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El rebusque y la inseguridad, problemas que viajan a diario en los buses del MÍO

Robos, manoseo a mujeres, ventas, cantantes y limosneros van en aumento en el sistema.

15 de septiembre de 2014 Por: Redacción de El País

Robos, manoseo a mujeres, ventas, cantantes y limosneros van en aumento en el sistema.

A medida que pasa el tiempo, los usuarios han visto como cada vez más las situaciones que se ven en las calles de la ciudad se han ido trasladando a su sistema masivo.El rebusque a través de las ventas y de expresiones culturales es una constante a diario dentro de los articulados. De la misma forma, la delincuencia ha ido en crecimiento y el abuso a las mujeres es un crimen que avanza gracias al bajo número de denuncias de las afectadas.Esto se ve reflejado en la percepción del servicio en los ciudadanos: de acuerdo con la encuesta Cali Cómo Vamos, en el 2009 el 45 % de usuarios consideraban que el MÍO mejoró la calidad de vida de la ciudad, porcentaje que disminuyó 10 puntos en los últimos años hasta llegar al 35 % en el 2013.“La gente ha ido perdiendo la cultura ciudadana. Ahora es más difícil que se ceda el puesto y los indicadores de comportamiento se han ido deteriorando”, señala Mauricio Vásquez, coordinador de Cali Cómo Vamos. Piensa que el hecho de que se den grandes congestiones da pie para que sucedan este tipo de situaciones.Esteban Ortiz, jefe de Gestión Social y Cultura de Metrocali, explica que con la finalidad de evitar estas conductas, se construyó el Manual de Convivencia, que establece los derechos y los deberes de los ciudadanos dentro del sistema.“Ahora estamos diseñando diferentes campañas, porque lo más importante es que los ciudadanos tomen conciencia y reporten lo que sucede en los buses. Necesitamos que la gente se queje. También, que entiendan que no deben alentar estas acciones, especialmente a quienes piden dinero”, señala.Añade que este mes se renovará el nuevo convenio con la Policía de Cali, “que actualmente cuenta con 120 agentes dentro del sistema y hace operativos constantemente. Estamos intentando que haya otros 100 agentes camuflados como civiles en los buses, para que ejerzan control social”. El País presenta una radiografía a estos tres problemas del MÍO.Rebusque, pan de cada díaLos cantantes (en especial raperos) con parlantes y hasta micrófono, son cosa del diario para los 500.000 usuarios del MÍO. La venta de dulces y todo tipo de artículos, al igual que personas que dan largos discursos de tragedias personales a cambio de dinero, también son constantes. En una consulta web en Elpaís.com.co la mayoría de los 610 usuarios que opinaron coinciden en que se encuentran con estas personas en los buses a cualquier hora del día.Según Metrocali, a diario se expulsan unas 30 personas del sistema por realizar estas prácticas, prohibidas en el manual de convivencia. De acuerdo con la comandante del MÍO, subteniente Lina Hernández, a estas personas también se les decomisa su mercancía o sus parlantes y guitarras, y se les hace la contravención.Sin embargo, El País registró que en ocasiones, tanto policías, como conductores y vigilantes del MÍO no hacen nada frente al tema. “Estas personas reflejan el problema económico de la ciudad. Como a nadie se le niega la entrada al MÍO, entonces estas personas salen y vuelven a entrar. El problema es que la gente quiere mostrar que es solidaria y por eso los ayuda, alentándolos. Pero la verdadera solidaridad sería que exijan más empleo y educación”, dice Mauricio Vásquez. Robos, organizadosEste año, la Policía Metropolitana ha capturado a 89 personas en flagrancia, robando en el MÍO. Otras seis han sido detenidas con orden judicial previa. La mayoría de los robos son de celulares. Recientemente los usuarios han reportado, a través de las redes sociales, videos de una banda de jóvenes que atracan, cuchillo en mano, a los usuarios.La subteniente Lina Hernández, comandante del MÍO, señaló que esta banda es conocida como ‘Las langostas’, la cual consta de unos diez chicos que se visten como mujeres, para robar objetos como candongas y cadenas, y luego salir corriendo. “Como son de poco valor, los usuarios la mayoría de veces no los denuncian. Nosotros los hemos capturado por lo menos unas mil veces, pero como son menores de edad, los jueces los dejan en libertad. La ley aún es muy débil con estos chicos”, señaló. Rosalía Correa, directora del Observatorio Cali Visible, señaló que estas situaciones se dan “producto del alto desempleo e informalidad de la ciudad, y de la falta de educación de calidad. Es un problema de falta de oportunidades, y la gente busca un mecanismo para conseguir dinero”. ‘Manoseo’, con baja denunciaEl 36 % piensa que el comportamiento de los ciudadanos frente a abusos contra mujeres y niñas en el MÍO, es malo, según la encuesta Cali Cómo Vamos. La Policía, sin embargo, solo ha recibido tres denuncias este año.“El procedimiento a la hora de sufrir este tipo de injurias es avisar en la estación más cercana a vigilantes o policías, o llamar a la línea 123 para que los agentes lleguen a la ruta en la que se encuentra”, señaló la subteniente Lina Hernández, comandante del MÍO.Ante la poca denuncia, en una consulta web de Elpaís.com.co varias usuarias aseguraron haber sufrido abuso en los buses, pero dicen que es difícil denunciar.Ante esto, la Subteniente Hernández hace un llamado a la denuncia y recuerda que se puede lograr la captura de la persona y “hay un plazo de 24 horas para imponer formalmente la denuncia en cualquier estación de Policía”. La feminista María Teresa Arizabaleta de García asegura que “esto es producto de una sociedad machista, patriarcal y violenta, donde la mujer se convierte en botín de guerra. Se aprovechan de los tumultos para irrespetarla”.

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