Estos factores inciden en la accidentalidad en dichos tramos. En el caso del Cauca, sigue investigación.

Las vías rurales (terciarias) de la región (Cauca y Valle) son ‘corredores de la muerte’ en potencia, por múltiples factores que ponen en riesgo las vidas de quienes las transitan.Según expertos, el precario estado de su infraestructura y los escasos controles por parte de las autoridades hacen parte del conjunto de factores que, en muchos casos, derivan en accidentes como el ocurrido en el norte del Cauca el pasado fin de semana, hecho en el que perdieron la vida diez personas. En el Valle del Cauca, por ejemplo, los cinco mil kilómetros de vías rurales que existen se encuentran destapados o en proceso de afirmado (revestimiento preliminar antes de cumplirse la pavimentación de una vía).Carlos Navia, secretario de Infraestructura del Valle del Cauca, explica que “arreglar estas vías es responsabilidad de los alcaldes de cada municipio. Adecuarlas todas es muy costoso y muy probablemente su estado puede ser causa de accidentes, porque no cuentan con las especificaciones técnicas o se ven afectadas por las lluvias”. En el caso del Cauca, explica Óscar Campo, secretario de Infraestructura de ese departamento, hay 1800 kilómetros de vías rurales, de las cuales hace dos años, solo el 3 % se encontraba en condiciones aceptables. “En los últimos dos años hemos mejorado estos trayectos en un 60 %, pero indiscutiblemente su estado sí tiene injerencia en los accidentes que puedan ocurrir”.Aunque testigos del accidente del fin de semana en el Cauca aseguran que el precario estado de la vía habría contribuido en que el conductor perdiera en control del automotor, Campo explica que justo el tramo de la vereda La Mina, donde ocurrió el siniestro, “este año ya había sido objeto de mantenimiento en por lo menos 26 kilómetros. No había reporte ni de derrumbes o pérdida de banca en la zona”.¿Donde está la autoridad?La ausencia de las autoridades es otro de los aspectos que contribuye a que los accidentes en vías secundarias y terciarias se presenten con frecuencia. Explica James Gómez, director del Fondo para la Prevención Vial en el Valle, que en el departamento hay 22 municipios que no cuentan con organismos de tránsito para ejercer la vigilancia necesaria en los sectores lejanos.“Esto quiere decir que la mitad del Valle del Cauca está a la deriva en materia de controles de Tránsito porque no hay quién verifique la documentación de los conductores y sus comportamientos. Entonces, accidentes como el que ocurrió en el Cauca pueden presentarse”.El comandante de Policía de Carreteras, coronel Bayron Castillo, explica que esta situación afecta principalmente a las zonas del centro y norte del Valle.“Nosotros hacemos revisiones a los vehículos, como las ‘chivas’, antes de que lleguen a las vías rurales. Sabemos que hay sitios en el Valle donde las carreteras son precarias, pero nosotros no estamos allí porque nuestra jurisdicción son vías departamentales y nacionales”, explicó el oficial. En el Cauca, el capitán Jhonny Arley Castillo, comandante de Tránsito y Transporte del área metropolitana de Popayán, asegura que “cuando las ‘chivas’ están en la ciudad, todos los requisitos están en regla. Pero estos vehículos recorren trayectos de siete o hasta nueve horas y en todo el camino recogen gente, porque no hay autoridad que lo controle. Realmente es muy complicado, no solo aquí sino en todo el país, hacer vigilancia en estas zonas rurales”.