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Canteras en los cerros generan polémica entre los habitantes del norte de Cali

La explotación de roca muerta en la parte alta de Bajo Menga, La Campiña y Chipichape tiene preocupados a los habitantes de estos barrios.

30 de abril de 2012 Por: Redacción Vivir Norte

La explotación de roca muerta en la parte alta de Bajo Menga, La Campiña y Chipichape tiene preocupados a los habitantes de estos barrios.

Una loma pelada del tamaño de una calle le recuerda todos los días a Martha Lucía Jiménez que la explotación de roca muerta está acabando con las montañas que se levantan detrás de su casa. Ella reside en Bajo Menga y, al igual que muchos vecinos de La Campiña y Chipichape, teme que la tierra y las piedras que se deslizan de lo alto terminen por ‘golpear’ a su puerta.Ya sucedió hace cuatro meses en la Avenida 7N, que conduce a la cantera Roca Piedra 1.“Un alud de tierra tapó casi toda la vía y afectó a quienes venimos con frecuencia a hacer ejercicio en esa zona”, comentó una habitante del barrio Chipichape que pidió omitir su nombre.Los escombros permanecen ahí y, según los vecinos, los derrumbes han continuado como consecuencia de la actividad minera y de las lluvias. Situación similar se presentó en septiembre del año pasado en el Condominio Santa Mónica de Chipichape, donde, según algunos residentes, una roca cayó en la piscina. Para Mónica Muñoz, quien vive hace quince años en La Campiña, este problema obedece a dos razones: a la loma la están excavando de adentro hacia afuera, lo que debilita el terreno exterior, y las constantes explosiones con dinamita provocan sismos que “aflojan” la tierra.Sin embargo, Esmeralda Vergara, vocera de la cantera Roca Piedra 1, que funciona en la parte alta de La Campiña, “técnicamente no es posible que las labores en el frente de explotación ocasionen derrumbes que vayan a parar a las casas de quienes viven en el sector. Eso ha sido demostrado por profesionales en la materia”. Otros ‘deslices’ Pero no sólo los derrumbes preocupan a los habitantes de esta zona del Norte.Para Luis Jaramillo, quien reside en el mencionado condominio, el polvo que generan las explosiones les genera problemas respiratorios, debido a la contaminación que producen.Opinión que respaldó otra habitante que aseguró que las detonaciones se hacen dos o tres veces por semana, después de las 4:00 de la tarde.Jaír Llanos, ambientalista de la Comuna 2, sostiene que la minería que se practica en estas lomas está ocasionando “un enorme daño”. "Esta actividad sí está acabando con la forestación del sector y la está convirtiendo en una montaña desierta, cosa que es gravísima para el medio ambiente”. Por todas estas razones, María Claudia Ramírez, líder de La Campiña, aseguró que los habitantes de estos barrios no están dispuestos a “dejar trabajar más a los mineros”.“Varios de los caminantes decidimos despertar y solicitarle a la CVC que intervenga las canteras y prohíba la explotación de roca muerta, pues son muchas las vidas que están en riesgo, no sólo las de quienes vivimos alrededor, sino las de los mismos mineros”, puntualizó.Fue así como hace un mes marcharon hasta la cantera R oca Piedra Uno para exigirles a sus propietarios que pararan la explotación de roca.“No se trata de dejar sin empleo a la gente, sino de cuidar y proteger el medio ambiente, por eso queremos que se acabe la minería”, explicó Álvaro Escobar, otro habitante de La Campiña”.A su vez, Hugo García, coordinador de Procesos y Administración de Recursos de la CVC, reveló que dicha cantera se encuentra suspendida temporalmente, porque estaba incumpliendo con algunos requisitos del Plan de Manejo Ambiental, PMA. Agregó que en el caso de Adecuaciones y Agregados S.A., AYA, ubicada en la parte alta de Chipichape, sí se está cumpliendo dicha reglamentación.“La autoridad ambiental no puede, por un capricho de la comunidad, cerrar una actividad minera cuando está cumpliendo con la normatividad”, precisó.Sin embargo, para los habitantes de La Campiña y Chipichape las respuestas de los responsables de la explotación minera y de la autoridad ambiental no es suficiente.De ahí que han anunciado que seguirán haciendo protestas pacíficas hasta lograr que la loma ‘reverdezca’ y ya no teman que las piedras van a volver a tocar a sus puertas. Lo que dicen las canteras Esmeralda Vergara, vocera de Roca Piedra Uno, reconoció que en este momento en la cantera se están haciendo unas adecuaciones solicitadas por la CVC en lo que se refiere a la mitigación de la contaminación de aguas.Por su parte, Álvaro Holguín, representante legal de AYA, explicó que “cumplimos a cabalidad cada punto de la normatividad y ya llevamos más de diez funcionando sin tener problemas ambiental, así que la comunidad está haciendo marchas que no tienen sentido”.Añadió que han intentado conciliar con la comunidad residente en la parte baja de las montañas, teniendo en cuenta que están amparados por un título minero otorgado por el Gobierno, pero que ésta sigue empeñada en no admitir su funcionamiento.Holguín también sostuvo que su empresa no tala árboles, sino que, por el contrario, realizan siembras para ayudar a forestar la zona.

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