Delegación de Gobierno con disidencias Farc se pronuncian sobre nueva crisis en el Catatumbo: “La violencia no puede tener lugar”

La delegación de Paz del Gobierno Nacional con el Estado Mayor de Bloques y Frente de las disidencias de las Farc se pronunció en las últimas horas sobre la nueva crisis humanitaria que se vive en la región del Catatumbo.

Y es que es de destacar que alrededor de 250 personas fueron obligadas a huir de sus hogares de esa zona de Norte de Santander. Por lo tanto, han llegado a refugiarse a ciudades como Cúcuta y Ocaña.

“La paz no la construye únicamente un Gobierno ni el diálogo particular con un grupo armado ilegal. Como lo hemos visto en el Catatumbo, la paz requiere ser construida por todos los actores involucrados, con la convicción de que el diálogo fortalece la democracia y de que la violencia no puede tener lugar en el esfuerzo colectivo por vivir con tranquilidad”, explicó la delegación estatal a través de un comunicado.

En este contexto, la Delegación le pido a los actores armados a respetar la acción humanitaria y a las entidades públicas a articular esfuerzos para garantizar la atención integral de la población víctima de la violencia.

“Creemos firmemente que la paz dialogada es el camino y, desde nuestro rol, continuaremos realizando todos los esfuerzos necesarios para avanzar en esa dirección”, concluyó.

El nuevo desplazamiento fue alertado por el Consejo Comunitario para refugiados, que denunció además que cerca de 6.000 personas estarían en riesgo de confinamiento y desplazamiento como consecuencia de nuevas acciones armadas en el Catatumbo.

“Personas que habitan en la región del Catatumbo tienen miedo de los combates entre grupos armados organizados. Cientos se están desplazando para salvar sus vidas y necesitan de asistencia humanitaria urgente: un techo seguro para albergarse, alimentos, agua segura y protección. En los próximos días el número de personas podría incrementarse si no se protege y respeta a la población civil,” dijo Giovanni Rizzo, director de país de NRC en Colombia.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo alertó sobre el riesgo que corren los pobladores que se quedaron en el territorio, instando a que los grupos armados detengan el ataque y permitan que las familias sean atendidas.

“Esta situación generó que un grupo de pobladores se mantengan refugiados del fuego y artefactos explosivos en una escuela de la zona. Las familias tienen entre sus integrantes a menores de edad. (...) La situación ha sido analizada conjuntamente con las instituciones para disponer de protección y atención humanitaria“, indicó la entidad.

*Con información de Colprensa y redacción de El País