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Corte alista indulto o estocada a corridas de toros

El miércoles 4 de agosto se sabría si las corridas de toros son incluidas en la ley de protección de animales, luego de que la Corte Constitucional aplazara para ese día el fallo de la demanda interpuesta por un grupo de ciudadanos. Cara a cara.

27 de julio de 2010 Por: Redacción de El País

El miércoles 4 de agosto se sabría si las corridas de toros son incluidas en la ley de protección de animales, luego de que la Corte Constitucional aplazara para ese día el fallo de la demanda interpuesta por un grupo de ciudadanos. Cara a cara.

El miércoles 4 de agosto se sabría si las corridas de toros son incluidas en la ley de protección de animales, luego de que la Corte Constitucional aplazara para ese día el fallo de la demanda interpuesta por un grupo de ciudadanos.Los contradictores de la fiesta brava aspiran a que la Corte incluya en el Estatuto Nacional de Protección de los Animales (Ley 84 de 1989) a los toros de lidia, argumentando que el espectáculo taurino es “sanguinario”.Mientras tanto, los defensores de las corridas exponen que es gracias a ese espectáculo que se preserva la existencia de los toros de lidia. El País presenta un cara a cara sobre el polémico tema.“Sería grave acabar con las corridas”: Felipe NegretPara Felipe Negret, gerente de la Corporación Taurina de Bogotá, un fallo en contra de las corridas de toros causaría graves problemas para la misma especie animal y para miles de familias que viven de esta fiesta en Colombia.¿Por qué cree que la Corte Constitucional debe fallar en beneficio del espectáculo taurino?En primer lugar, porque se deben respetar los derechos de las minorías, para evitar lo que ha pasado en otros momentos de la historia con los guetos físicos, culturales o ideológicos. Hay que defender el libre desarrollo de la personalidad del individuo. A la gente no se obliga a ir a una plaza de toros si no le gusta. Allí sólo asisten los que quieren gozar de este espectáculo.En segundo lugar, hay que defender las tradiciones culturales. Nadie puede borrar eso de un plumazo, más cuando están arraigadas en la historia, como está documentado y demostrado.Y en tercer lugar, nadie nos ha dado el derecho de desaparecer una especie animal de la faz de la tierra, y si desaparecen las corridas de toros, pues el toro de lidia desaparecería, porque en la muerte del toro, en esa liturgia especial que es una corrida, está la razón de ser de la subsistencia de tal especie, y ningún ecologista ha podido explicar por qué quiere borrarla.Más allá de esa posible desaparición del toro de lidia, ¿qué otras consecuencias desfavorables para el mundo taurino traería un fallo en contra?Consecuencias económicas lamentables (se calcula que unas cinco mil familias viven de este espectáculo). Por ejemplo, la empresa de toros de Bogotá, desde que maneja La Santamaría, del año 2000 al 2010, le ha pagado al Distrito 9.400 millones de pesos por concepto de impuestos y utilización de la plaza, dineros que la ciudad destina al mantenimiento de los parques de los estratos 1, 2 y 3.Otro ejemplo: Cormanizales entrega unas cifras similares, más de 9.000 millones de pesos en pago de impuestos, más los aportes que le da al Hospital Infantil de la Cruz Roja, que quedaría sin fondos para operar.Lo mismo podemos decir de la empresa taurina de Medellín, que en cifra similar le ha entregado recursos al Hospital San Vicente de Paul para que siga operando. Ni qué decir de las donaciones que la Fundación Plaza de Toros de Cali le ha hecho a la red hospitalaria de la capital del Valle. Y estoy hablando sólo de las cuatro plazas de primera categoría que hacen temporada taurina entre diciembre y febrero. No sé qué puedan decir las alcaldías de aquellos municipios que a lo largo del año tienen como eje principal de sus fiestas las corridas de toros.¿Qué pasaría con los ganaderos?Pues no podrían seguir procreando toros de lidia. Tendrían que utilizar sus tierras para otra cosa. Además, habría desempleo para los vaqueros en las fincas, para las personas que viven de la economía informal alrededor de las plazas vendiendo una gaseosa, un sombrero, un afiche. Los carpinteros y pintores que adecúan los escenarios taurinos para las fiestas también dejarían de recibir recursos, lo mismo que los que imprimen la boletería... en fin.En un país como el nuestro, por querer imponernos una moralidad de forma fascista, se podría agravar el problema del desempleo.¿Cuál es su pálpito sobre el fallo?Soy positivo por naturaleza y quiero pensar que los magistrados van a sopesar con mente amplia todas las variables para mantener viva la fiesta brava en Colombia.“Hay que renovar los valores”: Liliana OssaLiliana Ossa Zamorano, directora de la Fundación para la Defensa de los Animales, Paz Animal, anota que un fallo que condene a las corridas de toros a desaparecer sería un triunfo de los animales por tener ya un derecho natural a la vida, y una derrota a los taurinos que siguen creyendo que ésto es una actividad cultural. ¿Por qué un fallo de la Corte debe sancionar las corridas de toros?El respeto por la vida es una derecho constitucional y fundamental. Los derechos de los animales en el siglo XXI, que es el siglo de la ‘ecosofía’, es decir, de la política ecológica, los valores de inclusión y de compasión por el otro, deben ser respetados y fallar a su favor. El hombre no puede abrogarse el derecho a pensarse que es el dueño de la naturaleza y así violarla. Además, porque la violencia no puede ser un patrimonio cultural de ningún pueblo como tratan de hacerlo creer los taurinos. Actualmente las corridas de toros son protegidas por la Ley 916 de 2004 o Ley Taurina. Eso significa que desarrolla una serie de actividades importantes y legales. ¿Qué hacer con las ganaderías y las personas que subsisten de ello, si el fallo fuera negativo para los taurinos?La crueldad y la violencia no puede ser una disculpa para revalidar el derecho al trabajo. Las corridas de toros tienen intereses particulares que todos conocemos, entre ellos, que no todos somos ganaderos, que son los que sostienen la fiesta y la explotan. El Estado debe pasar a una categoría de ofrecer empleos dignos y no escudarse en empleos donde impera la violencia como los que ofrecen las corridas de toros. Por decir que las corridas de toros, que es derecho al trabajo, no se puede considerar como un trabajo digno.¿Si existiera la posibilidad de no llegar a matar el toro aceptaría la fiesta?Los animales no son reinas de belleza para mostrarlos en espectáculos públicos. Los animales tiene una dignidad como nosotros los humanos. Ellos tienen derecho a la intimidad, al lenguaje, a su composición social y no se les puede violentar. Un toro no es de nadie, como tampoco el hombre es dueño de la naturaleza. Ningún toro es bravo, eso es mentira. Las corridas de toros, como la monarquía y la religión, son las peores herencias españolas que hemos recibido. Sin embargo, las nuevas generaciones tiene otra visión. Por ejemplo, un activista que no sea vegetariano no puede ser activista, es ilógico. Los taurinos sostienen que el toro y el torero están en igualdad de condiciones y por eso no hay ventaja de nadie, entre un toro y un torero; además, hay posibilidad de indulto. ¿Usted que piensa?Me parecen perversas las personas que gozan con una corrida de toros. Lo humano tiene tanta perversión que todo cabe en la cabeza. Nunca va a haber igualdad de condiciones cuando se une la razón y lo natural. Es como si a una persona la tiraran a la selva con una espada y nada más. ¿Qué pasaría? ¿Qué salvaría o rescataría de las corridas de toros?Tienen que desaparecer, como lo hicieron los campos de concentración el siglo pasado. Y estos campos aberrantes desaparecieron cuando surgieron los movimientos contracultura. Hoy, hay movimientos de LGTB, negritudes, activistas que renuevan valores, heredados de otros países y que la gente joven está dispuesta a cambiarlos porque no están de acuerdo con lo que ven, como esas tragedias que muchos hacen sacrificando un toro y exponiéndolo a una plaza con personas.

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