminal de Transportes de Tunja durante la tarde del 10 de noviembre. Desde allí tomó un taxi hasta un hotel cercano a la Plaza de Bolívar, donde pagó por la habitación 204. El personal del establecimiento reportó que la huésped ingresó sola.

El hallazgo ocurrió cuando una empleada del hotel notó un elemento extraño bajo la puerta de la habitación y avisó al resto del equipo, que posteriormente alertó a la Policía. Dos uniformados intentaron ingresar, pero la puerta estaba asegurada desde el interior, por lo que fue necesaria la intervención del cuerpo de Bomberos para forzarla. Al abrir, encontraron a la mujer sin signos vitales, junto a una botella de licor casi vacía.

El cuerpo presentaba varias heridas causadas con arma cortopunzante. Las autoridades investigan si estas fueron autoinfligidas o si intervino otra persona. Medicina Legal deberá establecer con precisión las circunstancias de la muerte, que fue registrada preliminarmente como “muerte violenta por establecer”.

Molina, quien había trabajado en instituciones como el Hospital de Engativá, el Hospital de Suba, un jardín infantil y la Clínica ORUS Medical SAS, ejercía actualmente como profesional independiente. Deja dos hijos, de 22 y 13 años, quienes habían liderado su búsqueda.

La investigación continúa con la recopilación de testimonios del personal del hotel, revisión de cámaras de seguridad dentro del establecimiento y rastreo de las imágenes del Terminal de Transportes. También se está analizando su dispositivo móvil para reconstruir con exactitud los últimos movimientos de la fonoaudióloga antes de su muerte, mientras su familia insiste en esclarecer lo ocurrido.