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“Dime, ni va a desaparecer, ni se va a vender”: director de la clínica

Fernando Gómez, director de la clínica Dime de Cali, reconoce que les tocó hacer algunos ajustes internos que incluyeron recorte de personal, pero descartó su cierre.

2 de diciembre de 2015 Por: Redacción de El País

Fernando Gómez, director de la clínica Dime de Cali, reconoce que les tocó hacer algunos ajustes internos que incluyeron recorte de personal, pero descartó su cierre.

La clínica Neurocardiovascular Dime  de Cali también ha sentido los problemas financieros del sistema de salud colombiano, sin embargo, las directivas de la organización aseguran que la empresa, ni cerrará ni se venderá, como indican algunos rumores en la ciudad. 

El director general de Dime, Fernando Gómez, en diálogo con  El País, aclaró que esos rumores son falsos, aunque reconoció que sí han tenido que hacer algunos ajustes que incluyeron recortes de personal. 

¿Qué tan cierto son los rumores de  una posible  venta o cierre de la clínica Dime?

No tienen ningún fundamento,  se trata de suposiciones que hacen muchas personas. Hay unas dificultades  que se derivan del sistema de salud, el Gobierno  ha hecho los mejores esfuerzos para superarlos y el Ministro de Salud tiene claridad total de la problemática  y nos ha dado  apoyo para  tener recursos y poder seguir prestando los servicios que tiene una institución como la nuestra, que es de mostrar en cualquier parte del mundo. Es una institución que ni está para desaparecer ni para venderse. Por el contrario va para siempre.

¿Cuál es la realidad financiera de Dime, a cuánto ascienden sus deudas?

Dime debe en este momento a sus proveedores $24.000 millones  y a los  médicos $6000 millones. Tenemos este acumulado  porque nosotros brindamos atención de alto costo, hacemos trasplantes  de corazón, riñón, atendemos aneurismas, cateterismo cerebral, de corazón, etc,  y todas estas cosas representan un costo enorme porque son insumos de alto valor. Nos los  entregan los proveedores y se cancelan en promedio de 60 ó 90 días, pero esa plata a nosotros nos llega al año.

¿Cuánto les deben las EPS?

Lo mismo que adeudamos, unos $30.000 millones, pero todas tienen el compromiso de  pago y lo están haciendo.  Las EPS tienen mi respeto y admiración porque  les ha tocado afrontar una  situación muy difícil y en la medida en que les entran recursos, nos pagan. Por ejemplo, Emssanar es una EPS  subsidiada bien manejada; con la nueva EPS se ha ido solucionando poco a poco la cartera, estamos conversando con Asmetsalud, entre otras, pero ninguna está ignorando los compromisos y a cada una le hemos  explicado  nuestra situación. 

El ministro Gaviria ha sido una persona comprometida que entiende la problemática y nos ha dado  la mano desde el punto de vista de nuestras solicitudes. Creo que  estamos en el camino que es y la posibilidad de desaparecer no existe, nuestra situación hoy es mejor  que en enero pasado, pero extrañamente los rumores  hoy son peores.

¿De dónde salen esos rumores?

Cuando hay dificultades hay dos grupos de personas: las  solidarias y las que se resienten. Hay un  grupo de personas que salieron  de la empresa y son multiplicadores de rumores basados en cosas que suponen y dicen que vendimos, que nos asociamos  y  algunos aseguran con frialdad y cálculo, que uno se sorprende, que hay hasta fecha de cierre.

La situación de  Dime  no es un caso aislado ¿qué está pasando en el sistema de salud en Colombia?

Hoy el sistema de salud  ofrece todo tipo de servicios en materia de atención, con una plata que no es importante frente al costo que genera la atención del usuario.

Si tienes una población joven, el sistema de salud funciona muy bien,  pero en la medida en que la población  envejece,  aparece el alto costo con enfermedades catastróficas y vienen los problemas de financiamiento.  El problema es financiero, no es médico y el Ministro ha venido trabajando para arreglar muchas cosas, pero lo que le falta es la chequera.

Nosotros estamos corrigiendo nuestros errores, porque también internamente se cometen errores en planificación y estructuración. Las instituciones también son culpables no solo el sistema.

¿Qué medidas han tomado para afrontar la problemática?

Para poder equilibrar la operación entre lo que nos ingresa y el  gasto mensual, tuvimos que retirar una serie de personas.  En lugar de que haya tres trabajadores para hacer una cosa, le tocó a una persona hacer tres  cosas.  Además se tomaron otras decisiones, por ejemplo, el área de  trasplante renal, un programa que fue bandera de Dime, se tuvo cerrar porque era muy costoso, no tanto por la operación de trasplante de riñón en sí, sino por los gastos que implica: medicamentos, infecciones, eso demanda muchos insumos y materiales que hay que tener a la mano para prestar el servicio.

De común acuerdo con la cirujana cerramos el programa, ojalá sea temporal. Los nefrólogos también lo entendieron y a las EPS les explicamos que teníamos que recortar esto  para poder sobrevivir y seguir prestando otros servicios que han sido tradicionales como los de corazón, las arterias, aneurismas, trombos, todas estas cosas que afectan la vida.

¿Se ha afectado la calidad de los servicios?

No. Por el contrario se han fortalecido porque las personas tienen un compromiso admirable. Hace un tiempo se reunió el personal de gerencia de los diferentes procesos y ofreció aportar recursos para arreglar equipos que teníamos parados y cuando uno ve eso,  se  conmueve e impacta.  Pero  no llegamos a esa situación y  finalmente logramos superar esa dificultad con las compañías que manejan el mantenimiento y los equipos ahora están funcionando.

¿Cree entonces que  Dime continuará funcionando?

Hay Dime para siempre, sin la menor duda, la solidaridad de la gente de la institución, de los médicos que se quedaron -porque hubo unos que abandonaron el barco con la creencia que este se hundía-, nos permiten seguir porque los que quedan son los ejes de los servicios de  cirugía de corazón, de cateterismo cardíaco, cerebral,  profesionales  que son  de mostrar en cualquier parte del mundo. Paramos de atender unas EPS mientras se arreglan las cargas y se ponen al orden del día, pero no hemos dejado ni vamos a dejar que Dime desaparezca.

Se ha hablado de una posible alianza con la Fundación Valle del Lili, ¿eso es  cierto?

 No, lo que sucede es que mi buen amigo, el doctor  Vicente Borrero, que tiene una institución en un sitio de privilegio, con muchos reconocimientos y resultados innegables, me ha brindado todo el apoyo y la  ayuda para mirar estructuralmente cuáles son mis debilidades y de esas conversaciones, él me ha mostrado el camino de su experiencia y resultados porque uno tiene que aprender del que sabe. De ahí es que han salido esos rumores.

30 mil millones de pesos le adeudan las EPS a la clínica Dime5,0 billones de pesos suman las deudas de las EPS con clínicas y hospitales de todo el país.

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